¿ENOC Y ELÍAS SUBIERON Al CIELO?
¿ENOC Y ELÍAS SUBIERON Al CIELO?
En el mundo cristiano protestante, se cree que llegando el tiempo de la muerte todos los hijos de Dios, han de ir al cielo. Ya sea en vida, como el caso de Enoc y Elías. O cuando venga Jesucristo vendrá por su iglesia y los llevará a las mansiones celestiales. Estas dos personas Enoc y Elías son como columnas para apoyar esta doctrina.
Lo sucedido a Enoc y a Elías que las Sagradas Escrituras dice que, fueron llevado al cielo o traspuesto, merece un análisis exhaustivo, para deshacer lo que el mundo cristiano cree al respecto. No con el fin de polemizar con nuestros amados hermanos, sino con el fin de sacar a la luz la verdad que las Escrituras nos presentan, puesto que la Iglesia de Dios es columna y apoyo de la verdad.
Las personas que creen que irán al cielo, se estimulan con esta doctrina y guardan las esperanzas, que el día de su muerte gozará de la gloria celestial. Pero veremos los que las Escrituras nos enseñan. Desafortunadamente es una doctrina que se ha generalizado en el mundo cristiano.
EL CASO DE ENOC.
Leemos en Génesis 5: 21- 24. Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén, y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años, caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.
A la edad de 65 años Enoc tuvo un hijo al que llamó Matusalén, sus días completos fueron de 365, este varón fue un hombre de fe y justicia que agradó a Dios y caminó con Él todos los días de su vida. Pues, sin fe es imposible agradar a Dios (Heb. 11:6). Enoc, al caminar con Dios, obedeció y tuvo buena disposición para obedecer la voluntad de su Dios.
Así como Enoc, era hombre de fe y obediencia, habían otros hombres de igual forma de vida, como Noé (Génesis 6:9). Estos hombres demostraron su fe en Dios, caminando en todos sus preceptos, haciendo únicamente lo que agradaba a su Creador. (Génesis 26: 5).
Ningún hombre puede caminar con Dios, sino está de acuerdo con la voluntad del Creador de cielos y tierra y, la hace. Amós el profeta dijo: ¿andarán dos juntos si no están de acuerdo? (Amós 3:3). Para agradar a Dios es preciso estar de acurdo con su Palabra.
Así pues, en su generación, Enoc es el único hombre registrado en las Escrituras que siguió los caminos de Dios.
Cuan importante es este hecho en la vida de Enoc. Cuando que generalmente la practica del mundo siempre es desagradar a Dios con sus obras. El antiguo Israel no camino con Dios, sino anduvo por el camino de las naciones vecinas, el paganismo.( 2 de Reyes 17: 8- 19). Y es más en nuestros días, casi toda la humanidad camina sin ley de Dios en su corazón, de acuerdo a la maldad de todo hombre, sin Dios y sin esperanza en este mundo.( Efesios 2: 12).
Pero ¿qué tanto caminó Enoc con Dios? Las Escrituras dicen que: “caminó con Dios “después que engendró a Matusalén vivió trescientos años…” De manera que Enoc siguió los caminos de Dios por 300 años. Notemos que las Escrituras no dice que Enoc está todavía caminando con Dios. Las Escrituras dicen que “caminó con Dios 300 años y ni un año más, desde el momento que desapareció dejó de caminar con Dios. De manera que Enoc no está aun caminando con Dios. ¿Por qué? Porque todos los días que caminó con Dios fueron trescientos sesenta y cinco años, esto es toda su vida terrenal.
Pero si Enoc fue llevado al cielo, esto quiere decir que sigue caminando con Dios, entonces las Escrituras están equivocadas y no tienen razón, sin embargo no podemos aceptar que hay error en la Santísima Palabra de Dios, porque los santos hombres de Dios fueron inspirados divinamente para escribirlas( 2 Pedro 1:21).
La expresión, “todos sus días”, se usa como doce veces en el mismo capitulo del Génisis. Significa que la persona vivió un periodo de tiempo “y murió”, eso fue lo que pasó con Enoc vivió 365 años y murió. Aunque él tenía la promesa de la vida eterna no lo recibió sino solo lo vio de lejos, como todos los santos que han muerto en Dios. (Ponga toda la atención a los siguientes pasajes): Hebreos 11: 13. Conforme a la fe “murieron todos estos sin haber recibido lo prometido”, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos en la tierra.
El mismo Señor Jesucristo bien declaró al enseñarnos lo siguiente: Juan 3: 13. Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del hombre, que está en el cielo. La versión El código Real traduce así: Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo: el Hijo del hombre.
Estas palabras salieron de la misma boca del Hijo de Dios, y sus Palabras son infalibles, ¿quienes somos los hombres para poder pensar que Jesucristo está equivocado? al decir que nadie ha subido al cielo sino solo ÉL.
Por los pasajes antes leídos no puede creerse que Enoc subió al cielo, porque si Enoc subió al cielo, entonces JESUCRISTO se equivocó, ¿se pudo equivocar Jesucristo? ¡Claro que no!, Escrito está: Solo Dios verás, y todo hombre mentiroso (Romanos 3: 4).
¿Donde pues, está Enoc? ¿Qué se puede decir de su traslación? ¿Significa esto que no murió?
SU TRASLACIÓN.
Algo que debemos de aclarar es que, la Escritura no dice que Enoc no murió sino dice que: “Caminó con Dios y desapareció porque le llevó Dios”( Génesis 5:24). La carta a los Hebreos también registra el mismo caso: Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios, y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios (Heb. 11:5). De manera que las Escrituras registran que Enoc “no fue hallado porque lo traspuso Dios, o en otras palabras, fue trasladado”. La Biblia no dice que Enoc fue llevado al cielo, sino fue traspuesto o trasladado y no fue hallado.
Ciertamente Enoc fue trasladado o traspuesto. Y no fue hallado, ¿que significa esta palabra? Aunque parezca extraño a muchos, en ninguna parte de las Escrituras trasladar o trasponer significa hacer inmortal al ser humano, la palabra Griega original para trasladar o trasponer es: matatithemí, que significa, trasferir, permutar, transportar, mutación, cambiar de un lugar a otro. (Consulte la concordancia de Stong).
Esta misma palabra está empleada en Hechos 7: 15-16. Donde dice que Jacob. Después que murió, su cuerpo fue llevado o traspuesto a Sichem donde fue sepultado! Esto es lo que la Biblia dice! En el caso de Enoc. Que fue trasladado de un lugar a otro. Esta es la razón, porque la Escritura dice que Dios tomó a Enoc y lo transportó a otro lugar donde nadie lo pudo encontrar o sea que nadie lo vio morir.
En el libro de Deuteronomio 34:6 leemos que Dios tomó a Moisés y antes de entrar a la tierra prometida le mostró toda aquella tierra y después de verla murió Moisés, sin que nadie viera donde lo sepultó Dios. De modo que tanto Moisés y Enoc tuvieron una muerte similar, que nadie supo donde fueron sepultados. Solamente que moisés era de ciento veinte años y Enoc era de edad de trescientos sesenta y cinco, cuando fueron llevados por Dios.
De manera que es imposible mostrar con la Sagrada Escritura que Enoc se transformó y se inmortalizó gozando de una vida celestial. Estos santos de Dios y otros más, ciertamente vivieron una vida piadosa, pero ninguno ha heredado los cielos como premio por vivir una vida santa.
MURIÓ ENOC
En la carta a los Hebreos encontramos una lista de hombres y mujeres que fueron fieles a Dios entre los cuales se encuentra Enoc. Estos fueron aprobados por Dios y dio testimonio de estos santos que guardaron la fe en su Dios.. Leemos así en Hebreos 11: 13: Conforme a la fe murieron todos estos “sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesándolo que eran peregrinos sobre la tierra. Y en el versículo 39 se lee: y todos estos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo `prometido”.
Si en esta lista está incluido Enoc, el apóstol escritor de esta carta dice que todos murieron. Por lo tanto Enoc como todos estos santos, murió también y espera la promesa igual que todos los mencionados en este capitulo 11 de la carta a los Hebreos.
LO QUE SIGNIFICA NO VER MUERTE
Enoc vivió solamente trescientos sesenta y cinco años. Entonces ¿que se propone el escritor de la cara a los Hebreos 11.5. Cuando dice que Enoc fue traspuesto para no ver muerte?, este versículo de ningún modo dice que Enoc no murió, más bien, dice que Enoc no verá muerte. ¿Pero con todo y eso qué significa esta expresión?
Recuerde que las Escrituras mencionan dos muertes, tenemos dos muertes, la primera muerte y la segunda muerte (Apocalipsis 20:6).
La primera muerte está establecida para todos los humanos (Hebreos 9: 27 esta muerte no la puede evadir ningún hombre. Es inevitable, el pasaje dice que Enoc fue traspuesto para no ver muerte, la frase “para no ver” está en sentido condicional del verbo que tiene referencia en un evento futuro. Este evento se llevará a cabo después que el Señor Jesucristo haya reinado mil años (Apoc. 20:6), de manera que Enoc, y todos los Santos de la antigüedad, y todos los santos creyentes en Cristo Jesús no verán muerte, es decir la segunda muerte no tendrá potestad de ellos. Así que Enoc escapó ya de la segunda muerte.
El Señor Jesús habló que nosotros podemos escapar también de la muerte segunda (no ver muerte) en Juan 8:31 dice: “de cierto, de cierto os digo, que el que guardare mi palabra, no verá muerte para siempre” y otra vez en Juan 11:26 “y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. Podemos nosotros escapar de la muerte segunda, con la condición: caminar con Dios, Guardar sus Mandamientos y creer en Jesucristo.
Como ya explicamos antes, de la primera muerte no escaparemos pero de la segunda si podemos escapar, gracias a la Bendita Muerte de Jesucristo en la cruz.
En conclusión, Enoc no escapó de la primera muerte sino de la segunda, por tanto no verá la muerte segunda, porque resucitará cuando Jesucristo venga y no volverá a morir juntamente con todos los santos.
Enoc, fue quitado físicamente de en medio de la sociedad de sus días, fue llevado a otra parte que nadie supo mas de él. Dios lo quitó de la presencia del pueblo, exactamente como hizo con Moisés. Dios mismo lo sepultó donde nadie hasta el día de hoy a descubierto su sepulcro. Enoc después de vivir trescientos sesenta y cinco años, Dios lo llevó.
¿Y ELIAS ESTÁ EN LOS CIELOS?
Elías fue un gran profeta en Israel, este al igual que Enoc fue recto perfecto delante de Dios, de tal manera que dice la Palabra de Dios que fue llevado al cielo, pero a ¿que cielo se refiere la Sagrada Escritura? ¿Será que es el cielo donde habita el Padre y su Santo Hijo Jesucristo?
En 2 de reyes 2: 1, 11 leemos: Aconteció que cuando quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venia con Eliseo de Gilgal. Y aconteció que yendo ellos hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.
¿A QUÉ CIELO SUBIO ELÍAS?
Hay en la Biblia varios cielos mencionados, ¡no solo solamente uno! Y si Jesús dijo, ningún hombre ha subido al cielo, esto por su puesto incluye a Elías. Entonces los cielos a donde fue llevado Elías no es el cielo donde habita Dios el Padre. ¿Qué cielo es?
Veremos los cielos que la palabra de Dios menciona: El cielo del trono de Dios donde habita juntamente con su Hijo Jesucristo (Hebreos 1: 3-4). A este cielo sin duda alguna se refirió Jesús, en el Evangelio de Juan 3: 13: Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo el Hijo del Hombre, que está en el cielo. Así que el único que ha subido al trono del Padre es Jesucristo que vino del cielo y, nadie más, por lo tanto Elías por ser un ser humano como todos los hombres no podía subir a morar junto al Padre en su Santo Trono. El libro de los Salmos 115: 16 dice: los cielos son los cielos de Jehová; “y a dado la tierra a los hijos de los hombres. Por lo dicho por este Salmo se puede ver que los cielos son de Dios y la tierra para todos nosotros los que fuimos hechos del polvo de la tierra, incluyendo a Elías.
Otros cielos: la palabra cielo o cielos, significa también “la expansión de este vasto universo, el espacio donde se encuentra el sol, la luna, las estrellas, los cometas etc. ¡cuan frecuente vemos al salmista admirar estos “cielos” y diciendo: obras de tus dedos son, la luna y las estrellas que tú formaste… (Salmo 8: 3, Génesis 1:15-17).
Otro cielo, que también tenemos, es la atmosfera, el aire que envuelve nuestro planeta tierra, es también llamado por la Palabra de Dios, cielo, en el libro del Génesis 1:20 leemos: Y Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. He aquí un pasaje bien claro en el cual se señala que el espacio donde vuelan las aves es llamado cielos.
Bendiciendo Isaac a si hijo Jacob, dijo: “Dios, pues, te dé del rocío del cielo y Moisés dijo también:”También sus cielos destilarán rocío” (Génesis 27:28 Deut. 33:28). Aquí pueden significarse únicamente la atmosfera donde están las nubes de donde viene la lluvia y el rocío, donde corren los vientos, donde vuelan las aves, los aviones etc.
A cual de estos tres cielos señalados por la Palabra de Dios subió Elías? Si no subió al trono de Dios ¿a donde subió? y, como ya leamos en libro 2 de Reyes que subió al cielo por un torbellino. La respuesta es obvia, pues, pus los torbellinos son producidos alrededor de la tierra, en el cielo donde vuelan las aves. Todos somos testigos por experiencia propia o por televisión como se desarrollan los torbellinos alrededor de la tierra.
¿PORQUÉ FUE LLEVADO ELÍAS?
Hay una razón para este caso raro que Dios hizo. ¿Por qué llevó a Elías a la atmosfera? ¿Significó esto la inmortalidad de Elías? No, claro que no, la Escritura no dice nada de esto. Los antiguos profetas no les fue prometido la inmortalidad antes que a nosotros, ellos y nosotros recibiremos esa inmortalidad cuando venga Jesucristo a establecer su Santo Reino.( Heb. 11: 40).
Si Elías no fue hecho inmortal, dando preeminencia a él antes que a Jesús. ¿Que dice la biblia? En 2 de Reyes 2: 3 y 5, aquí la respuesta bien definida. ¿Sabes cómo Jehová quitará hoy a tu señor de tu cabeza? O como la traducción de Good-Speed dice: “ sabes tú que Jehová pronto quitará a tu maestro de ser el Guiador?” Vence dice: ¿no sabes que el Señor ha de arrebatar a lo alto el día de hoy a tu amo? Cristo es la cabeza de la iglesia en este tiempo; Elías era la cabeza o el guiador de los profetas en aquellos días. Pero Dios había preparado a Eliseo para que dirigiera su obra, pues el rey Ochosías había muerto (2 Reyes 1:18). Este no había permitido que Elías estuviera entre el pueblo con Eliseo dirigiendo la obra. Eso había sido igual que decalcificarlo. Siendo que Elías no había muerto y siendo también que Dios desde entonces no había tomado a otro hombre para este oficio aun cuando un hombre había estado ejecutando su deber, por lo que Dios debía de remover a Elías, con tal de que otro pudiera cumplir su oficio como profeta de Dios.
Entonces Dios lo hizo así: Cuando fue alzado, el manto de Elías se rompió en dos partes y lo dio a Eliseo ( 2 de Reyes 2:12-15). Y ¿qué significa el manto?, el manto era parte de la indumentaria de los profetas y de los sacerdotes, como una insignia de su oficio.
El propósito de Dios al remover a Elías era reemplazarlo con otro hombre que pudiera seguir la obra en Israel, por otros cincuenta años. Esta obra desde luego tenía que ser durante otro nuevo rey porque Ochosías había muerto. Elías también ya había cumplido su edad. Dios no iba a quitar a Elías a la vista del pueblo, sino que lo tomó de entre los hijos de los profetas, permitiendo que su manto que representaba el oficio de Elías quedara en manos de Eliseo. Así Dios preservó el buen nombre y el oficio de su profeta.
¿CÓMO FUE ARREBATADO?
Habiendo cruzado el Jordán cerca de Jericó, Elías fue arrebatada por un torbellino en el que apareció un carro de fuego – significando la presencia poderosa de Dios y de sus ángeles en acción, el movimiento violento del viento arrancó el manto del profeta cuando fue visto ascender al firmamento. Recordemos la petición de Eliseo, este deseaba una doble porción del Espíritu de Dios, lo cual le sería permitido si miraba a Elías cuando fuera arrebatado. Todo esto significa que Eliseo quedaría como el amo o guía de los profetas. Elías fue quitado de la vista del nuevo guía de Israel y, llevado a otro lugar.
¿A DONDE FUE ELÍAS?
Esto ha sido un verdadero problema y muy complejo para muchos, ¡Elías no ascendió al trono de Dios! Jesús ya lo dijo “nadie subió al cielo”. Elías tampoco quedó en aire para siempre. Dios tampoco dijo que Elías murió en ese tiempo, sí esto fue así, Eliseo hubiera tomado el tomado el oficio sin necesidad de remover a Elías, pues sabemos que Eliseo murió en su oficio, después de haber cumplido su deber (2 Reyes 13:14).
