Toda persona que, inquietada por estudiar la Escritura desde la perspectiva hebraica, comienza a examinar los escritos nazarenos (también llamado Nuevo Testamento) bajo esa perspectiva, tarde o temprano se encuentra con aparentes contradicciones. De primera instancia, muchos pasajes de los escritos nazarenos parecen contradecir lo que el Tanakh (también conocido como Viejo Testamento) establece como verdad. En especial, esto sucede mucho con los escritos de Shaul (conocido como el apóstol Pablo), pero aun algunos de los dichos de Yeshúa nuestro mesías son, a primera vista, difíciles de entender.
¿Contradice el “Nuevo Testamento” al “Viejo Testamento”?
En realidad, no hay contradicción en la Escritura. Todo pasaje de la Escritura tiene una explicación certera; es cuestión de indagar en el contexto correcto del pasaje. El error que comete mucha gente al analizar estos pasajes es sacarlos del contexto correcto al tratar de explicarlos. Este error a provocado la creación de muchas interpretaciones—e incluso doctrinas—muy erradas, algunas de las cuales han sido base para la formación de nuevos grupos religiosos. La realidad es que es muy fácil apoyar con la Escritura casi cualquier ideología humana. Por ejemplo, yo podría decir que la Escritura condena el uso de joyas y citar el siguiente pasaje:
“Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia; no con cabellos compuestos, u oro, o perlas, o vestidos costosos.” 1 Timoteo 2:9 (RVR2011)
Sin embargo, aquellos que hemos estudiado mas afondo este asunto, y conocemos el contexto real de este verso, sabemos que la Escritura no prohíbe el uso de joyas. Este verso es una exhortación a la humildad y modestia en la forma de vestir de la mujeres, no una prohibición del uso de joyas u otros adornos femeninos.
A lo largo este estudio estaremos examinando 7 pasajes difíciles de los escritos nazarenos, los cuales con frecuencia crean confusión, especialmente a nuevos creyentes o creyentes que recién se inician en el estudio de la Escritura desde el punto de vista hebraico. Examinaremos estos pasajes en su propio contexto en la Escritura, probando así que los escritos nazarenos, mas que contradecir la Torah, la reafirman.
Pasaje #1: Marcos 7:18-19
Y les dijo: ¿También ustedes están así sin entendimiento? ¿No entienden que todo lo de fuera que entra en el hombre, no lo puede contaminar; Porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale a la secreta purificando todos los alimentos? (RVR2011)
Muchos usan estos versos para argumentar que las leyes dietéticas dadas en Levítico 11 (entre otros pasajes) no son válidas hoy día. Sin embargo, el tema central de este pasaje no es la comida o bebida en sí. Yeshúa usó ese recurso para responder el argumento que le formularon los fariseos y escribas sobre el comer sin lavarse las manos, algo que no era un mandamiento de la Torah (Marcos 7:1-5). De modo que este pasaje no es una “nueva instrucción” del mesías para abolir las leyes dietéticas, sin una reprensión a los fariseos y escribas, quienes enseñaban doctrinas de hombre como mandamientos de la Torah.
Hay un detalle muy importante sobre este pasaje. La palabra traducida al final del verso #9 como alimentos es la palabra griega broma, la cual significa “comida, específicamente ciertos artículos permitidos o prohibidos por la ley judía” (Diccionario Strong #1033). Eso significa que Yeshúa, en su ilustración, solo estaba hablando de los alimentos permitidos por la Torah. De modo que estaría fuera de contexto el aplicar estos versos a otros tipos de alimento como, por ejemplo, el cerdo o los mariscos—alimentos cuyo consumo está prohibido por la Torah.
Pasaje #2: Hechos 10:13-15
“Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come. Entonces Pedro dijo: Maestro, no; porque ninguna cosa común e inmunda he comido jamás. Y volvió la voz hacia él la segunda vez: Lo que el Poderoso limpió, no lo llames tú común.” (RVR2011)
Con frecuencia, también se utiliza este pasaje para apoyar la idea de que las leyes dietéticas están abolidas. Sin embargo, lo que muchos fallan en ver es que el tema central en este pasaje no es la leyes dietéticas, sino el hacer acepción de personas.