Los hijos de los profetas también sabían que su guiador había muerto, sino que había sido removido, de tal grado que deseaban ir a buscarlo por las montañas, a ver si por allá estaba (2 Reyes 2:16). Eliseo sabía que Dios preservaría la vida de Elías y permitiría que cayera en cualquier parte, pero por la insistencia de ellos permitió que lo buscaran, lo cual fue en vano, ¡Elías se había ido lejos de ellos!
Pero ¿a donde fue? ciertamente el torbellino usado por Dios para este evento raro, no sacó a Elías fuera de la atmosfera terrestre, pero tampoco la Biblia dice que lo dejó en el aire.
AÑOS MÁS TARDE
Joram hijo de Josafat comenzó a reinar sobre Judá (2 Reyes 8:16) lo primero que hizo fue hacer un gobierno como él quería y pasar a espada a todos sus hermanos pretendiendo el trono exclusivamente solo para él (2 Crónicas 41: 4). Después de esto siguió las costumbres de las naciones cercanas a él y murió haciendo mal a la vista de Dios. Los Edomitas extinguieron su reino.
Habían pasado cerca de diez años desde que Elías había sido arrebatado de los ojos del pueblo. ¿Pero que tiene que ver este caso del rey Joram con el caso de Elías?
UNA CARTA DE ELÍAS.
Después del malvado gobierno de Joram rey de Judá. Dios escogió a Elías para escribir una carta y enviarla al rey. El contenido de la carta se halla en 2 Crónicas 21: 12-15, una parte dice así:.. Por cuanto no has andado en los caminos de tu padre… antes has andado en los caminos de los reyes de Israel… además has muerto a tus hermanos, a la familia de tu padre, los cuales, eran mejores que tú… he aquí que Jehová te herirá… con muchas enfermedades, con enfermedades de tus entrañas…
Por el sentido de esta carta, Elías la escribió después que todos estos eventos habían ocurrido, pues los refiere como eventos del pasado, y las enfermedades las refiere para el futuro.
Todo esto tuvo lugar unos diez años después de que Elías fue arrebatado por el torbellino.
Ahora que Dios lo haya usado a él para dirigir el mensaje, es muy razonable, porque él era el profeta de Dios en los días del padre de aquel rey a quien enviaba la carta, diciéndole que no había caminado en los caminos ni en la obediencia de su padre Josafat.
Esta carta nos permite ver que Elías vivió más de diez años en la tierra, después de que fue llevado por el torbellino a un lugar desconocido de la misma tierra de Israel, sin que nadie pudiera saber donde murió el gran profeta de Israel. Las Escrituras implican que la mayoría de los que conocieron al profeta, no supieron de él durante ese tiempo. A fin de que pudiera vivir todos estos años. Dios debe haberlo colocado sobre la tierra donde muy pocos si acaso conocieron su presencia, o por lo menos no lo revelaron. Elías fue un personaje tan humano como todos. Pero removido de su propio pueblo.
Cuando fue recibida la carta, todos reconocieron que era de él, considerándolo vivo todavía en ese tiempo. La Biblia no dice cuantos años vivió después, pero establece que los hombres mueren un vez y después el juicio (Heb. 9: 27). Elías debe haber vivido unos años más y muerto de unos 70 a 80 años de vida. Pero con la viva esperanza de ver a su salvador Jesucristo y vivir con ÉL por la eternidad.
ELÍAS SOBRE EL MONTE.
Los pasajes que quedan por considerar es la visión de la transfiguración, donde aparecen Moisés y Elías junto a Jesús. (Mateo 17: 1-9). Dejando el monte, Jesús dijo a sus discípulos: No digáis a nadie la visión vs, 9. Estos pasajes de la visión son usados por los ministros que enseñan y pretenden ir al cielo y estar junto al Padre y Jesucristo en los cielos que solo a Dios le pertenece.
Una visión no es una realidad, sino un cuadro que se pinta en la mente, puesto allá de una forma sobrenatural, en este caso, por Dios, Moisés murió y fue sepultado ( Deut. 35: 5-6. Tanto moisés como Elías eran muertos y estaban en sus sepulcros, pero en la visión ellos y Jesús fueron vistos en Gloria de la resurrección, pero esa vida gloriosa ni Moisés ni Elías todavía no la gozan.( Heb. 11:39). La visión fue dada a los discípulos después de que Jesús les había hablado de la gloria de la inmortalidad en el establecimiento de su reino.
Después de haber estudiado todas estas Escrituras, ¿cual es la conclusión? ¡Qué Elías murió! y que hasta el día de hoy está en el sepulcro esperando la resurrección de los justos. Elia, después de algunos años, después de haber sido arrebatado, fue al sepulcro de donde se levantará para recibir la inmortalidad. Todos los santos que fueron fieles a Dios murieron sin recibir lo prometido, es decir la vida eterna (Heb.11: 13 y 39.
Que la gracia de Dios Padre y del Señor Jesucristo sea con todos, amen.
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Tenemos Un Alma Inmortal?
Tenemos Un Alma Inmortal?
Introducción
Las Iglesias, en general, enseñan que el verdadero usted, la persona real, vive en un cuerpo carnal, temporal.
Nuestro cuerpo carnal es semejante a un tipo de contenedor que es embalsamado cuando muere y enterrado en la tierra mientras que la persona real, el verdadero usted, es invisible, y se eleva hacia el cielo o tal vez a un infierno siempre ardiendo. Este algo etereo es conocido como el “alma”.
“Su alma se ha separado del cuerpo y esta ahora en el cielo con el Señor”, es una creencia popular sobre la muerte. A menudo el elogio alude a cualquiera atributos de la persona muerta que son adecuados, y concluye notando que la persona muerta esta actualmente mas viva que nunca sin cuerpo. El cuerpo de la persona esta por ponerse bajo tierra, para esperar la resurreccion al cielo; sin embargo, el alma ya esta ahi de acuerdo con esta creencia popular.
No Alma Inmortal en las Escrituras.
La Palabra de Yahweh presenta una imagen de el “alma” completamente diferente. Trate de encontrar la expression “alma inmortal” en algun lugar en la Biblia. No esta ahi!, simplemente. En ningun lugar la Biblia declara que el alma o el cuerpo son naturalmente inmortales. De hecho, lo opuesto es la verdad. El alma puede ser destruida. El cuerpo no es el alma, porque Yahshua dijo que Yahweh es poderoso para destruir ambos, cuerpo Y alma:
“y no temais a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed mas bien a Aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. Mat. 10.28
“Infierno” (‘Hell’) aqui es el Griego ‘gehenna’ que es tambien conocido como el Tophet o los fuegos que destruyen basura quemada en Valle de Hinom de Jerusalén. Gehenna describe el destructor “lago de fuego” que aniquilara al malo en la segunda muerte inmediatamente despues del juicio, Rev. 20.14. Gehenna representa el destructor “lago de fuego” que aniquilara a los impíos en la segunda sentencia de muerte despues del juicio. Rev. 20.14
Para llegar a la verdad de la Palabra de Yahweh, debemos dejar de lado las opiniones y creencias que no están de acuerdo con las Escrituras. Esto es especialmente cierto de la palabra en Inglés “alma”. La Biblia enseña que el alma no es parte del hombre, sino que es la persona viva, la vida que conforma todo el hombre.
El Hombre es de la Tierra.
Adán fue creado de los elementos de la tierra por el Maestro Alfarero . Entonces se le dio la vida : Y Yahweh Elohim formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida ; y fue el hombre un ser viviente. Gen. 2.7
Yahweh soplo dentro de los pulmones de Adan el aliento (Hebreo=neshamah No. 5397, wind,{viento} vital breath {aliento vital} de vida y Adan se convirtio en un ser viviente (Hebreo=nehfesh). El el hombre no posee un alma; el ES un alma, un ser viviente y sensible.
El Hebreo nehfesh, es traducido “alma” en Ingles, y nehfesh es “una creatura que respira”, i.e. animal or (abstr.) vitalidad; usado muy ampliamente en un sentido literal o figurativo. La palabra correspondiente en griego es psuche, traducido ‘corazon, mente, vida y alma; y es la contraparte directa del nehfesh hebreo. Nehfesh ocurre 752 veces en el Antiguo Testamento y es traducido de 44 diferentes maneras. Nuestras palabras en Ingles traducidas como nehfesh cargan el significado primario de creatura, hombre, vida y persona.
El Griego psuche es encontrado 105 veces en el Nuevo Testamento. Es traducido “alma” 58 veces; “vida” y “vidas” 40 veces; y “mente” 3 veces; una vez se refiere a “tu”,” nosotros”,”corazon”, “de todo corazon” . Este psuche es la directa contraparte de nehfesh y se puede encontrar comparando Mat. 20.28 e Is. 53.10, donde Mateo lee “vida”, e Isaias tiene “alma”. Otros versos son Hechos 2.27 y Salmos 16.10, Rom 11.3 y 1 Reyes 19.10. En ningun lugar en la Biblia ni una ni otra palabra connota inmortalidad.
Adán estaba para cuidar el jardín del Edén. Podía comer cualquier fruta con excepción de la de un árbol , para que no muriera. Si no hubiera comido de ese árbol , Adam aparentemente podría haber vivido para siempre. El tenía vida eterna en el plano físico.
Adan, Noe, Methuselah todos vivieron casi un Milenio complete, mil años. El ser humano volvera a vivir mucho en el plano fisico porque el ultimo enemigo que sera destruido es la muerte. 1Cor. 15.26
Alma significa Vida.
En contraste con las erroneas y paganas enseñanzas sobre el alma (nehfesh; psuche) como siendo algo inmaterial, intangible, invisible, inmortal, las Escrituras muestran que tanto psuche y nehfesh en relacion a criaturas físicas se refieren a lo que es material, tangible , visible y mortal. Es la vida misma.
Cuando Yahweh destruyo la tierra con el diluvio, Noe tomo con el animales que respiraban aire: “Vinieron, pues, con Noe al arca, de dos en dos de toda carne en que habia espiritu de vida”. Gen.7.15
“Todo lo que tenia aliento de espiritu de vida en sus narices, todo lo que habia en la tierra, murio. Gen.7.22. Esto está en completo acuerdo con la declaración del rey Salomón que el hombre y la bestia todos respiran el mismo aire, tienen ” un mismo aliento” (Hebreo ruach, espiritu de vida) y “asi como muere uno, asi muere el otro”, Ecc.3.19. Eclesiastes tambien nos dice que el hombre y la bestia son formados de la tierra, y al morir ambos vuelven a la tierra de nuevo:
“Todo va a un mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volvera al mismo polvo. Quien sabe que el espiritu de los hijos de los hombres sube arriba, y que el espiritu del animal desciende abajo a la tierra?” Ecc. 3.20-21.
Los animales son seres sensibles, creaturas de menor inteligencia. Aunque son dirgidos por instinto natural, los animales pueden tambien ver, oir, oler, gustar y aprender. Ellos estan en un plano mas bajo que los humanos, pero vienen de la misma fuente de vida fisica (nuestro Creador), tienen sangre, musculos, y huesos de acuerdo a sue specie. Los animales se sostienen ellos mismos asi como el ser humano.
Los Humanos Pueden Razonar.
La diferencia mas importante y obvia esta en la calidad mental y el sentido moral del hombre. Aside de eso, ambos, hombre y animal son una vida, un alma. Ninguno tiene alma inmortal.
Esta gran diferencia entre hombre y animal es que el hombre fue creado a la imagen de su Creador. Yahweh ha provisto para que el hombre se levante sobre su estado carnal. El hombre posee una habilidad innata to envision una moralidad mas alta, emociones mas profundas de amor y compassion, asi como de odio y resentimiento.
Cada pagina de la Biblia es como una “carta de amor para la novia”. Al leer la Biblia encontramos nuestra invitacion a la boda y la promesa de gloria a todos los que asistan a la cena de la boda. Los animales no son capaces de comprender tales promesas espirituales.
Como hemos visto anteriormente, el Rey Salomon rechaza la especulacion pagana de que el ser humano posee alguna cualidad inherente, eternal que le permite continuar viviendo en un mundo invisible aun despues de la muerte. Esta mentira dicha desde el principio por la serpiente, que el ser humano no muere realmente sino que tiene un alma inmortal que continua viviendo despues de la muerte, es widely creida hasta nuestros dias. La mentira dicha a Eva en el Jardin fue que el hombre vive para siempre como Yahweh Quien es espiritu, no carne y hueso.
Yahshua mismo dijo que el diablo no esta en la verdad, sino que mintio desde el principio y la primera mentira fue dicha a Eva:
“…..El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad, porque no hay verdad en el. Cuando habla mentira, de lo suyo habla; porque es mentiroso y padre de toda mentira”. Juan 8.44
Debemos pensar en la palabra “alma” como el significado basico de “vida”. Por ej. Si las noticias reportan que un barco se hundio y murieron cierto numero de almas. El mantener el cuerpo y el alma juntos, simplemente significa “existir”, “continuar viviendo”.
Nehfesh y Psuche Significan “Vida”.
Si nos damos cuenta que “Nehfesh y Psuche” significan “vida” que es mortal, estamos en armonia con la Biblia. Ambos, Antiguo y Nuevo Testamento enseñan que las almas pueden morir:
“Y cualquiera persona que hiciere trabajo alguno en este dia, yo destruire a la tal persona de entre su pueblo.” Lev. 23.30
“Y la tomaron el mismo dia, y la hirieron a filo de espada; y aquel dia mato a todo lo que en ella tenia vida, como habia hecho en Lachish”. Josue 10.35
“Dispuso camino a su furor; No eximio la vida de ellos de la muerte, sino que entrego su vida a la mortandad.” Sal.78.50
“He aqui todas las almas son mias; como el alma del padre, asi el alma del hijo es mia; el alma que pecare, esa morira.” Ez.18.4
“El seguno angel derramo su copa sobre el mar, y este se convirtio en sangre como de muerto; y murio todo ser vivo que habia en el mar”. Rev. 16.3
“y no temais a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed mas bien a Aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”. Mat. 10.28
De acuerdo a lo anterior aprendemos que la palabra “alma” lleva consigo el significado basico de “vida”. Las noticias pueden reporter un desastre, como un tornado durante el cual un cierto numero de almas estan perdidas o han muerto.
Debemos recordar que la palabra “infierno”(hell) en Mateo es del Griego gehenna, significa “basurero”, y es explicado en nuestro folleto “Entendiendo el Infierno”.
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Destruir ambos, alma (vida) y cuerpo puede ser hecho tambien simplemente abandonandolos en la tumba. El cuerpo sin vida dejado en la tumba y no resucitado con el espitiru de vida esta seguramente muerto. Si YAHWEH no infunde vida de nuevo dentro de ese cuerpo y lo levanta de la muerte, en un corto tiempo la corrupcion se establece y el cuerpo regresa al polvo. Podemos decir que el cuerpo y el alma (psuche, life) no existen ya mas, y estan muertas o destruidas. Esto es a lo que el Salvador hacia referencia. Solamente a traves de Yahshua tenemos la promesa de una resurreccion a la vida (Juan 11.25)
El hombre no fue creado teniendo un alma inmortal, o teniendo vida inmortal, sino que fue hecho a la imagen de su Creador. El futuro del hombre no reside en si mismo, sino en la provision que Yahweh ha hecho para el ser humano de llegar a ser Sus hijos e hijas a traves de la redencion que hay en Yahshua.
“El es el camino, la verdad y la vida”. Juan 14.6 .
La Fuente de Vida.
La Biblia claramente establece que hay vida despues de la muerte, pero solamente en la resurreccion prometida a traves del Redentor de Israel. Hay solamente una Fuente de Vida mas alla de la tumba, el Gran Sustentador y Dador de Vida desde el principio:
“Yahweh, el Unico que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ningun hombre ha visto ni puede ver, a Quien sea la honra y el poder eterno” 1Tim 6.16
Ahora entonces no somos inmortales. Solamente a traves de Yahshua, Yahweh imparte vida eterna o inmortalidad. Cuando morimos, somos como los animales que perecen. Sin embargo, si durante nuestra estancia terrenal mantuvimos nuestros corazones y mentes en armonia con el gran llamado que tuvimos de parte de Yahweh y pacientemente lo buscamos, seremos recompensados con la inmortalidad que nos falta ahora, pero que continuamos buscando:
“Pero por tu dureza y por tu corazon no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el dia de la ira y de la revelacion del justo juicio de Yahweh.
El cual pagara a cada uno conforme a sus obras; vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad.” Rom2.5-7.
Si ya tenemos un alma inmortal, por que necesitariamos buscar la inmortalidad, la vida eternal? La inmortalidad es algo que no tenemos ahora, pero estamos en su busqueda. Se nos ha prometido que si buscamos el Reino de Yahweh en la tierra, El lo revelara a nosotros. El nos ayudara a vencer y a ser dignos de estar de pie delante del Hijo del hombre, quien premiara a los fieles con la inmortalidad en el Reino.
Aquellos en la primera resurreccion seran levantados en seres espirituales para vivir por siempre y ser sacerdotes y reyes en el Reino bajo Yahshua. Esta primera resurreccion es para inmortalidad! Es entonces cuando seremos hechos inmortales:
“Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurreccion, la segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que seran sacerdotes de Yahweh y del Mesias, y reinaran con el mil años.” Rev. 20.6
La segunda muerte mencionada aqui es el “lago de fuego” el cual quemara la escoria y toda maldad (v.10). La tierra ha de someterse a un fuego purificador , que va a destruir a los adversarios. Los que están en la primera resurrección no se verán perjudicados por el fuego , porque entonces se hacen inmortales por su cambio de espíritu. En ellos el fuego abrasador no tiene poder, Rev. 20.6. Pablo describe el cambio que tiene lugar cuando Yahshua regresa en la ultima trompeta. Ambos los santos vivos y los muertos seran cambiados de materia fisica a espiritu:
“en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocara la trompeta, y los muertos seran resucitados, incorruptibles, y nosotros seremos transformados ,
Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupcion, y esto mortal se vista de inmortalidad.
Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupcion, y esto mortal se hay vestido de inmortalidad, entonces se cumplira la palabra que esta escrita, Sorbida es la muerte en Victoria.” 1Cor. 15.52-54
“Estar Muerto” es descrito como “ Estar Dormido”.
En lugar de un alma inmortal revoloteando en el cielo , la Biblia enseña que los que mueren están en un estado de “sueño”, y se despiertan a la vida por Yahshua. El dijo de la muerte de Lazaro: “Our friend Lazaro duerme; mas voy para despertarle. Juan 11.11
Lucas dijo de Esteban, el martir, “Se ha dormido” Hechos 7.60
Y “David durmio” Hechos 13.36
Pablo usa la misma expression varias veces: “El Mesias ha resucitado de la muerte y ha llegado a ser las primicias de los que durmieron” 1Cor. 15.20
No tenemos un alma inmortal, pero seremos hechos inmortales por Yahshua. Los Santos que esten dormidos en muerte y aquellos que esten vivos durante Su venida, entraremos al reino espiritual y tendremos un cuerpo como el de Yahshua: 1 Juan 3.2; Rom6.5. Debemos luchar para estar en esa primera resurreccion y disfrutar las bendiciones de ser las primicias, Santiago 1.18.
El Apostol Pablo es muy claro al describer que Yahshua regresa y ambos, vivos y muertos seran cambiados a seres espirituales, seran hechos inmortales, 1Cor 15.50-54. Nuestro ser hecho inmortal depende de nuestra obediencia a Yahweh y Yahshua con lo cual demostramos nuestro amor. “Porque esto es el amor a Yahweh, que guardemos Sus mandamientos; y Sus mandamientos no son gravosos. 1Juan 5.3
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¡JESÚS JAMÁS PROMETIÓ EL CIELO A SU IGLESIA!
¡JESÚS JAMÁS PROMETIÓ
EL CIELO A SU IGLESIA!
¿Y QUÉ HAY ENTONCES DE LOS TEXTOS
BÍBLICOS QUE NOS ”PROBARÍAN”
QUE VIVIREMOS EN EL CIELO?
Pregunta # 1:
¿Acaso no prometió Jesús a sus seguidores el cielo en Juan 14:1-3?
Respuesta:
Jesús jamás prometió a sus seguidores darles un lugar en el cielo como morada permanente. Tampoco ninguno de sus apóstoles creyó que iría al cielo para estar con Dios y Jesús. Fue el filósofo Griego Platón el que sentó las bases de un alma inmortal que parte de este mundo después de la muerte. Su filosofía fue mezclada con el pensamiento Hebreo y nació el gnosticismo. Esta secta gnóstica, muy en boga en los tiempos de Jesús, amenazó a la sana doctrina predicada por Jesús y sus apóstoles. Los apóstoles, y en especial Pablo y Juan, advirtieron a las iglesias cristianas en contra de esa secta. Pablo llamó a los gnósticos: “La falsamente llamada ciencia” (“gnosis”)(1 Timoteo 6:20). Los gnósticos decían que la materia era mala y pecaminosa, y que Cristo no era humano sino que tenía apariencia de hombre. Creían que existía un plano superior (el “Pleroma”, especie de cielo gnóstico) donde vivían los AEONES (espíritus puros superiores, entre los cuales estaba Cristo antes de venir al mundo). Los gnósticos creían que ellos tenían el conocimiento verdadero para lograr partir a ese plano o dimensión de los espíritus con el alma inmortal. ¿No se parece esto mucho al pensamiento “cristiano” sobre una existencia en el cielo con Dios, Cristo, y sus ángeles después de esta vida, a través de nuestras “almas inmortales”? Es muy probable que muchísimos cristianos sean realmente cristianos gnósticos en este punto.
También Pablo advirtió, que después de su “partida”, entrarían en el rebaño del Señor falsos maestros que buscarían ganarse el rebaño con palabras pervertidas (Hechos 20:29,30). Y así fue. Con el correr del tiempo, la iglesia se corrompe con sus propios malos obispos que se levantan con sus herejías destructoras. En el siglo IV aparece el obispo “San Agustín de Hipona”, el Padre y Teólogo del catolicismo. Éste distorsiona radicalmente el verdadero significado del reino bíblico al decir, por vez primera, en su obra “La Ciudad de Dios”, que el reino era la iglesia católica Romana. Parece ser que los “amilenialistas católicos”, y “campbelitas amilenialistas” no han logrado sacudirse del todo de los errores de Agustín de Hipona.
Algunos dirán: “Bueno, ¿no dice Jesús que “los pobres en espíritu es el reino de los cielos”? (Mateo 5:3). Pero tomemos nota que el Señor NO dice que de los pobres en espíritu es el reino EN (sino “DE”) los cielos”. De modo que lo que Cristo ofreció a los pobres en espíritu era un reino que tiene su origen en Dios, y no en los hombres. Viene de Dios como un don o regalo para los hombres.
Pues bien, regresemos a Juan 14:1-3 de la pregunta. Veamos lo que verdaderamente dijo el Señor Jesucristo: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy pues a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mi mismo, para que DONDE YO ESTOY, vosotros también estéis.”
Muchos estudiantes de la Biblia no se han puesto a pensar en esta última frase “para que DONDE YO ESTOY (tiempo presente)”. En las más importantes versiones de la Biblia Inglesa se vierte este pasaje como “WHERE I AM” en tiempo siempre presente (“donde yo estoy”). Esta frase es sumamente importante y clave para entender los versos en cuestión. Jesús está ofreciendo un lugar a sus discípulos “en la casa de su Padre”. Luego nos dice que él nos tomará para que estemos con él en el lugar donde ÉL ESTÁ en el momento de pronunciar la promesa. Y, ¿dónde estaba Jesús cuando pronunció esa promesa? ¿En el cielo? ¿En Marte? No! Él estaba aún en LA TIERRA, y más exactamente, EN JERUSALÉN. Recuerde que Jesús todavía no había ascendido al cielo, y aún no había ni siquiera resucitado. Por tanto Jesús estaba ofreciéndoles a sus seguidores volver a la tierra para estar con ellos en el lugar donde proclamó su promesa, es decir: ¡En Jerusalén!
Muchos cristianos creen que Jesús nos “llevará al cielo” para darnos nuestro “lugar” en la casa del Padre. Pero Jesús nunca habló de llevarnos al cielo en Juan 14:1-3. Usted NO leerá, ni siquiera una vez, de que iremos al cielo para recibir nuestro “lugar” una vez que esté preparado por Jesús. Lo que Jesús dijo era que prepararía nuestro lugar en la casa de su Padre y que luego volvería para estar con nosotros. Lo que NO dijo era CUÁNDO Y DÓNDE recibiríamos nuestro lugar en la casa del Padre. Él sólo está ahora ocupado PREPARANDO nuestras moradas, pero NO nos dice cuándo entraremos en ellas. En Apocalipsis 21 se revela que la “ciudad santa” bajará del cielo después del milenio. La ciudad santa de Apocalipsis 21 es descrita por Ezequiel como un edificio (40:2), y como una casa en 2 Corintios 5:1,2. Esta ciudad o casa canta bajará del cielo, y “Dios estará con los hombres” (Apocalipsis 21:3). Sólo los salvos entrarán en ella para tomar sus lugares o moradas (Apocalipsis 21:27). También leer Hebreos 11:9,10 donde se nos dice claramente que Abraham (el padre de la fe) “esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.” Y en Hebreos 13:14 Pablo dice: “Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos LA PORVENIR.”
Pregunta #2:
¿No dice Pedro, en 2 Pedro 3:10-13, que esta tierra será destruida por fuego? Si este es el caso: ¿No es lógico concluir que escaparemos al cielo?.
Respuesta:
Es cierto que Pedro habla de la “destrucción de la tierra por fuego”, de la misma manera que Dios dijo de la tierra de la época de Noé. En Génesis 6:13 leemos algo interesante: “Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré CON LA TIERRA.” Nótese que Dios iba a destruir a todo hombre y animal…¡y la tierra misma! Pero: ¿Llegó Dios a destruir a los hombres impíos de entonces junto con el planeta tierra? Por cierto que no. La tierra sigue siendo la misma desde su creación. En realidad es una forma superlativa de hablar de Dios indicando la severidad de su castigo.
En 2 Pedro 3:10-13 leemos: “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán desechos, y LA TIERRA Y LAS OBRAS QUE EN ELLA HAY SERÁN QUEMADAS.” ¿No son semejantes Génesis 6:13 y 2 Pedro 3:10-13? Si la primera tierra PRE-diluviana no fue literalmente destruida, ¿porqué tendría que serla ésta? Es claro que lo dicho por Dios ha de entenderse como la severidad y firmeza de su castigo, la erradicación del mal, de los malos, y de sus obras (casas de juego y de citas, bares, fábricas de cigarrillos y de cerveza, fábricas de armas y bombas, etc). En el verso 13 se habla de “nuevos cielos y nueva tierra” Esta forma de dicción no es rara en la Biblia, pues también encontramos la expresión “nueva criatura” en 2 Corintios 5:17, aunque persistan aún los viejos defectos (miopía, cojera, cicatrices, etc). En Efesios 4:24 encontramos la expresión “nuevo hombre” (pero sólo en lo moral y espiritual). En Romanos 6:4 encontramos la frase “nueva vida” (pero siempre en el sentido moral y espiritual).
Y Para terminar diré que 2 Pedro 3:13 tiene relación con Isaías 65:17 que dice: “Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni vendrá más al pensamiento.” Pero lo interesante del caso es que Dios sigue diciendo en los siguientes versículos (18-25) que: “traigo a Jerusalén alegría…y me alegraré con Jerusalén.” Estas palabras indican que finalmente el planeta no será destruido, pues seguirá existiendo Jerusalén como una ciudad de gozo y alegría, en contraste con la actual Jerusalén agitada y convulsionada por los conflictos internos y externos.
Pregunta #3:
¿Acaso no dice la Biblia que Cristo vendrá para entregar su reino al Padre según 1 Corintios 15:24?
Respuesta:
Cristo entregará su reino al Padre, pero: ¿Cuándo? Esta es una pregunta importante. Lo que la Biblia sí dice verdaderamente es que Jesús, al volver a la tierra, dará su reino a sus discípulos (no ha Dios)(Mateo 25:31,34; Daniel 7:13-18). Sí, la iglesia, compuesta por judíos y gentiles fieles, recibirá el reino de Cristo al volver él al mundo otra vez. Esta es la verdad bíblica. No obstante, será después que Cristo haya reinado por mil años que él devolverá el reino al Padre; cuando haya puesto a sus enemigos por estrado de sus pies, incluyendo LA MUERTE misma (Salmo 110:1; 1 Corintios 15:25). Y, ¿Cuándo será vencida la muerte?¿En la segunda venida de Cristo? ¡No! Según la Biblia ella será destruida al finalizar el milenio de Cristo. La respuesta está en Apocalipsis 21:4. Esto significa que Cristo no va a devolver el reino al Padre inmediatamente después de volver a la tierra, sino después de los mil años de su reinado. Mientras tanto, Jesucristo estará reinando sobre sus enemigos (Salmo 110:1-5), siendo el último destruido: La muerte.
Otra de las pruebas bíblicas que señalan claramente que la muerte reinará hasta el final del milenio es que “los otros muertos no llegaron a vivir hasta que se cumplieron los mil años.” (Apocalipsis 20.5). Habrá muertos al final de los mil años del reinado de Cristo. La muerte imperará en la tierra hasta el final de esa fecha memorable que es llamada: “Milenio” (Apocalipsis 20:14). Después del milenio bajará “La Nueva Jerusalén” y acabará el imperio de la muerte (Apocalipsis 21:4; 20:14). También en este periodo el diablo será castigado definitivamente con la muerte. Y además, la muerte y el Hades serán arrojados al lago de fuego junto con el diablo y sus ángeles. Todo esto ocurre al final del milenio o del reino de Cristo. Los hermanos amilenialistas debieran reflexionar mejor sobre este pasaje antes de sacar conclusiones inexactas. Recordemos que “un texto sin el contexto es un pretexto”. Ir más allá de lo que está escrito es peligroso.
Pregunta #4:
¿No dice Pablo que nuestro destino son “los lugares celestiales” en Efesios 2:6?
Respuesta:
Tomemos nota que pablo habla de “los lugares celestiales” en Efesios 2:6. Y, ¿dónde están esos “lugares celestiales”? La respuesta, creo, la da Jesús en Juan 14:2,3—¡En la casa de Su Padre! Por tanto, los “lugares celestiales” tienen que ver con las “muchas moradas” de dicha casa, en donde Jesús se ha ido a preparárnoslas. Sin embargo, Pablo NO dice que iremos al cielo para ingresar a nuestras “moradas celestiales”.
Pongamos un ejemplo un poco fantástico. Si una nave marciana bajara a la tierra, y yo fuera invitado por la tripulación marciana a ingresar a ella para ver su interior, pregunto: ¿No estaría yo en un “lugar marciano” en la misma tierra? Y si viera yo en su interior sus compartimentos, pregunto nuevamente: ¿No serían esos compartimentos “lugares o compartimientos marcianos” en la tierra?
De igual modo, cuando baje la casa celestial a la tierra, con todas sus moradas o lugares, los que ingresen a ella estarán ingresando a sus lugares o moradas celestiales—¡en la tierra!. Algo celestial o “extraterrestre” se posará en la nueva tierra, y sus interiores o moradas seguirán siendo celestiales aunque estén en la tierra. Sí, en la nueva tierra entraremos a los “lugares celestiales” de la casa de Dios.
Pregunta #5:
¿No dice claramente San Pedro que tenemos RESERVADA nosotros una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible EN LOS CIELOS? (Ver 1 Pedro 1:4)
Respuesta:
Nuevamente tampoco Pedro está diciendo que subiremos al cielo para recibir nuestra herencia que está RESERVADA allí. Sencillamente está reservada en los cielos. Si por ejemplo decimos que el dinero del pago de los trabajadores está reservado en la bóveda del banco, ¿significa eso que los trabajadores tendrán que ingresar a la bóveda del banco para que se les pague? No necesariamente. Lo usual es que el cajero retire el dinero de dicha bóveda y proceda a pagar a los trabajadores en la oficina del personal. De igual manera, cuando Jesús vuelva a retribuir a sus siervos, él retirará nuestra herencia de los cielos y la traerá a la tierra. (Leer 1 Pedro 5:4; 2 Timoteo 4:8; Apocalipsis 22:12).
El sabio rey Salomón dijo sobre este asunto, así: “Ciertamente el justo será recompensado en la tierra…” (Proverbios 11:31). En otra parte Salomón dice también: “El justo no será removido jamás (de la tierra)…” (Proverbios 10:30). Estos textos contradicen la enseñanza que dice que los salvos serán retribuidos en el cielo cuando mueran.
Pregunta #6:
¿No prometió el Señor Jesús que nos arrebataría con él mismo al cielo, en 1 Tesalonicenses 4:17?
Respuesta:
El apóstol Pablo no está diciendo tampoco en este texto, que seremos arrebatados al tercer cielo, sino EN LAS NUBES. No está hablando de que seremos arrebatados al cielo, sino “EN LAS NUBES PARA RECIBIR AL SEÑOR EN EL AIRE, y así estaremos siempre con el Señor.” Para nada se hace mención del cielo en este versículo, ni se nos promete estar con Cristo en el cielo. Pablo está hablando de que seremos “arrebatados en las nubes” y de “recibir al Señor en el aire”—¿Para qué?¿Acaso para que Jesucristo nos reciba y nos lleve con él al cielo? ¡No! Pablo es claro al decir que nosotros LE RECIBIREMOS A ÉL EN EL AIRE cuando regrese a la tierra (¡no al revés!). ¿Qué importancia tiene este detalle? Veamos el pasaje y analicemos su contenido.