Es necesario leer todo el pasaje y ver el contexto de estos versos para entender el tema central. Si leemos mas adelante, nos damos cuenta que el mismo Kefá (Pedro) entendió claramente el mensaje contenido en la visión:
“Y les dijo: Ustedes saben que es abominable a un varón judío juntarse o llegarse a un extranjero; mas me ha mostrado el Poderoso que a ningún hombre llame común o inmundo” Hechos 10:28 (RVR2011)
Para aquel tiempo, los judíos no tenían por costumbre compartir con los gentiles. El mismo verso anterior nos confirma esto. La visión que Yahweh le da a Kefá iba dirigida a romper esa barrera racial que había entre gentiles y judíos, de modo que los gentiles también tuviesen la oportunidad de escuchar el mensaje salvador de la Escritura y creer en Yeshúa como el mesías esperado.
En resumen, esta visión no va dirigida a mostrar a Kefá que debe comer de todo lo que desee, sino pretende mostrarle a Kefá que Yahweh estaba extendiendo su plan de salvación a los gentiles también. Esto en nada tiene que ver con las leyes dietéticas.
Pasaje #3: Romanos 14:2
“Porque uno cree que se ha de comer de todas las cosas: otro que es débil, come legumbres.” (RVR2011)
Este es otro pasaje que se utiliza con frecuencia para argumentar que no hay prohibiciones actualmente en cuanto a los alimentos (o sea, que no es necesario observar las leyes dietéticas). Incluso, se utiliza este pasaje para tildar a los que observamos las leyes dietéticas (y en ocasiones a los vegetarianos) como “débiles en la fe”. ¡Cuán errados están!
Nuevamente, la clave para entender este verso está en el contexto. Para tener una mejor idea del mismo, leamos un verso antes:
“RECIBAN al débil en la fe, pero no para contiendas de disputas.” Romanos 14:1 (RVR2011)
En tema principal en este verso—y para ser mas específico, en todo este capítulo—es el juzgar a nuestro hermano de acuerdo a nuestras creencias. El mismo está claro en el verso #13:
“Así que, no juzguemos más los unos de los otros: antes bien juzguen de no poner tropiezo o escándalo al hermano.”
Lo irónico del caso es que aquellos que utilizan este verso para señalar a otros no se dan cuenta que están cometiendo el mismo error que Shaul, en estos versos, exhorta a no cometer.
Pasaje #4: Romanos 14:14
“Yo sé, y confío en el Maestro Yeshúa, que en sí mismo nada es inmundo: mas para el que piensa que alguna cosa es inmunda, para él es inmunda.” (RVR2011)
Como comentamos anteriormente, el tema central de este capítulo es el juzgar a otros en base a creencias propias. Cuando Shaul menciona que “nada es inmundo”, no está diciendo que podemos comer cualquier cosa y obviar las instrucciones de la Torah. Shaul, como todo judío conocedor y practicante de la Torah, observaba las leyes dietéticas también. Lo que Shaul quiere decir es que, dentro de lo permitido por la Torah, nada es inmundo.
Todo este argumento responde a una situación específica que se estaba dando en la congregación en Roma. En específico, el hace este señalamiento por causa de algunos creyentes que se abstenían de comer carne, como podemos observar en el verso #2 (citado anteriormente). Es probable que algunos decidieran hacer esto por temor o inseguridad, pues no sabían la procedencia de la carne que compraban; si había sido sacrificada a ídolos previamente, o si había sido pasada por algún proceso que la hiciera inmunda.
Si Shaul estuviese promoviendo la idea de que es correcto comer cualquier cosa, no tendría sentido alguno que el dijera lo siguiente en el verso #21:
“Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda o sea debilitado.” (RVR2011)
Básicamente está diciendo lo contrario: Que es buena práctica abstenerse de esos alimentos. ¡Todo lo contrario a lo que comúnmente se interpreta sobre estos versos! Claro, pero no perdamos de vista el objetivo: El evitar juzgar a otros por sus costumbres alimenticias, mostrando así amor a los demás. Eso es un tema muy diferente al de las leyes dietéticas.