Si la iglesia recibirá al Señor en el aire es para acompañar a Jesús en su descenso a la tierra, ¡no al revés! Por ejemplo, si el presidente del Perú sale a recibir en palacio al Presidente de los Estados Unidos, ¿se irá el Presidente del Perú con el presidente Estadounidense a la Casa Blanca para la entrevista? Otro ejemplo: Si mi amigo viene a visitarme desde los Estados Unidos, y yo salgo a recibirle en el aeropuerto limeño, pregunto: ¿Me iré con él a su casa en los Estados Unidos, subiendo inmediatamente en el avión que lo trajo a Lima? ¡Claro que no! Si yo lo recibo es para traerlo a mi casa o a un hotel, y disfrutar de su compañía durante su estancia en mi país. Igual ocurrirá con la Segunda Venida de nuestro Señor Jesucristo en las nubes de nuestra atmósfera. Nosotros saldremos a RECIBIRLE en las nubes para acompañarlo en su descenso a nuestro planeta. Entonces Jesús será escoltado por su gloriosa iglesia hasta el lugar donde se localizará su trono de gloria, es decir, JERUSALÉN (Mateo 5.33-35; Jeremías 3:17; Zacarías 14:4).
Pregunta #7:
En Juan 13:36 Jesús le dice a Pedro que él no le podía seguir al lugar a donde iba, pero que le seguiría después. ¿No le estaba prometiendo Jesús—el tercer cielo—-a Pedro para después de su muerte?.
Respuesta:
Jesús no le estaba prometiendo a Pedro el cielo para después de su muerte. Lo que verdaderamente Jesús estaba diciendo era que estaba muy próximo su sacrificio en la cruz del Calvario, y que después Pedro le seguiría en su martirio. Lo que Jesús estaba profetizando para Pedro era su muerte en el martirio en un futuro no muy lejano. Según el verso 37, parece que Pedro le entendió perfectamente a Jesús, y le responde: “…Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? MI VIDA PONDRÉ POR TI.” Precisamente años más tarde Pedro moriría en el martirio, crucificado de cabeza en una cruz.
Pregunta #8:
¿No dijo el apóstol Pedro que Dios lo preservaría para su reino celestial? ¿No creyó Pablo que había un reino en el cielo (2 Timoteo 4:18)?
Respuesta:
En este pasaje Pablo NO dice que iría al cielo para entrar en el “reino celestial”. Lo que Pablo creía era que Dios lo preservaría o guardaría para su reino DE los cielos (“celestial”). Él NO dijo que Dios lo preservaría para su reino EN los cielos en ningún momento, sino para un reino de “inspiración celestial”, o de “origen celestial o divino”.
En Hebreos 11:14-16 Pablo habla de una “patria celestial”, la cual, según el verso 16, es UNA CIUDAD. En Hebreos 11:14 el apóstol sigue diciendo que esta ciudad o “patria celestial” está por venir o por descender según Apocalipsis 21:2,3. Sí, la ciudad o “patria celestial” estará ¡en la tierra!.
En Lucas 2:8-13 vemos que a los pastores del campo se les aparece un ángel del Señor que les anuncia que ha nacido el Salvador, Cristo el Señor. Y el versículo 13 nos dice que repentinamente apareció con aquel ángel una multitud de las “huestes celestiales” que alaban al Señor, y decían: “Gloria en las alturas…” Aquí vemos nuevamente a “huestes celestiales”—¡en la tierra!
En conclusión, cuando la Biblia nos dice que heredaremos “el reino celestial”, ello no quiere decir que iremos al cielo para entrar en él. Ya hemos visto como “cosas y seres “celestiales” estuvieron aquí, en la tierra. ¿Acaso no puede bajar “el reino celestial” a la tierra así como lo hicieron “el pan celestial (Jesucristo)”, y “las huestes celestiales”? ¡Claro que sí! Ah, un ejemplo más. Después de resucitar de la tumba, Jesús recibió un “cuerpo celestial” (Leer 1 Corintios 15:40,49). Con ese “cuerpo celestial” nuestro Señor estuvo en la tierra por 40 días (Hechos 1:3).
Pregunta #9:
¿No dijo acaso el apóstol San Pablo que nuestra CIUDADANÍA ESTÁ EN LOS CIELOS (Filipenses 3:20)?¿No significa entonces que viviremos en el cielo?
Respuesta:
La palabra “CIUDADANÍA” usada por Pablo, se relaciona con la palabra CIUDAD(anía). En la Santa Biblia aparece claramente una “CIUDAD CELESTIAL” (o “PATRIA CELESTIAL”) que estará en la tierra (Apocalipsis 21:2,3). También se nos informa que entraremos a ella, una vez que se establezca en la “nueva tierra”. Pablo sostiene que la ciudad está POR VENIR (Hebreos 13:14). También Pablo sostiene que el fiel Abraham “esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios” (Hebreos 11:8-10).Mientras tanto, “nuestra ciudadanía está en los cielos” hasta que venga a nosotros a la tierra. En tanto que nuestra “ciudad” o “patria” permanezca en los cielos, podremos decir que nuestra ciudadanía seguirá estando en los cielos.
Pregunta #10:
¿En que parte de la Biblia dice que Cristo va a pisar este mismo planeta nuevamente?
Respuesta:
En Hechos 1:11 los ángeles les dicen a los discípulos, quienes instantes antes habían visto al Señor subir al cielo, lo siguiente: “Varones Galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? ESTE MISMO JESÚS, que ha sido tomado de vosotros al cielo, ASI VENDRÁ COMO LO HABÉIS VISTO IR AL CIELO”. Aquí se profetiza que el mismo Jesús resucitado, que había permanecido con sus discípulos 40 días en la tierra (Hechos 1:3), volverá DE LA MISMA FORMA O MANERA EN QUE SE HABÍA IDO AL CIELO. Esto se explica de este modo. Según el verso 12, Jesús había ascendido al Padre desde el MONTE DE LOS OLIVOS, hasta que una nube lo tapó de la vista de los discípulos (v.9). Ahora bien, Jesús, al volver, descenderá del cielo a las nubes del cielo, y de las nubes del cielo AL MONTE DE LOS OLIVOS (Zacarías 14:4). Si Jesús al volver, sólo se quedara en las nubes, sin descender hasta el Monte de los Olivos, entonces JESÚS NO ESTARÍA EN VERDAD VOLVIENDO DE LA MISMA MANERA COMO ÉL SE FUE, O COMO LO HABÍAN VISTO IRSE SUS DISCÍPULOS.
Si una persona hubiera podido tomar una película de ese magno suceso de la ascensión de Jesús al cielo, y luego pusiera en reversa o retroceso la película, entendería exactamente cómo será el futuro regreso de Jesús al mundo. No obstante, no precisamos del auxilio de una cámara de video o de una película para entender lo que explicamos. Aceptemos el hecho de que la ascensión de Jesús al cielo NO comenzó en las nubes, sino en EL MONTE DE LOS OLIVOS. ¿No es interesante que el profeta Zacarías diga que sus pies se posarán nuevamente en el Monte de los Olivos y éste se partirá en dos?¡Esto no sucedió en la primera venida de Cristo! (Leer Zacarías 14:4).
Lo que Jesús dijo en Mateo 5:34,35 nos lleva la conclusión de que Cristo hará de Jerusalén su ciudad real…¡Su trono!. El profeta Jeremías dice que en aquel tiempo (de la restauración del reino) llamarán a Jerusalén TRONO DE JEHOVÁ (3:17). El Salmo 67:4 dice que Dios pastoreará a las naciones EN (no “DE”) la tierra. En Apocalipsis 5:10 leemos: “Y los has hecho reyes y sacerdotes para nuestro Dios; y reinarán sobre la tierra.” En Apocalipsis 20:4,6 dice que estos reyes y sacerdotes reinarán con Cristo mil años en la tierra.
En el Salmo 122:3-5 encontramos la información de que los tronos de los “reyes y sacerdotes” estarán en Jerusalén. Por tanto, el trono del “Rey de reyes” estará también allí. Jesús dijo que “Jerusalén es la ciudad del gran Rey” (Mateo 5:34,35).
En Juan 14:2,3 el Señor Jesús prometió a sus discípulos que ellos estarían con él en la tierra de Israel. Él dijo: “PARA QUE DONDE YO ESTOY (la tierra de Israel) vosotros también estéis”. Y en la profecía de Jeremías 23:5 leemos: “He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia EN LA TIERRA” ( También 33:15). Y en Romanos 4:13 dice que Jesús será “EL HEREDERO DEL MUNDO.”
Según el Salmo 37:29 “Los justos heredarán la tierra, y vivirán para siempre sobre ella”. Ahora bien: ¿Es Jesucristo el MAYOR JUSTO? ¡Sí! (Leer 1 Juan 2:1). Y si Jesús es también JUSTO, ¿qué heredará él y dónde vivirá? ¡La tierra y en la tierra!. En el Salmo 85:9 se complementa lo anterior diciendo que LA GLORIA HABITARÁ LA TIERRA. Y, ¿cuál GLORIA? ¡La gloria del Señor Jesucristo! (Mateo 16:27; 24:30; Juan 1:14; 17:24; Colosenses 3:4). Por tanto: ¡Jesucristo habitará en la tierra!
En 2 Samuel 23:3 dice: “El Dios de Israel ha dicho: Habrá un justo que GOBIERNE ENTRE (no “SOBRE”) LOS HOMBRES, que GOBIERNE en el temor de Dios.” Sí, Jesús será aquel justo varón que gobierne en medio o entre los hombres en este planeta. ¡Eso dice la Biblia! Además, David dice en su Salmo 140:13 que LOS RECTOS morarán o habitarán en la presencia del rey. Pero: ¿Dónde morarán LOS RECTOS en la presencia del rey? No puede ser el cielo porque Salomón escribió en Proverbios 10:30: “EL JUSTO NO SERÁ REMOVIDO JAMÁS; pero los impíos NO HABITARÁN LA TIERRA.” La conclusión lógica y bíblica es que los rectos habitarán la tierra y estarán en la misma presencia del rey en la tierra. Dice Salomón: “LOS RECTOS HABITARÁN LA TIERRA, Y lOS PERFECTOS PERMANECERÁN EN ELLA.” (Proverbios 2:21). ¡Aquí está la evidencia! Y, ¿Quiénes son los PERFECTOS que permanecerán en la tierra? ¡Los cristianos! (Leer 2 Timoteo 3:17; Colosenses 1:28).
Jesús dice que “los mansos heredarán la tierra” (Mateo 5:5),. Pero más adelante dirá: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mi, QUE SOY MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN…” (Mateo 11:29). Notemos que Cristo es también el mayor MANSO del mundo. Esto quiere decir que él HEREDARÁ LA TIERRA (comparar con Romanos 4:13). Él fue claro al decir que “los MANSOS heredarán la tierra (¡no el cielo!).”
Pregunta # 11:
¿Acaso Pablo no les dice a los Colosenses que tienen una “esperanza que está guardada en los cielos?’ (Colosenses 1:5)
Respuesta:
Esta pregunta se asemeja a la del número 5 sin duda. Aquí el apóstol Pablo no está enseñando ninguna esperanza celestial, o una “partida al cielo” para estar con Dios después de la muerte, o antes del reinado milenario de Cristo en la tierra. Esto está bien claro para mí.
Ahora bien, en el verso 12 de este mismo capítulo en cuestión, Pablo sigue diciendo: “…que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos de luz…” Nótese que acá—como Pedro también lo dijera en su Primera Epístola—los creyentes tendrán participación de una HERENCIA que está guardada— o “reservada en los cielos” —como nuevamente lo dijera Pedro— en 1 Pedro 1:4.
En Hebreos 10:34 Pablo también dice: “Sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos”. Pero acá tampoco Pablo está diciendo que iremos al cielo para recibir nuestra herencia, o que el cielo sea nuestra herencia final. Notemos que Pablo habla de una herencia perdurable en el cielo—¿qué podría ser aquello tan perdurable ?
En Colosenses 3:24 Pablo afirma que: “del Señor recibiréis la recompensa de la herencia”—-¿En dónde? Primero notemos que la herencia es una recompensa, la cual será dada por Jesucristo mismo a los fieles cuando él regrese por segunda vez a este mundo. Dice en Apocalipsis 22:12: “He aquí que vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”. Entonces queda claro que los creyentes recibirán su herencia en la tierra—¡no en el cielo!
Pregunta #12:
¿Acaso no dice Pablo que los santos son participantes del “llamamiento celestial?” (Hebreos 3:1).
Respuesta:
¿Acaso la frase: “Llamamiento celestial” quiere decir: “Llamado para ir al cielo”? No lo creo así necesariamente. Me parece que quiere decir, mas bien, “llamamiento de Dios”— Ver Filipenses 3:14 y Romanos 11:29. El libro a los Hebreos fue escrito para judíos, ya que trata de la relación de Cristo para con el sacerdocio levítico y los sacrificios del templo. Pues bien, como judíos, ¿qué pudieron ellos entender por el “llamamiento celestial”? Seguramente cualquier cosa menos “llamamiento para vivir en el cielo”. Recordemos que Jesús vino a confirmar las promesas hechas a los padres a los Judíos—no a cambiarlas por una promesa de naturaleza cósmica, celestial, fuera de esta tierra. Los judíos en general, y en especial los mesiánicos, esperaron la venida o la restauración del reino de David en Jerusalén (Hechos 1:6).
Es interesante descubrir que en la Biblia no aparece algo así como: “el llamamiento terrenal” para los judíos, y otro “celestial” para la iglesia. El “llamamiento celestial” es general, para todos los santos (hebreos y gentiles conversos—Hebreos 3:1). Dios nos ha llamado para ser santos, apartados, y consagrados a él con fidelidad.
Pregunta #13:
¿Pero cómo se explica 1 Pedro 5:10, donde el apóstol Pedro dice que Dios nos “llamó a su gloria eterna”?
Respuesta:
Nueva nos preguntamos: ¿Es sinónimo de cielo la gloria eterna? No lo creemos. Veamos algunas razones: El apóstol Juan dice en Apocalipsis 12:10, lo siguiente: “Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo…” Esta es una profecía que anuncia la llegada del reino mesiánico, pero: ¿qué tiene que ver este reino mesiánico con la gloria eterna? Es simple. La gloria eterna está asociada con el reino eterno, pues ambos vienen juntos. Veamos un texto bíblico crucial: 1 Tesalonicenses 2:12. Este pasaje paulino dice muy claramente: “y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria”. Aquí vemos la estrecha relación entre reino y gloria. Juan dice que “ahora” ha venido …el reino de nuestro Dios”, lo que quiere decir que “ahora ha venido… la gloria de nuestro Dios”. La gloria del reino mesiánico será muy evidente en el reinado milenario de Cristo (ver Ezequiel 39:21; Hageo 1:7; Isaías 66:18; Salmos 145:11).
Y finalmente, es interesante notar que tanto el reino como la gloria son “eternos” (comparar 1 Pedro 5:10 y 2 Pedro 1:11). Reino y gloria son evidentemente sinónimos. Entrar en la gloria eterna es entrar en el reino eterno y viceversa. Y finalmente, vayamos a los versículos 1 y4 del texto de la pregunta en cuestión: “…que soy también participante de la gloria que será revelada. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”. Es claro que nuestra gloria la recibiremos cuando Cristo aparezca en su segunda venida a la tierra y no en el cielo.
Pregunta #14:
El escritor del libro a los hebreos dice— en el capítulo 11 y verso 40— lo siguiente: “Proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros”. ¿no significa esto que la iglesia recibirá un premio celestial, y los hebreos otro terrenal?
Respuesta:
No parece posible, pues el escritor a los Hebreos (probablemente Pablo) les escribe a judíos y no a gentiles convertidos. ¿Acaso el escritor está diciendo que los Judíos, al contrario, tendrán un destino celestial y la iglesia uno terrenal? Por qué tendría que ser el cielo cuando se dice: “alguna cosa mejor”? No hay sustento bíblico para decir que “alguna cosa mejor” sea el cielo— Definitivamente no lo hay! Pero si el escritor se refería al destino celestial cuando hablaba de “alguna cosa mejor”, ¿por qué no lo dijo claramente? Los doctos en la Biblia afirman que “alguna cosa mejor” son las mejores promesas que vienen del nuevo pacto que Dios hizo con los Cristianos a través del sacrificio y resurrección de Jesús. Pero lo cierto es que el escritor les estaba diciendo a los Judíos que los cristianos tenían un mejor pacto que los perfeccionaba de verdad, y por tanto, no sería justo que los Judíos del Viejo Pacto fueran resucitados o perfeccionados antes que la iglesia.
Pregunta #15:
¿No dice Pablo en Colosenses 3:1-3 que “Busquemos y pongamos la mira en las cosas de arriba?” ¿Acaso no quiere decir esto que debemos anhelar el cielo como nuestra futura residencia permanente?
Respuesta:
Nuevamente no encontramos ninguna razón para concluir que en este texto se nos está enseñando que iremos al cielo, o que miremos al cielo como nuestra residencia permanente. Lo que más bien Pablo dice es que busquemos y miremos las cosas de arriba. Esto querría decir que busquemos las cosas que son del cielo o de Dios y que son permanentes o eternas.