En fin, Shaul está exhortando a no juzgar a los hermanos que deciden abstenerse de comer carne. Es una decisión personal, y no está incorrecto, pues en nada quebranta los mandamientos de la Torah. Como mencionamos antes, Shaul no está diciendo que se puede comer de todo, ignorando las instrucciones de la Torah. Mas bien exhorta a los creyentes de Roma a no juzgar y criticar a los hermanos que deciden llevar una dieta diferente, independientemente de la razón que los motivara a hacerlo.
Pasaje #5: Gálatas 4:10-11
“Ustedes guardan días, y meses, y tiempos, y años. Temo de ustedes, que no haya trabajado en vano en ustedes.” (RVR2011)
Cualquiera que lee este verso de forma aislada, rápidamente piensa que se está refiriendo a observar las fiestas levíticas. Sin embargo, este verso realmente habla de festividades paganas. Podemos comprobarlo examinando los veros anteriores:
“Antes, en otro tiempo, no conociendo al Poderoso, ustedes servían a los que por naturaleza no son poderosos: Mas ahora, habiendo conocido al Poderoso, o más bien, siendo conocidos del Poderoso, ¿cómo ses vuelven de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, en los cuales quieren volver a servir?” Gálatas 4:8-9 (RVR2011)
De modo que, cuando Shaul está hablando de días, meses, tiempos y años, no está hablando de las celebraciones levíticas, sino de las celebraciones paganas. Por el contexto, podemos inferir que los creyentes de esta congregación tenían dificultades en dejar de celebrar las festividades paganas (¿le suena familiar este caso?). Shaul simplemente les está exhortando a dejar esas celebraciones, las cuales quebrantan la Torah.
Pasaje #6: Colosenses 2:14-16
“anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,” (RV1960)
Con toda la intensión, decidí citar este verso de la versión Reina Valera 1960, ya que es muy conocido y utilizado por muchos para argumentar que el mesías “clavó en la cruz la ley” y ya no tenemos que observarla. Sin embargo, nuevamente caen en un error por no prestar atención al contexto correcto.
Antes de hacer cualquier análisis, establezcamos el contexto. Para eso, es necesario leer al menos desde el principio del capítulo. En el verso #8 encontramos un detalle importante que nos arroja luz al asunto:
“Miren que nadie los engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no según el Mesías” (RVR2011)
El tema abarcado por Shaul en este discurso escrito no es la Torah en sí, sino las filosofías o tradiciones de hombre. Esto no era un problema nuevo; el mismo Yeshúa reprendió a los fariseos y escribas por su afán de añadir a los mandamientos de Yahweh sus vanas tradiciones, las cuales distorsionan el mensaje de la Escritura y hacen los mandamientos imposibles de cumplir:
“Y él dijo: ¡Ay de ustedes también, maestros de la ley! que cargan a los hombres con cargas que no pueden llevar; mas ustedes ni aun con un dedo tocan las cargas.” Lucas 11:46 (RVR2011)
Una vez entendemos que el tema principal del pasaje es sobre las tradiciones de hombres, y no la derogación de la Torah en si, entonces podremos entender los versos citados en su propio contexto.
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Cuando Shaul habla del “acta de decretos”, no está hablando de la Torah, sino de las ordenanzas o tradiciones de hombres, las cuales hacían difícil o imposible poder observar la Torah. Yeshúa nos hizo libres de esos “decretos” de hombre al morir en el madero. En el proceso, también canceló nuestras infracciones y pecados—muchos de ellos consecuencia de nuestra ignorancia por causa de las múltiples tradiciones de hombre que aprendimos.
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Cuando Shaul dice “nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo”, no está diciendo que ahora no debemos observar las celebraciones bíblicas. Lo que está diciendo es que no debemos permitir que ningún hombre imponga en nosotros sus vanas filosofías y/o tradiciones sobre lo que dice la Escritura. En otras palabras, es una exhortación a seguir las instrucciones de la Torah, siguiendo el ejemplo de Yeshúa y obviando las tradiciones de hombre.