Todos los estudiantes de la Biblia sabemos que en el cielo también hay cosas gloriosas, como es la ciudad santa, o la casa del Padre (Juan 14:2). También Pablo escribió sobre “el tabernáculo verdadero” construido por Dios y no por los hombres (Hebreos 8:2; 9:11). También se nos habla del santuario celestial, el templo celestial, etc. ¡Pero todos ellos estarán en la tierra! (Apocalipsis 21:2-4).
También el reino de Dios y su justicia es algo de arriba, de Dios, y que igualmente debemos “buscar” primeramente, o antes que nada (Juan 6:33). ¡Pero este reino vendrá a la tierra igualmente! (Mateo 6:10, 2 Timoteo 4:1).
Pregunta #16:
¿Pero no dice Pablo que nos hemos acercado al monte de Sión, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, en Hebreos 12:22?
Respuesta:
Este pasaje tampoco es prueba indiscutible de que iremos al cielo con nuestros cuerpos inmortalizados, después de haber resucitado, o incluso antes, a través de nuestras supuestas “almas inmortales”. Yo creo que Pablo, el supuesto escritor de esta carta, estaba hablando de que Cristo hizo posible que entremos directamente al trono de la gracia por su intermedio, siendo él nuestro único Sumo Sacerdote. Esto lo vemos claramente en los capítulos anteriores (ver especialmente 10:19-22. Este último verso 22 nos dice que AHORA nos podemos “acercar” al lugar santísimo (en el cielo) por los méritos de Jesús. Esto no ha de tomarse literalmente como si realmente voláramos al cielo para entrar al lugar santísimo, sino en un sentido espiritual. Creo que el texto de Hebreos 12:22 debe interpretarse a la luz de Hebreos 10:10-22.
Pregunta #17:
¿No le ofreció Jesús al “buen ladrón” el paraíso? (Lucas 23:43). Además, ¿No dijo Pablo que fue arrebatado al “tercer cielo” donde vio el paraíso ofrecido al ladrón (2 Corintios 12:2-4)?¿No es lógico concluir que el cielo está el paraíso de los salvos?
Respuesta:
Si, Pablo habló que vio el paraíso en el tercer cielo estando “fuera del cuerpo”. Ahora bien, Pablo no dijo que el tercer cielo era el paraíso. Podría ser, pero no necesariamente Es cierto que él dijo haber sido arrebatado al tercer cielo y al paraíso como si fueran expresiones sinónimas. Pero como veremos más adelante, en el tercer cielo hay un paraíso que tiene singularidades. Veamos cuáles son:
1.- San Juan escribe del paraíso, así: “Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios” (Apocalipsis 2:7)- Entonces, en medio del paraíso de Dios hay un árbol de la vida muy singular.
2.- El mismo apóstol Juan escribe además en Apocalipsis 22:2 algo sumamente interesante: “En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos….para la sanidad de las naciones”. Aquí Juan revela una ciudad, y en medio de ella está el árbol de la vida. No obstante, en el capítulo 2 y verso 7, él había escrito que ese árbol de la vida estaba en medio del paraíso. ¿Qué podemos concluir entonces? Creo que paraíso y ciudad santa son lo mismo. Si el árbol de la vida está en medio del paraíso y en medio de la ciudad santa, es obvio pensar que el paraíso, la ciudad, y probablemente también “el tercer cielo”, sean sinónimos.
Ahora bien, ¿acaso la ciudad santa se quedará inamovible en el tercer cielo para que nosotros la ocupemos cuando supuestamente volemos para allá? De ningún modo, pues dice en el mismo libro de Apocalipsis 21:2,3 que la santa ciudad (o paraíso) desciende a la tierra. Claramente dice el pasaje así: “Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido…” Será entonces cuando los creyentes tendrán acceso a ella, pues dicen los versos 14 y 15 así: “Bienaventurados los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas de la ciudad. Mas los perros estarán afuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira”.
Si el “tercer cielo” es sinónimo de paraíso y ciudad santa, entonces sería válido decir que nosotros tendremos una esperanza de entrar al “tercer cielo” o simplemente “entrar al cielo”. En cierto modo estaríamos entrando al cielo mismo, puesto que estaremos entrando a “cosas o lugares celestiales” con Cristo— ¡en la tierra!. (Efesios 2:6).
Pregunta #18:
¿No escribe Juan en Apocalipsis 3:21 que nos sentaremos en el trono de Cristo?¿Acaso no está el trono de Cristo en el cielo?¿Acaso no está ahora sentado en él nuestro Señor Jesucristo, y a la diestra del Padre, según consta en Hebreos 10:12? Si este es el caso,¿no significa que nos sentaremos en el trono de Cristo en el cielo?
Respuesta:
En el cielo sólo existe un trono para Dios, el Padre. Honestamente no encontramos un segundo trono destinado para Cristo en el cielo. Es cierto que Jesús está sentado a la diestra del Padre, pero eso no significa que él también tenga un trono en el cielo. Tal vez “sentarse en el trono de Dios” quiera decir estar en la presencia de Dios o en su corte, o bien, que Cristo esté sentado en el mismo trono de su Padre, a Su lado derecho (¿tal vez un trono para dos personas?). Aunque aparecen 24 tronos más, éstos no son para 24 dioses, sino para los 24 ancianos. Es raro, pues, que no se mencione un trono para Jesucristo en el cielo fuera del que tiene Su Padre. Los 24 tronos, de los 24 ancianos, rodean al único trono—no a dos tronos—donde se sienta Dios (ver Apocalipsis 4:4). Esto sería raro si es que hubiesen dos tronos principales en la corte celestial.
Pero lo que si es seguro es que Cristo tendrá su trono propio en la tierra, y ese será el trono de David Su Padre (Lucas :32,33). Además, este trono será ocupado por Cristo sólo cuando él regrese a este mundo por segunda vez (Mateo 25:31,34).
En Salmos 122:4,5 se nos dice, además, que en Jerusalén están los tronos de los hijos de David, lo que significa que el trono de Cristo y de sus santos estarán en la tierra.
Pregunta #19:
¿Pero acaso Juan no ve en el cielo, frente al trono y frente al Cordero, a los 144,000 Hebreos y a la gran multitud gentil? (Apocalipsis 7:4-17).
Respuesta:
La visión de la gran multitud frente al trono y del Cordero de Apocalipsis 7 se refiere a la venida de la Nueva Jerusalén a la tierra después del milenio. Nótese el capítulo 7 y verso 15 que dice: “Dios…extenderá su tabernáculo sobre ellos” y compárese con el capítulo 21:3: “He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres…”. Este capítulo 21 se refiere a la venida de la ciudad santa después del milenio! Una prueba adicional de que Apocalipsis 7:4-17 se refiere a la etapa post milenaria (cuando haya ya bajado la ciudad santa) la encontramos comparando Apocalipsis 7:17 que dice: “y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos” con Apocalipsis 21:4 que dice: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos…”. ¡Obviamente la misma promesa!
Pregunta #20:
En Mateo 6:19,20 Jesús dice que no hagamos tesoros en la tierra, sino en el cielo. ¿No es esto prueba suficiente de que viviremos en el cielo?.
Respuesta:
Aquí Jesús no está diciendo o prometiendo el cielo para los que “atesoran tesoros en el cielo”. Lo que más bien dice Jesús es que nuestro corazón debe estar puesto en los intereses de Dios para ganar la eternidad. En el verso 21 Jesús sigue diciendo: “Porque donde está vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón”. Nuestro corazón debe estar en el cielo, en las cosas de Dios. Jesús dio importancia a hacerse rico para con Dios, haciendo buenas obras (Lucas 12:21, 1 Timoteo 6:18). Santiago muestra cómo serán castigados aquellos que acumularon riquezas materiales en la tierra, y que han vivido a espaldas de Dios y de sus semejantes (Santiago 5:3).
Pregunta #21:
¿No dice Pablo que tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos…deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial? (2 Corintios 5:1,2).
Respuesta:
En este pasaje encontramos que Pablo habla de ser “desnudado” para tomar nuestra habitación celestial. ¿Se estará refiriendo aquí Pablo como la “habitación celestial” al “cuerpo celestial” que obtendrá en la resurrección? (1 Corintios 15:40,44). ¿O tal vez Pablo está hablando de su supuesta “alma inmortal” que anhela partir al cielo para residir en su habitación celestial con Cristo en la casa el Padre? Veamos los hechos: ¿Estaba deseoso Pablo de morir para estar con Cristo en el cielo, dejando atrás su cuerpo mortal y perecedero? Muchos teólogos piensan que sí. Este es de hecho el único texto complejo que requiere una interpretación a la luz de otros pasajes paulinos.
Si creemos que Pablo está hablando del deseo suyo de partir al cielo, abandonando el cuerpo físico, nos encontraremos con algunos problemas: Primero, que los salvos van subiendo al cielo para estar con Dios según vayan muriendo. Esto significaría que Juan el Bautista—por citar sólo un caso— partió al cielo antes que Jesús, las primicias. En el caso de Jesús, debemos suponer que él mismo debió ascender al cielo cuando estuvo muerto durante esos 3 días y 3 noches, pero no fue así. Recordemos que el Jesús resucitado le dijo a María que no lo tocara porque aún no había subido al Padre (Juan 20:17)? Por tanto, si Jesús no subió al Padre inmediatamente después de morir, ¿cómo pudo haber estado Cristo con el “buen ladrón” en el cielo cuando murieron ambos? Y si el fiel Lázaro había partido al cielo para estar con Dios y sus ángeles, ¿Por qué Jesús no consoló a María y a Marta diciéndoles que su hermano Lázaro estaba en una mejor estado de bienaventuranza en el cielo?¿Por qué tanta amargura y desconsuelo por parte de las dos hermanas de Lázaro, si de hecho existía la creencia de que los creyentes cristianos difuntos estaban en un estado de gloria y bienaventuranza en el cielo?
Si Pablo creía realmente que iría al cielo inmediatamente después de morir, ¿por qué él mismo dijo en otra ocasión: “Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está reservada la corona de la justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mi, sino también a todos los que aman su venida” (2 Timoteo 4:8)?. Aquí Pablo habla que recibirá su corona “en aquel día” (¿el día de su partida o muerte? o más bien ¿en el día de la parusía?). Según el contexto, Pablo hablaba de la manifestación de Cristo (v.1), y lo repite en el verso 8 como venida (parusía). Entonces parece claro que Pablo recibiría su premio o corona, no en el día de su muerte, sino en el día de la venida o manifestación de Cristo al mundo. Esto concuerda con 1 Pedro 5:4, donde Pedro afirma que los creyentes recibirán sus coronas cuando Cristo regrese al mundo para resucitar a sus seguidores leales. Si pensamos aun que Pablo recibiría su premio en el momento de su muerte, ¿por qué el mismísimo Pablo se expresa de la muerte como un enemigo del hombre y de Cristo en 1 Corintios 15:26? En el caso de él, la muerte debió ser un amigo que lo llevaría al cielo… ¡y no un enemigo!
Al profeta Daniel— un siervo fiel de Yahweh—le dijo Dios mismo que él descansaría (moriría) y resucitaría al fin de los días para recibir su recompensa o heredad (Daniel 12:13). En ningún momento Dios le había dicho que al morir él iría al cielo para recibir su “heredad celestial” o que su alma moraría en el cielo hasta el día de la resurrección de los fieles.
Pregunta #22:
En Hebreos 11:13-16 se nos dice que los fieles del Antiguo Testamento eran “extranjeros y peregrinos sobre la tierra”, pues buscaban una “patria celestial”, pues Dios les había preparado una ciudad. ¿No es todo esto prueba suficiente de que los fieles vivirán en el cielo?.
Respuesta:
Es cierto que los fieles hebreos eran “extranjeros y peregrinos” en la tierra prometida. Nótese el contraste que hace el autor de esta carta cuando dice “aquella tierra donde salieron” con aquella “a la que llegaron”. Ellos eran extranjeros y peregrinos en la tierra prometida—morando en tiendas (v.9)— ¿Por qué? ¡Porque esperaban una ciudad o patria celestial! (ver verso 10). Nótese que no se dice que ellos esperaban ir o subir a la ciudad o patria celestial, sino que esperaban la ciudad o patria celestial. Esto es muy sugestivo, pues indicaría que ellos esperaban que primero bajara la ciudad celestial a la tierra prometida. Esto no es imposible, pues el mismo escritor de Hebreos añade un poco más adelante: “Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos LA PORVENIR” (Hebreos 13:14).
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¿QUIÉN LE DIJO A USTED QUE LA GLORIA ES EL CIELO MISMO?
¿QUIÉN LE DIJO A USTED QUE LA GLORIA ES EL CIELO MISMO?
Texto clave:
“Vida Eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria, y honra, e inmortalidad” (Rom. 2:7)
El Concepto errado de la Gloria
Millones de personas han escuchado en los sermones de las iglesias que Dios los ha llamado a su gloria celestial. Igualmente, en los sermones de difuntos, el Pastor o Sacerdote suele decir que el amado hermano difunto “ya está con Dios en Su gloria” como un sinónimo del cielo mismo. Sin embargo, lo que muchos cristianos ignoran es que esta gloria prometida por Dios y Su Hijo a los fieles, tiene que ver con una posesión o herencia de un reino en la tierra en ocasión de la Parusía de nuestro Señor Yeshúa el Mesías , el Rey del Reino de Dios.
Este breve estudio demostrará que la gloria a la cual todos los creyentes estamos llamados tiene que ver con la toma del reino milenario del Mesías en la tierra. Este estudio cardinal despejará las dudas que se pueden aún tener de la gloria que se nos ha ofrecido, y que la tradición Católica ha tergiversado sin contemplación alguna.
En Búsqueda de la Gloria
El apóstol Pablo solía referirse a la gloria como la meta del Discípulo, el OBJETIVO para mirar con perseverancia. En su carta a los Romanos, el apóstol les dice: “El cual pagará a cada uno conforme a sus obras, vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad.” (Rom. 2:6,7). De modo que todo Discípulo debe mirar y buscar la gloria futura (nótese el paralelo con la frase “buscad primeramente el Reino” de Mateo 6:33), que le será otorgada al creyente después de que su cuerpo mortal se vista de inmortalidad por la resurrección del día postrero, en la parusía de nuestro Señor Yeshúa el Mesías . Estas son las palabras de Pablo: “Cuando El Mesías , vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.” (Col. 3:4). De modo que nadie aún posee la gloria que se nos ha ofrecido a través de las páginas de la Biblia. Y nuevamente el apóstol Pablo les dice a los romanos creyentes sobre esta gloria escatológica, lo siguiente: “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” (Rom. 8:18). Aquí Pablo dice que debemos sufrir tribulaciones antes de recibir la gloria, lo cual concuerda con otra de sus declaraciones que dice:”Si sufrimos, también reinaremos con él” (2 Tim. 2:12). Acá el sufrimiento trae como recompensa la gloria, gloria que significa nuestro REINADO con El Mesías .
Es un hecho que la gloria está íntimamente ligada al reino futuro del Mesías . No se puede estar en la gloria, sin estar en el Reino y viceversa. En 1 Tes. 2:12 Pablo hace claro que el Reino y la gloria van de la mano como gemelos envueltos por una sola placenta. El escribe a los creyentes de Tesalónica lo que sigue: “Y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, quien os llamó a su REINO y GLORIA”. Sin embargo, reitero lo mismo: tanto el Reino y la gloria son presentados por Pablo como asuntos futuros, para cuando aparezca el Rey de gloria (Col. 3:4).
La Gloria en el Antiguo Testamento
El rey David, el cantor de Salmos hermosos de alabanza, dice en el capítulo 145:11-13 de este modo: “La gloria de tu reino digan, Y hablen de tu poder, Para hacer saber a los hijos de los hombres sus poderosos hechos, Y la gloria de la magnificencia de su reino. Tu reino es reino de todos los siglos, Y tu señorío en todas las generaciones”. David predice que los hombres reconocerán al reino de Dios como algo glorioso y magnificente. Además, el Reino del rey David, y sus descendientes, era el mismísimo reino de Yahweh. En 1 Crón. 28:5 se lee: “Y de entre todos mis hijos (porque YHWH me ha dado muchos hijos), eligió a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del Reino de YHWH sobre Israel”. Salomón, el sucesor de David, se sentó en el mismo trono del reino de YHWH en Israel. ¡Y este reino que heredó Salomón era un reino glorioso a la vista de todos! El dominio o gobierno de Dios sobre su pueblo a través de Sus reyes ungidos era el glorioso reino de Dios en la tierra. Ese reino fue establecido para durar muchísimas generaciones (Sal. 145:13) y ejercer autoridad divina sobre las naciones de la tierra en el largo plazo (Sal. 72:8). Dios había jurado a David que no faltaría varón que se sentase en su trono (2 Sam 7:16, 1 Rey. 9:5), y también prometió que algún día un último rey restauraría el trono de David (Eze. 21:25-27). La gloria del Reino sería algún día reestablecido en la tierra con un rey Judío de la línea de David. Y Daniel habló de ese reino-gloria como una herencia que sería poseída por los santos de Dios en el futuro. Son de destacar los versos 18 y 27 que dicen: “Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre. y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán”. ¡Esta es la gloria que recibirán los santos del Altísimo!
En Ezequiel 39:21 se lee lo siguiente: “Y pondré mi gloria entre las naciones, y todas las naciones verán mi juicio que habré hecho, y mi mano que sobre ellos puse”. Aquí Dios habla de poner su gloria entre las naciones, aquella gloria que tiene que ver con Su tabernáculo, el lugar de su santa morada (Apo. 21:1-3). Dios mismo pondrá su santuario entre los hombres. Su presencia y su dominio como Rey de reyes en el mundo serán absolutos. El reinará en su reino como el Rey soberano, y todas las naciones le servirán. En ese entonces el mundo gozará de la paz y la justicia nunca antes vista por humano alguno, cuando el diablo y sus secuaces sean exterminados de la tierra para siempre.
Una Gloria ya Presente por la Fe, pero Aún no Consumada
Es cierto que hoy podemos adueñarnos de la gloria, la salvación, la vida eterna, y del Reino por la fe. Cada creyente está ya en el libro de la vida a la vista de Dios, y en cierto modo ya posee esa gloria e inmortalidad escatológicas en el presente por la fe (“…que por la fe y la paciencia heredan las promesas”, Heb. 6:12). Pero recordemos que debemos perseverar en esa fe para conseguir la total realización de nuestra salvación integral (Ver Heb. 9:28; 1 Ped. 1:5). Yeshúa ya nos “dio” la gloria por la fe (Jn. 17:22), así como El Mesías la tuvo mientras estuvo en la tierra, aunque la recibió después de su victoria sobre la muerte, en su resurrección (Heb. 2:9). Del mismo modo, El Mesías nos llevará a la gloria cuando seamos resucitados, habiendo sido igualmente perfeccionados por las tribulaciones presentes (Heb. 2:10).
El Evangelio de la Gloria del Mesías (2 Cor. 4:4)
Dice Pablo en 2 Corintios 4:4: “En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria del Mesías , el cual es la imagen de Dios.” Acá Pablo revela que la gloria del Mesías —que es la misma gloria que se nos ha dado—es el evangelio (el evangelio que Pablo mismo llamó después “el Reino de Dios” –Hech. 28:23,30, 31) De modo que TODO lo relacionado con la gloria del Mesías es el Evangelio verdadero, pues esta gloria es un sinónimo del Evangelio del Reino del Mesías (Mat. 24:14). Ya hemos visto que Reino y gloria vienen juntos. De modo que toda vez que se nos promete la gloria, se nos está prometiendo el Reino. En resumen, hablar del evangelio de la gloria del Mesías es hablar del evangelio del reino del Mesías . La gloria es el Reino, y el Reino es la gloria que obtendremos completamente en la Parusía. A esa gloria monárquica estamos siendo conducidos todos los creyentes por la fe (Heb.2:10).
Pedro Participaba de la Gloria Venidera (1 Pedro 5:1)
Dice el apóstol Pedro así: “…que soy también participante (o copartícipe) de la gloria que será revelada.” Con estas palabras el apóstol Pedro reconocía que ya coparticipa con los otros creyentes, de la gloria que aún no había sido manifestada. Esa participación de la gloria era, para Pedro, la participación de la “naturaleza divina” (ver 2 Ped. 1:4), con la cual se podía obtener “una amplia y generosa entrada en el Reino eterno de Yeshúa el Mesías ” (Ver 2 Ped. 1:11). Esto concuerda con lo dicho por Pablo cuando afirmó a los creyentes de Corinto que: “La carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción” (1 Cor. 15:50). ¡Se requiere radicalmente obtener la naturaleza divina! Además, para Pablo, esta participación de la gloria del Reino era equivalente a la “participación de la GRACIA” (Fil. 1:7), el verdadero evangelio de la Gracia de Dios, que es el Evangelio de la gloria del Mesías , o el evangelio del Reino de Dios en la tierra (Busque en Google mis artículos: “¿Es el Evangelio de la Gracia el Nuevo Evangelio de Pablo? Y “La Parte no es el Todo: ¡Un Estudio del Evangelio Completo!)”
San Juan También Era Copartícipe del Reino
San Juan, al igual que Pedro y Pablo, era copartícipe de la gloria a la cual él llamó “el Reino”. En Apocalipsis 1:9 él dice: “Yo Juan, vuestro hermano, y COPARTICIPE (con los creyentes, incluyendo a los demás Apóstoles) vuestro en la tribulación, EN EL REINO y en la paciencia de Yeshúa el Mesías …”. ¿Se da cuenta, estimado lector, que la coparticipación en el Reino para Juan era la coparticipación de la gloria para Pedro, y a su vez era la coparticipación de la Gracia para Pablo? Es decir, ¿Comprende ahora que los 3 términos (gloria, reino, y gracia) son intercambiables? Es evidente que Juan coparticipaba del reino, o lo que es lo mismo decir, de la gloria que aún no se había manifestado. Y si la gloria no se había manifestado, entonces tampoco el Reino del Mesías . El Reino del Mesías era todavía para Juan, un asunto del futuro, pues finaliza su libro pidiendo por la venida del Rey del reino (Apo. 22:20).
Lo que Revela la Petición de Santiago y Juan
Es interesante comparar Mat. 20:20-21 con Mar. 10:35-37, donde descubriremos claramente lo que era para los discípulos la gloria. Estos versículos de Mateo y Marcos han sido pasados por alto por muchos estudiantes de la Biblia, y sin embargo, son claves para entender lo que es la gloria prometida por El Mesías . Desgraciadamente muchos creen que la gloria es estar en el cielo como angelitos blancos y alados tocando un arpa o una lira dorada por toda una eternidad.
Comparemos en seguida ambos pasajes:
Mat. 20:20,21: “Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo. Ella le dijo: Ordena que en tu REINO se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda”.
Mar. 10: 35-37: “Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se le acercaron, diciendo: Maestro querríamos que nos hagas lo que te pidiéramos. El les dijo: ¿Qué queréis que os haga? Ellos le dijeron: Concédenos que en tu GLORIA nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda”.
Si comparamos ambas citas que se refieren al mismo asunto, pero bajo distintas perspectivas, veremos que Mateo dice que los hijos de Zebedeo (Jacobo y Juan) le solicitaron a Yeshúa una posición de privilegio en su REINO. En cambio, Marcos escribe que lo que Jacobo y Juan le pidieron a Yeshúa fue por un lugar de privilegio en Su GLORIA. ¿Por qué esta diferencia entre ambos evangelistas? Pues la única explicación posible es que no había ninguna diferencia, dado que era obvio para los primeros discípulos que la Gloria era un sinónimo del Reino y viceversa. Con esto queda una vez más demostrado que el evangelio de la gloria del Mesías (2 Cor. 4:4) es lo mismo que “el evangelio del Reino del Mesías ” (Mat. 24:14). Los predicadores de hoy debieran comprender este asunto, y no especular con interpretaciones que se alejan de la verdad prístina de las Escrituras. Definitivamente el evangelio de la gracia, el evangelio del Reino, el evangelio de la gloria, el evangelio de la paz, el evangelio de salvación, el evangelio del Mesías , el evangelio de aquella promesa, etc, son todos y cada uno de ellos el mismo y único evangelio bíblico (Gál. 1:6-9).
La Gloria que vieron los Tres Testigos: Pedro, Santiago y Juan
Es sumamente interesante lo que escribió el apóstol Pedro en su segunda epístola que lleva su nombre, capítulo uno, y versículos 16-18: “Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor el Mesías siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos (a) su majestad. Pues cuando él RECIBIÓ de Dios Padre honra y GLORIA (esto nos recuerda lo que dijo Yeshúa en la Parábola de la Diez Minas sobre “el hombre noble que se fue a un país lejano [el cielo] para ”RECIBIR un REINO” y volver”, según lo leemos Luc. 19:12) cuando nosotros estábamos en el monte santo [de la transfiguración]”. De modo que Yeshúa fue al cielo para recibir la gloria y honra (2 Ped. 1:17), o lo que es lo mismo decir, para recibir un reino (Luc. 19:12).
Ahora presten atención a esto: En Lucas 9:32 se nos dice que los 3 discípulos elegidos “vieron LA GLORIA de Yeshúa ”, aunque en unos pocos versículos antes, en Lucas 9:27, Yeshúa prometió que aquellos elegidos verían SU REINO. También en Marcos 9:1 Yeshúa anuncia que sería su REINO el que vendría y que sería visto sólo por algunos de los suyos en su TRANSFIGURACION que se produciría 6 días después. Realmente ellos vieron la majestad o GLORIA del Rey Mesiánico o Su REINO, anticipadamente, como una especie de bocado para que fueran testigos de su Señor glorificado (Heb.6:5).
Coronados para recibir la Gloria
El apóstol Pedro dice que existe una corona de gloria en 1 Ped. 5:4 “Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona de gloria”. Esto significa que seremos coronados como reyes del Reino como lo fue El Mesías en su resurrección (Heb. 2:9, Apo. 5:10, Apo. 3:21), y esto significará nuestra glorificación. Nuevamente nuestra glorificación tiene que ver con nuestra coronación como autoridades reales o reyes del Reino del Mesías . Sólo los coronados son los nombrados para ser los ejecutivos del Reino mesiánico, y esto lo vislumbró claramente el profeta Daniel para los vencedores (Dan. 7:18,27). Esta era la gloria que tenía Dios—y Su Hijo, el Mesías —para ofrecer a todos los otros mesías o ungidos.
Los Tronos de la Gloria
En Mateo 19:28 leemos: “Y Yeshúa les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel”. Nótese claramente que la gloria del Mesías tiene TRONOS, y ¿dónde más puede haber tronos sino en un reino? En este caso descubrimos que en la gloria del Mesías (su reino) existen tronos para El y para los suyos. Esos tronos son los tronos del Reino Mesiánico. De manera que LA GLORIA nuevamente se relaciona con EL REINO del Mesías en la tierra. Por otro lado, fíjense en el Salmo 122:3-5, en donde se nos dan más detalles sobre los tronos y su localización geográfica: “Jerusalén, que se ha edificado Como una ciudad que está bien unida entre sí. Y allá subieron las tribus, las tribus de JAH, Conforme al testimonio dado a Israel, Para alabar el nombre de YHWH. Porque allá están las sillas del juicio, Los tronos de la casa de David”.
Así que está muy claro que la gloria no tiene que ver con una estadía de los justos en el cielo como angelitos alados, sino con la morada de los santos en sus puestos de autoridad en el Reino milenario del Mesías en la tierra prometida. Esa tierra prometida no es el cielo, sino Jerusalén, la sede del gobierno del Mesías y de sus seguidores sobre las doce tribus de Israel. En aquel entonces el Reino del Mesías será glorioso. Dice el Sal. 72:7-20: “Florecerá en sus días justicia, Y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. Dominará de mar a mar, Y desde el río hasta los confines de la tierra. Ante él se postrarán los moradores del desierto, Y sus enemigos lamerán el polvo. Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes; Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones. Todos los reyes se postrarán delante de él; Todas las naciones le servirán. Porque él librará al menesteroso que clamare, Y al afligido que no tuviere quien le socorra. Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, Y salvará la vida de los pobres. De engaño y de violencia redimirá sus almas, Y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos. Vivirá, y se le dará del oro de Sabá, Y se orará por él continuamente; Todo el día se le bendecirá. Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes; Su fruto hará ruido como el Líbano, Y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra. Será su nombre para siempre, Se perpetuará su nombre mientras dure el sol. Benditas serán en él todas las naciones; Lo llamarán bienaventurado. Bendito YHWH Dios, el Dios de Israel, El único que hace maravillas. Bendito su nombre glorioso para siempre, Y toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y Amén. Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.”
Pero es igualmente necesario recalcar que nuestro Señor El Mesías aún no se ha sentado en su trono de gloria, o en el trono de su reino, a pesar de que algunos teólogos han propagado lo contrario. Vean ustedes lo que dice Yeshúa mismo acerca del tiempo de su entronización en su reino o gloria: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos con él, entonces se sentará en su TRONO de gloria.” (Mateo 25:31). Así que El Mesías ya recibió el reino cuando retorno al Padre (Luc. 19:12; Dan. 7:13,14), pero aún no se ha sentado en SU trono, sino en el trono de Su Padre. El dice: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono” (Apo. 3:21).
La Gloria y el Poder
En Apocalipsis 5:13 leemos: “Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, LA GLORIA y EL PODER, por los siglos de los siglos”. Y en Apoc. 19:1 leemos: “Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro”. De modo que también la gloria tiene que ver con el poder que tendrán El Mesías y sus ungidos en su Reino sobre el mundo entero.
El Poder, La Autoridad y el Reino
En Apocalipsis 12:10, hablando del reino futuro de nuestro Señor El Mesías y sus santos, dice: “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Mesías ; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche”. Así que nuevamente, el poder, la gloria, y la autoridad están íntimamente vinculados con el Reino del Mesías . Los santos tendrán el poder en la gloria, o lo que es lo mismo decir: Autoridad en el reino del Mesías . En la parábola de las Diez Minas de Lucas 19, Yeshúa explica que los fieles recibirán autoridad sobre ciudades enteras, y autoridad significa el poder ejercido sobre grupos humanos (v.17). También Apo. 2:26 “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones”.
Satanás ha obscurecido el Evangelio del Mesías
Hemos visto que Satanás ha cegado los ojos de los incrédulos para que no perciban o entiendan el mensaje del Evangelio del Reino, que es el evangelio de la gracia, o el evangelio de la gloria venidera del Mesías . El no desea que los potenciales creyentes acepten este mensaje del cielo porque significa su propia ruina, y la de su reino en este mundo (Ver. Mar. 4:15) El ha trocado el evangelio de la gloria del Mesías por un evangelio espiritual en el “corazón del creyente”, o en la iglesia. El obstruye la razón de los seres humanos haciéndoles creer que el Reino de Dios no tiene nada que ver con un reinado personal del Mesías en la nueva tierra. El ha logrado convencer a millones de incautos de que el pacto davídico y el pacto Abrahámico, los cuales aseguran para El Mesías y su asamblea un enclave y un reino en este planeta, fueron condicionados a la obediencia de sus potenciales beneficiarios. Tales predicadores sostienen que esos pactos caducaron radicalmente por la infidelidad del pueblo prístino de Dios, y que éstos ahora han pasado a ser herencia de un nuevo pueblo (la asamblea) pero con un significado puramente “espiritual”. Agustín de Hipona fue uno de los mayores responsables por esta crasa mutación del pacto original. Para Agustín, el Reino Mesiánico se convirtió en un reino eclesiástico, y el trono de David se transfirió, de la Jerusalén terrenal, a la Jerusalén celestial. Este grave error fue propagado sutilmente por el romanismo por siglos, opacando y haciendo casi desaparecer el verdadero Reino terrenal, como está desplegado en las Escrituras de tapa a tapa.
Resumen
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Buscar la gloria (Rom. 2:6,7) es buscar el Reino (Mat. 6:33).
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Las aflicciones preceden a la gloria (Rom. 8:18) y preceden también al Reino (2 Tim. 2:12). Por tanto la gloria y le reino son equivalentes.
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El Evangelio de la gloria del Mesías (2 Cor. 4:4) es el Evangelio del Reino del Mesías (Mat. 24:14), y es el evangelio de la gracia (Hechos 20:24).
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Ser co-participante de la gloria (2 Ped. 1:4) es ser co-participante del Reino (Apo. 1:9).
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Recibir la gloria (2 Ped. 1:16-18) es recibir el Reino (Luc. 19:12).
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Ver la gloria (Luc. 9:32) es ver el Reino (Luc. 9:27).
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El Mesías está sentado ahora en el trono de Su Padre, no en el suyo (Apo. 3:21).
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La Gloria está asociado con el Poder, y el poder con el reino, y el reino con la Autoridad (Apo. 5:13; 19:1; 12:10).
Por Ingº Mario A Olcese
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¿A quién debemos adorar y como?
¿A quién debemos adorar y como?
La doctrina de la trinidad postula que “el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres personas en una”. Por lo tanto, si el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (o, correctamente dicho, Espíritu de Santidad) son tres “manifestaciones” de una misma persona, entonces todos pueden ser llamados “Dios”; o sea, el Padre es “Dios”, el Hijo es “Dios” y el Espíritu de Santidad es “Dios”. Como consecuencia, si cada uno de ellos es “Dios”, entonces todos son dignos de nuestra adoración, ¿cierto? Veamos lo que REALMENTE dice la Escritura:
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.” Yojanán/Juan 4:23 (RV1960, énfasis añadido)
En el verso anterior, vemos que el mismo Yahoshúa nos declara que a quien se debe adorar es al Padre. Realmente éste hubiese sido un momento perfecto para decir “adorarán al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo” si así hubiese sido el caso. Sin embargo, en estas palabras pronunciadas por Yahoshúa vemos que él no estaba buscando adoradores para sí mismo, sino que exhortaba y enseñaba a la gente a adorar al único Elohim/Poderoso verdadero: Yahweh, el Padre. De hecho, no sólo lo decía y enseñaba, sino también lo vivía y modelaba con su propia vida. Esto lo vemos claramente ilustrado en la forma en que Yahoshúa oraba:
“En aquel tiempo Yahoshúa oró y dijo: “Te alabo,* oh Padre, Soberano del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños.” Matityah/Mateo 11:25 (VIN)
Es interesante ver que aun el mismo Yahoshúa adoraba a su Padre (otra evidencia de que, en efecto, Yahweh y Yahoshúa no pueden ser la misma persona – ¿cómo se va a orar y adorar a él mismo?) Y, al igual que Yahoshúa, sus discípulos y, en fin, los creyentes hasta el primer siglo, debemos entender que sólo existe un ser digno de nuestra devota adoración: Yahweh. La adoración a otro ser que no sea Yahweh nuestro Padre, según lo establecido en la Escritura, es considerado idolatría.
¿Podemos adorar al Espíritu de Santidad?
Uno de los más grandes errores que implica la doctrina de la Trinidad es la adoración al Espíritu de Santidad. Para comenzar, en la Escritura no existe ni un ejemplo de adoración al Espíritu de Santidad, ni siquiera un sólo verso que nos instruya a tal práctica.
Como habíamos explicado en el artículo sobre la Trinidad, el Espíritu de Santidad NO es una persona (o, mejor dicho, un ser o entidad aparte). Mucho menos es “Dios”. El Espíritu de Santidad, conocido en hebreo como la Rúaj HaQódesh, no es otra cosa que la esencia, la manifestación del poder de Yahweh en nosotros. Toda adoración y honra debe ser dirigida a la fuente de esa hermosa manifestación: Yahweh.
¿Es correcto adorar a Yahoshúa?
Sin duda uno de los conceptos más ásperos y difíciles de asimilar es el hecho de que la adoración a Yahoshúa es totalmente incorrecta, y tal práctica es considerada idolatría.
Lo primero que debemos entender es que, contrario a lo que postula la doctrina de la Trinidad, Yahweh y Yahoshúa NO son la misma persona (y esto lo explicamos ya en el artículo sobre la Trinidad). Son dos seres distintos, Padre e Hijo, y uno es mayor que el otro. En otras palabras, el Hijo está sujeto al Padre, y toda obra que él hace es con el único fin de agradar y servir a su Padre:
“…Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.” Luqa/Lucas 22:42 (RV1960, énfasis añadido)
“No puedo yo hacer nada por mí mismo…porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.” Yojanán/Juan 5:30 (RV1960)
Como expresamos antes, Yahoshúa nunca buscó su propia honra, ni procuró adoración para sí. El exhortaba a la gente a orar y adorar sólo al Padre, y lo modelaba con su ejemplo:
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.” Yojanán/Juan 4:23 (RV1960, énfasis añadido)
“En aquel tiempo Yahoshúa oró y dijo: “Te alabo, oh Padre, Soberano del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños.” Matityah/Mateo 11:25 (VIN)
“Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.” Matityah/Mateo 6:9 (RV1960)
“Otra vez el Acusador lo llevó a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria. Y le dijo: ‘Todo esto te daré, si te postras y me adoras’. Entonces Yahoshúa le dijo: ‘Vete, Satán, porque escrito está: A YHWH tu Elohim adorarás y a él solo servirás1‘”. Matityahu/Mateo 4:8-10 (VIN, énfasis anadido)
Éste último verso citado es crucial en el tema de este escrito. Fijémonos que, cuando el Adversario le pide que se postre a sus pies, Yahoshúa contesta recalcándole que la misma Escritura nos ordena a adorar sólo a Yahweh, y nadie más. Ni siquiera Yahoshúa mismo se atribuyó el derecho de ser adorado.
Pero, ¿acaso la gente no se postró y adoró a Yahoshúa?
Aunque si es cierto que muchos se postraban delante de Yahoshúa, el hecho de que ellos se postraran no implica que lo estaban adorando. Esto es un concepto difícil de entender en nuestra cultura, pero en la cultura Hebrea es natural que la gente se postrara en señal de respeto ante figuras de autoridad. Veamos algunos ejemplos:
“Al tercer día, sucedió que vino uno del campamento de Saúl, rotos sus vestidos, y tierra sobre su cabeza; y llegando a David, se postró en tierra e hizo reverencia.” Shmuel Bet/2 Samuel 1:2 (RV1960, énfasis añadido)
“Y vino Mefi-boset, hijo de Jonatán hijo de Saúl, a David, y se postró sobre su rostro e hizo reverencia. Y dijo David: Mefi-boset. Y él respondió: He aquí tu siervo.” Shmuel Bet/2 Samuel 9:6 (RV1960, énfasis añadido)
“Y Joab se postró en tierra sobre su rostro e hizo reverencia, y después que bendijo al rey, dijo: Hoy ha entendido tu siervo que he hallado gracia en tus ojos, rey señor mío, pues ha hecho el rey lo que su siervo ha dicho.” Shemuel Bet/2 Samuel 14:22 (RV1960, énfasis anadido)
“Y yendo Abdías por el camino, se encontró con Elías; y cuando lo reconoció, se postró sobre su rostro y dijo: ¿No eres tú mi amo Elías?” Melakhim Álef/1 Reyes 18:7 (RV1960, énfasis añadido)
¿Estaban todos ellos adorando a éstos hombres de autoridad al postrarse en tierra y hacer reverencia? ¿Cree usted que estos hombres de autoridad, servidores fieles de Yahweh y conocedores de la Palabra del Altísimo, iban a permitir un acto de idolatría como ése? ¡Claro que no! Por lo tanto, la respuesta es simplemente no; estos hombres sólo hicieron un acto de reverencia en respeto a la autoridad de sus superiores, pero en ninguna manera implica que los estaban adorando.
De forma similar, cuando la gente se postraba delante de Yahoshúa, no lo estaban adorando, sino haciéndole reverencia porque reconocían que él era una figura de gran autoridad:
“Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies,” Marqos/Marcos 5:22 (RV1960)
Lamentablemente, muchos de los versos en los cuales se narra como la gente se postraba delante de Yahoshúa han sido manipulados por los traductores para reflejar la doctrina errónea de la Trinidad y la adoración a Yahoshúa. Por ejemplo:
“Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.” Matityah/Mateo 2:11 (RV1960)
Este verso debe decir “y postrándose, le rindieron homenaje” en vez de decir “y postrándose, le adoraron”, por las razones expuestas anteriormente. La Versión Israelita Nazarena (VIN) lo traduce correctamente:
“Cuando entraron en la casa, vieron al niño con Miryam su madre, y postrándose le rindieron homenaje. Después abrieron sus tesoros y le ofrecieron regalos de oro, incienso y mirra.” (énfasis anadido)
Veamos otro pasaje que ha sido manipulado con el mismo fin:
“…El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.” Hitgalut/Revelaciones 5:12-14
Muchos, al leer este pasaje, interpretan que los veinticuatro ancianos se postraron a adorar a Yahoshúa. Sin embargo, en realidad estos ancianos se postraron ante Yahweh, “el que vive por los siglos de los siglos” (esta frase es una referencia directa al Nombre de Yahweh, cuya raíz Hebrea alude a “el que es, el que era y el que será” – Hitgalut/Revelaciones 1:8)
Por otro lado, estos versos nos ilustran que Yahoshúa si puede ser honrado y reverenciado e incluso alabado como Rey de Yisrael, como el Mashíaj (Ungido) de Yahweh y como nuestro amo.
“Por lo cual también Elohim lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre; para que en el nombre de Yahoshúa se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Yahoshúa el Mashíaj es soberano, para gloria de YHWH el Padre.” Filipiyim/Filipenses 2:9-11 (VIN)
El mismo salmista nos exhorta a reconocer al Hijo y rendirle homenaje:
“Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían” Tehilim/Salmos 2:12 (RV1960)
Sin embargo, la adoración sólo le corresponde a Yahweh, el Creador de los cielos y la Tierra:
“…A Yahweh tu Elohim adorarás, y a Él sólo servirás.” Matitiyahu/Mateo 4:10 (VIN)
La serpiente: instrumento de salvación hecho ídolo
Cuando la mayoría de los creyentes escuchan la palabra “serpiente”, lo primero que les viene a la mente es la “serpiente antigua”, o sea, HaSatan/Satanás. Sin embargo, Yahoshúa nos habló sobre otra serpiente, la cual encierra un significado muy diferente:
“Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Yojanán/Juan 3:14-15 (RV1960)
Yahoshúa estaba haciendo alusión al relato encontrado en Bamidbar/Números 21:4-9. En resumen, el pueblo murmura contra Yahweh y Mosheh, lo que provocó que Yahweh enviara serpientes ardientes que mordían al pueblo, causando la muerte a cuantos eran mordidos. El pueblo, al darse cuenta de su error, le pide a Mosheh que interceda por ellos ante Yahweh para que las serpientes sean quitadas y cese la mortandad. Mosheh intercede por el pueblo, y Yahweh le instruye a construir una serpiente de bronce y colocarla en un asta, de modo que cuando el pueblo sea mordido por una serpiente sea sanado al mirar a la serpiente de bronce. Obviamente, Mosheh hizo lo que Yahweh le ordenó y el pueblo fue librado de la mortandad provocada por las serpientes.
Este pequeño evento da la ilusión de haber quedado ahí. Sin embargo, la historia de la serpiente de bronce no termina aun. Más adelante se menciona un importante dato sobre ella en la Escritura, cuando el rey Jizquiyah/Ezequías comienza a reinar sobre Yisrael:
“El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán.” Melajim Bet/2 Reyes 18:4 (RV1960)
Tal parece que, lo que originalmente fuera un instrumento o medio de salvación para Yisrael, el pueblo lo había convertido en un amuleto o ídolo, al punto de llegar al extremo de rendir adoración a esta simple imagen de bronce. Por tal razón, el rey Jizquiyah tuvo que intervenir destruyendo la serpiente de bronce, de modo que el pueblo cesara esta práctica abominable ante los ojos de Yahweh.
Probablemente usted se esté preguntando: ¿qué tiene que ver toda esta historia con la adoración a Yahweh? En mi opinión, este relato es un reflejo de lo que está pasando actualmente en muchos círculos religiosos que, lamentablemente, han sido engañados y siguen doctrinas erróneas, como lo es la Trinidad y la adoración al “Dios en tres personas”.
La serpiente de bronce fue un medio o instrumento que Yahweh utilizó para salvar a su pueblo de la mortandad. Es curioso que, cuando el pueblo miraba a la serpiente de bronce, tenían que alzar sus ojos y mirar hacia arriba, a los cielos. El salmista David tuvo una experiencia similar:
“Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?” Tehilim/Salmos 121:1 (RV1960)
¿Acaso los montes tienen algún poder para salvar? ¡No! De forma similar, ¿acaso la serpiente de bronce tenía algún poder de por sí para salvar y sanar? Definitivamente no. Es el hecho de alzar la mirada a los cielos, donde se encuentra el trono de Yahweh (Yeshayahu/Isaías 66:1), y clamar al Padre, lo que permitió al pueblo alcanzar la salvación de la muerte.
De forma similar, Yahoshúa es el medio que escogió Yahweh para traer salvación a su pueblo (y, por cierto, uno de gran valor: ¡su propio hijo!). Sin embargo, aquél que fue levantado en un madero, con el propósito de que, al alzar nuestra mirada, podamos mirar a los cielos y adorar al dador de esta gran salvación, lamentablemente se ha convertido en un ídolo al que muchos le han atribuido el lugar que sólo corresponde a Yahweh. Y eso, aunque suene duro y sea difícil de entender y/o asimilar, es simplemente idolatría.
El Peligro en Algunas Prácticas Modernas Asociadas con la Adoración
La música y la adoración
En las últimas décadas, la música ha tomado un rol muy importante en los servicios de adoración de muchos lugares de reunión. Ya no es extraño ver iglesias donde hay grupos de adoración e incluso directores o pastores dedicados al área de la adoración. Lamentablemente, este fenómeno ha provocado que mucha gente adopte una idea errónea sobre lo que es la adoración.
Permítame aclarar: Con esto no estoy diciendo que la música sea mala, o que este incorrecto el tener grupos y personas dedicadas al arte musical en las congregaciones. Como profesor de música que soy, apoyo completamente esta iniciativa. Creo que, a la hora de alabar a nuestro Creador, se le debe ofrecer lo mejor que tenemos. Sin embargo, la idea que quiero traer es que la gente se ha enfocado tanto en la experiencia emocional de la música, que se han olvidado del significado real de ese término comúnmente traducido como adoración.
Lo que se traduce como adoración en la Escritura, como ya hemos visto, alude mas a un estilo de vida que a una mera experiencia emocional. Alude a una vida dedicada por completo al servicio a Yahweh, y no a simplemente ir a un lugar de reunión y experimentar un éxtasis emocional mientras se cantan alabanzas al Creador. Y la única forma de vivir una vida dedicada al servicio a Yahweh es viviendo según su Palabra: honrando su Torah y las enseñanzas de Yahoshúa el mesías. Después de todo, ¿de que nos vale tener una experiencia emocional cantando, y luego seguir viviendo nuestra vida en oposición a la Torah?
Experiencias Emocionales y Sobrenaturales
Desde tempos antiguos, la gente se ha sentido atraída por las experiencias sobrenaturales, especialmente aquellas que les trae un aparente bienestar emocional. Esto sucedía antes en diversas culturas y religiones, y lamentablemente sigue sucediendo hoy. No es extraño ver creyentes que viven su vida pendientes a recibir profecías y ver señalas, a tal grado que la estabilidad de su fe llega a depender de estas manifestaciones sobrenaturales.
Aunque ya este tema lo he discutido en un estudio anterior, quisiera volver a recordar un principio muy importante: No debemos guiarnos simplemente por las señales o nuestros sentimientos a la hora de examinar nuestra fe y escoger el camino espiritual a seguir. Es muy fácil caer en un error si nos dejamos guiar por las señales y las emociones que experimentamos. La misma Escritura nos advierte contra el depender de las emociones de nuestro corazón:
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Yahweh, que escudriño el corazón…” Jeremías 17:9-10 (RVR2011)
Como ya hemos visto anteriormente, la práctica de la verdadera adoración a Yahweh no depende de una experiencia emocional, sino de una fe basada en un estilo de vida que honra la palabra del Todopoderoso.
Es importante aclarar que, al señalar esto, no estamos rechazando las manifestaciones sobrenaturales. Como nos enseña la Escritura, Yahweh ha otorgado dones para edificación de su pueblo y expansión del mensaje de salvación y restauración. Pero la profecía, sanidades y otros dones tienen su propósito y su lugar, y es necesario practicarlos en orden:
“Y los espíritus de los que profetizaren, que se sujeten a los profetas; Porque Yahweh no es un Poderoso de disensión, sino de paz; como en todas las asambleas de los santos.” 1 Corintios 14:32-33 (RVR2011)
Al ver la palabra espíritus, muchos toman este verso de una manera mística, como si hiciera referencia a algún ser o fuerza sobrenatural que se apodera de un profeta para hablar, y este no tuviera control de sí mismo. Pero la realidad que se esta planteando es todo lo contrario. La palabra espíritu en este caso no se refiere a algún ser o fuerza sobrenatural, sino al ánimo o actitud de la persona. Existen otras instancias en la Escritura donde se utiliza la palabra espíritu con esta connotación. Por ejemplo:
“Pero mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y cumplió de ir en pos de mi, yo lo introduciré en la tierra donde entró y su simiente la recibirá en heredad.” Números 14:24 (RVR2001)
Fíjense que, en este caso, no haría sentido decir que Caleb estaba poseído por otro espíritu diferente. ¡Eso hubiese sido motivo para que no entrara a la tierra prometida! Lo que realmente está diciendo este verso es que Caleb tuvo una actitud diferente a los demás. Mientras otros desobedecieron, él se mantuvo fiel. Por consiguiente, se le fue dado el privilegio de entrar a la tierra prometida.
De forma similar, 1 Corintios 14:32-33 está exhortando a que los que profetizan (y por extensión, todos aquellos que ejerzan otros dones) tengan una actitud diferente y ejerzan su dominio propio. Debe hacerse en orden y a su debido tiempo. Los excesos deben evitarse, y en especial evitar el enfocarse tanto en los dones o manifestaciones que la enseñanza de la Palabra de Yahweh y la práctica de esta queden en un segundo plano. Como ya había dicho, la adoración y la practica de la fe hebrea no consiste solo de experiencias sobrenaturales, sino de una vida en obediencia a la Torah de Yahweh y la fe en el mesías Yahoshúa.
El Sincretismo Religioso
Probablemente, una de las estrategias mas antiguas para ganar seguidores en la fe es el sincretismo religioso, el cual consiste en mezclar las enseñanzas de la Escritura con otras creencias comunes de una región o cultura específica. Fue la estrategia principal que usó la iglesia católica para ganar seguidores en muchos lugares donde se practicaban otras religiones.
Lamentablemente, esta estrategia es aún muy utilizada, y mucha gente no se da cuenta. Ante la propagación del mensaje de las restauración de las raíces hebreas de la fe, muchos grupos (especialmente cristianos) han adoptado prácticas provenientes de la cultura hebrea y las han incorporado en sus servicios. Ya no es extraño ver congregaciones cristianas con grupos de danza, usando el talit o el shofar, e incluso celebrando algunas de las fiestas. Aunque ciertamente es loable el intento que hacen de acercarse a la fe hebrea, el problema está en que no lo hacen con una intención sincera de seguir las enseñanzas de la Torah y la fe del Mesías, sino meramente por llamar la atención de la gente que simpatiza con esta creencias y ganar mas seguidores (o mantener a los que tienen y prevenir que se vayan de sus congregaciones). Esto a la larga trae confusión y distorsiona aún mas el modelo original de adoración bíblica, pues la gente adopta estas mezclas de creencias y prácticas como si fueran enseñanzas genuinas de la Escritura. Y a medida que mas gente adopta estas practicas, mas se diluye y debilita la enseñanza original de la adoración bíblica.
Esta es una de las estrategias mas peligrosas en la actualidad, ya que las “medias verdades” son mas difíciles de discernir que una mentira total. Se requiere de mucha oración, meditación y una base sólida en la Escritura para evitar caer en esta antigua trampa. En esto hacemos bien en seguir los consejos de la Escritura:
“Examínenlo todo; retengan lo bueno.” 1 Tesalonicenses 5:21 (RVR2011)
“…recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras, a ver si estas cosas eran así. Así que creyeron muchos de ellos…” Hechos 17:11-12 (RVR2011)
Conclusión
Sólo uno es digno de ser reconocido como el Elohim verdadero y máximo: Yahweh. Cualquier acto de adoración (o sea, reconocimiento como el ser supremo) dirigido a otro ser, sea un ser humano o espiritual (incluyendo a la Rúaj HaQódesh/Espíritu de Santidad y a su hijo Yahoshúa), es considerado idolatría.
“Oye, Yisrael: YHWH es nuestro Elohim, YHWH solamente. Amarás a YHWH tu Elohim con todo tu corazón y con todo tu ser y con todas tus fuerzas.” Devarim/Deuteronomio 6:4-5 (VIN)
Nuestro Poderoso, Yahweh, es uno. Por lo tanto, sólo uno es digno de ser adorado y exaltado como el Elohim supremo de todo lo creado.
“…A YHWH tu Elohim adorarás y a él solo servirás” Matityah/Mateo 4:10 (VIN)
Tengamos cuidado con muchas de las prácticas de la adoración moderna. Muchas son atractivas, pero no todas tienen fundamento en la palabra del Todopoderoso. En oración escudriñemos la Escritura para evitar ser engañados.
Demos la honra debida a Yahoshúa, pero adoremos y sirvamos con toda nuestra vida al único que así lo merece: Yahweh, el único Poderoso de Yisrael.
Enclave Oficial: http://www.raiceshebreas.info/quien-debemos-adorar-y-como/
Shalom!
Por A. A. Candelaria
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PREGUNTAS DIVERSAS
PREGUNTAS DIVERSAS
Mi pregunta es: Primero en Bereshit se describe la creación del hombre, ¿no? Bueno, pues ¿por qué entonces el Eterno hace referencia a que no había hombre que labrara la tierra si ya había hecho anteriormente al hombre. Como siempre, muchas gracias por lo que me puedan ayudar. —Susi
Lo que sucede es que usted está tratando con dos relatos independientes del mismo suceso. Bereshít 1:1-2:3 es una relato de la creación, y Bereshít 2:4-25 es otro relato. Ambos son relatos independientes, que se relacionan con el mismo suceso pero que no son cronológicamente consecutivos sino más bien paralelos. Una relato aporta datos que faltan en el otro y así se complementan. Nos dicen los eruditos en estas cosas que cuando Moshé fue a escribir el libro de Bereshit utilizó diversos relatos que habían circulado oralmente por generaciones. La Inspiración no le dio las palabras que habría de utilizar sino que lo llevó a compilar relatos de los patriarcas que eran ya tradición en su pueblo. Y así es que surgen las repeticiones, las pequeñas incongruencias y las aparentes contradicciones en los diversos relatos de la Toráh.
¿Es verdad que la palabra “Dios” es de origen pagano? ¿Acaso no es ese el nombre de nuestro Creador?
Los diccionarios confirman el origen pagano de la palabra DIOS como nombre, aunque no necesariamente como título. En el Nuevo Testamento en griego se ve claramente que los griegos llamaban a su ídolo “DIOS.” (Vea Hechos 14:12,13 Griego). Aunque el griego “díos” es la forma genitiva del nombre Zeus, es decir, significa “de Zeus.”
El pueblo griego se convirtió al cristianismo en el siglo dos de la Era Común. Después de eso los griegos paganos continuaron adorando a su deidad pagana y lo llamaban DIOS (y Zeus), y los romanos cristianos llamaron también a su deidad Deus, de donde viene DIOS. El español tomó prestado el nombre DIOS de los romanos, quienes lo habían tomado prestado de los griegos paganos. Así DIOS entró en el idioma español a través del latín DEUS. Esto ocurrió en los primeros dos siglos de la Era Común.
La pregunta ahora es: “¿Cuál era el nombre del Padre Celestial antes del siglo dos de la Era Común? Y ¿cuál es el verdadero nombre del Creador en español?
Si al Altísimo no se le llamaba DIOS en los tiempos de los profetas bíblicos ni de los apóstoles, ¿cuál era Su Nombre entonces? Si el nombre DIOS nunca se le aplicó al Padre antes del siglo dos de la E. C., ¿cuál era el nombre de la congregación mesiánica en aquellos primeros siglos?
DIOS no es un nombre. El Todopoderoso declara: “Yo soy Yahwéh, ese es mi nombre.” (Vea Isaiah 42:8, Biblia Católica y Biblia Hebrea). No se satisfaga con un nombre prestado de las deidades paganas. El Padre tiene un solo Nombre; ese Nombre es Yahwéh. (Vea Salmo 83:18 Biblia de Jerusalén). No se satisfaga con un sustituto. Esto en cuanto al uso de “Dios” como si fuera un nombre. Cuando se usa como título, como cuando se dice el Dios de Israel, el caso es diferente pues en este caso no viene a sustituir el Nombre Divino.
“Y en todo lo que les he dicho sean cuidadosos; y no hagan mención del nombre de otras deidades (hebreo: “elohím,” no “dios”), ni se oiga en sus bocas.” (Éxodo 23:13).
¿Qué significa la palabra aleluyah que tanto se oye entre los cristianos?
Esta es la más antigua de las palabras de alabanza. Se usa tanto en el cielo como en la tierra para adorar al Todopoderoso (Apoc. 19:1-6).
Haleluyáh es una palabra puramente hebrea y sin embargo se encuentra en casi todos los idiomas de la tierra. La primera parte, “halelú,” significa “alaben.” La última parte, Yah, es el nombre de Aquel a quien hay que alabar.
Yah es el nombre personal del Padre Celestial. Se encuentra más de 6,800 veces en el idioma original de la Biblia. También la encontramos al final de nombres bíblicos como Eliyáh (Elías), Yirmeyáh (Jeremías), Obadyáh (Abdías), Yeshayáh (Isaías), etc.
Yah es la forma corta del Nombre Sagrado. La forma completa del Nombre del Padre Celestial es Yahwéh. Este nombre se encuentra en las Escrituras Hebreas, en las Concordancias y Diccionarios Bíblicos, así como en muchos escritos actuales de historia y arqueología. Los judíos tradicionales se abstienen de pronunciar este Nombre Divino por temor de profanarlo; pero en las Escrituras Hebreas se nos insta a conocer, publicar y alabar el Nombre de Yahwéh.
La palabra “Jehová” se formó por un error de los traductores, alrededor del año 1500 después del Mesías, al mezclar las consonantes de Yahwéh con las vocales de Adonáy. “Jehová” Es una forma errónea del nombre Yahwéh, y no debemos profanar el Nombre del Creador por medio de usar una forma errónea o corrupta.
Les hacemos a los cristianos una cordial invitación: Pregúntele a su sacerdote o ministro si lo que decimos aquí es correcto o no. Y si le confirma que es correcto (como lo va a hacer si está bien informado), pregúntele entonces por qué él no le enseña esto a su iglesia. Si es porque está engañado le invitamos a que se vuelva y abrace la verdad.
¿Qué se quiere decir con arrepentimiento?
Los diccionarios Bíblicos definen “arrepentimiento” como un “cambio de actitud,” un “retorno al Creador,” una “vuelta a un estado de gracia.” Se trata pues, de abandonar el pecado, o la condición de tibieza espiritual, y volverse al Todopoderoso para servirle y amarlo.
¿Acaso necesita usted arrepentirse de algo? ¿Por qué necesita arrepentirse? ¿Acaso no es usted una persona buena, que no le hace mal a nadie? Al menos eso es lo que usted dice. Pero mire lo que dice el Todopoderoso:
“No hay un inocente, ni siquiera uno.” Romanos 3:10-12 (Versión Israelita).
O sea, que nadie puede decir que está sin pecado y que no necesita arrepentimiento; y menos cuando se está alejado de los caminos divinos de la fe y la redención.
Si alguien está atado por un vicio, un hábito perjudicial, una manera de pensar torcida, una actitud egoísta, o una condición de pecado de la que no ha podido salir hasta ahora, necesita arrepentimiento. Y le invitamos a que lo haga hoy, antes de que sea tarde.
Pídale arrepentimiento al Padre Celestial, crea en su Palabra, crea en el Mesías, acepte las condiciones divinas para su vida, confíe en el Padre Eterno y espere Su reino.
El Padre Eterno le espera con los brazos abiertos para darle perdón completo. Oiga la voz del Rabí de Galilea:
“Mira que yo estoy a la puerta y llamo; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré a su casa y cenaré con él, y él conmigo.” (Revelación 3:20 (Versión Israelita).
¿Por qué se habla tanto de Israel en casi todas las iglesias? ¿No pasó de moda ya ese pueblo?
Es obvio por los acontecimientos que hemos vivido en las últimas décadas que el pueblo hebreo ha asumido un papel preponderante en la escena mundial. Hay un paralelo de esto en el relato histórico de la Biblia en el caso cuando el pueblo hebreo estuvo esclavizado en Egipto en tiempos del caudillo hebreo Moisés.
Según la historia registrada en los primeros capítulos de Éxodo, el entonces Faraón de Egipto se hallaba alarmado porque se estaba dando un fenómeno nuevo en el país: el pueblo hebreo había crecido tanto que representaba una amenaza para el país. Ya en todas partes se hablaba de los hebreos y de la posibilidad de que se unieran a los enemigos en caso de una invasión al país de Egipto.
Ese temor llevó al genocidio perpetrado por el Faraón en el que innumerables niños murieron ahogados en el Río Nilo (o Hayor). Pero aquella saña antisemita no detuvo el crecimiento del pueblo hebreo. Finalmente, aquel antiguo pueblo hebreo obtuvo su libertad de la esclavitud, gracias a la intervención del Todopoderoso Yahwéh mediante Moshé. Y tras cuarenta años de vivir como nómadas en el desierto, conquistaron la tierra prometida y establecieron allí una nación en forma, inicialmente, de una anfictionía, dirigida por los Jueces.
La fama del pueblo hebreo en aquel entonces estuvo en su cumbre máxima. Todos los pueblos de la tierra lo conocían y le temían, porque el Poderoso Yahwéh estaba con ellos y les daba la victoria sobre los pueblos enemigos.
Compárece esto con lo que le ha sucedido al pueblo hebreo desde el 1948 para acá. Obviamente hay un paralelo interesante: el pueblo hebreo es actualmente conocido y reconocido por todas las naciones de la tierra; es temido por sus enemigos árabes y amado por sus aliados occidentales.
No hay duda, Israel es la moda. En algunas iglesias cristianas se pueden escuchar incluso cánticos en el idioma hebreo, y cantos hebreos traducidos a diversos idiomas. Incluso la danza hebrea forma parte ya del culto de algunas iglesias evangélicas. Los símbolos israelitas de la Menoráh y el Escudo de David son ya comunes entres muchos cristianos, quienes los usan hasta en sus templos.
Así que Israel no ha pasado de moda. Al contrario, ahora está más de moda que nunca. Para muchos el identificarse con Israel hoy día es estar en algo. El discípulo hebreo Shaúl (Pablo) dijo que “de ellos [de los israelitas] son los pactos y las promesas…” Todos anhelan las promesas porque implican un privilegio importante, pero pocos desean los pactos porque implican una responsabilidad. Pero si queremos los privilegios es razonable que estemos dispuestos de igual modo a asumir las responsabilidades de la Alianza. Y esto requiere una disposición del corazón a la obediencia. Muchos en todo el mundo están haciendo esto. ¿Por qué no lo hace usted también?
¿A qué se refiere la palabra “Armagedón” en el Apocalipsis?
La palabra en sí es una helenización del término hebreo “Har Meguidó,” que significa “Monte Meguidó.” El Monte Meguidó en la tierra de Israel fue escenario de grandes batallas en los tiempos bíblicos y por eso se usa en el el libro de Revelación como símbolo de la gran batalla final entre las fuerzas del bien y las del mal.
Así que “Armagedón,” o más correctamente, “Har Meguidó,” no es el nombre de una batalla sino de un lugar, donde se dice que se reunirán las naciones para la batalla que se llama en el libro de Revelación “la batalla del Poderoso Omnipotente” [El-Shadáy].
Mucho se ha argumentado si esa batalla ha de entenderse literalmente como una guerra entre naciones, o si por el contrario ha de entenderse en sentido figurado como una lucha espiritual entre el bien y el mal.
De cualquier manera que sea, los hijos del Omnipotente no tienen por qué temer porque estamos del lado de Yahwéh. Los que tienen que preocuparse son los que están del lado del Satán, el Adversario de Yahwéh, pues en la batalla final saldrán derrotadas todas las huestes del mal, y saldrán victoriosos los fieles de Yahwéh, quienesquiera que éstos sean. Los sobrevivientes de esa batalla tendrán la dorada oportunidad de entrar en el Reino Mesiánico que se establecerá en este mundo a la venida del Mesías.
¿Por qué las iglesias cristianas evangélicas no se atienen a la observancia del sábado, siendo que la observancia del domingo es una institución obviamente católica?
Habría que hacerles esa pregunta a las personas aludidas, pero en mi opinión el cristianismo evangélico se halla tan comprometido con unas posturas ideológicas basadas en la tradición que les resulta muy difícil apegarse a las enseñanzas Bíblicas, aunque eso signifique seguir las pautas del catolicismo romano.
El sábado como día de reposo y adoración es uno de los Diez Mandamientos de los que tanto se habla en la cristiandad. Pero en este tema los teólogos de la cristiandad hablan con dos lenguas. Con una dicen que obedecen los Diez mandamientos, y con otra dicen que el cuarto mandamiento está abolido y no hay que observarlo. En lenguaje moderno eso se llama doblez o hipocresía. El sábado es para todas las épocas “el día de reposo de Yahwéh.”
— Yosef Aharoni
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RESPUESTAS A OBJECIONES CONTRA LOS ESCRITOS MESIÁNICOS
RESPUESTAS A OBJECIONES
CONTRA LOS ESCRITOS MESIÁNICOS
Preguntas de un objetor aparentemente anti-mesiánico.
El objetor, que aparentemente es anti-mesiánico, no toma en cuenta los estilos hebreos de escribir que muchas veces parecen contradictorios, estilo que se encuentra muchísimo en el Talmud, e incluso en el Tanákh. Pero veamos: (Mis respuestas van precedidas de dos asteriscos (**). Y los errores gramaticales del objetor se dejan intactos.)
(1) En Mateo 2:23 Dice; Y vino y habito en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpla lo que fue dicho por los profetas, que habia de ser llamado Nazareno. ¿Cual de los profetas dijo esto? ¿Donde se encuentra este verso en el antiguo pacto?
** Este no es un caso de cita directa sino de cita indirecta al estilo de Derásh, un estilo muy usado en el Talmud en el que se deriva un significado indirecto de un pasaje. En este caso probablemente el escritor tenía en mente el pasaje de Isaíah 11:1. En el Talmúd hay ejemplos de derivaciones indirectas más alejadas que esta del sentido original del texto en cuestión.
(2) En Mateo 27:9 y 10 Dice; Entonces se cumplio lo dicho por el profeta Jeremias, que dijo: Y tomaron las treintas piezas de plata precio del apreciado. ¿En que parte del libro de Jeremias dice esto?
** El pasaje de Jeremías al que Mateo le atribuye esta significación profética es Jer. 27:6-9, sin embargo la cita que utiliza es la de Zacarías 11:12, 13, que con el mismo sentido profético es el que en verdad se aplica al cumplimiento profético en Yahshúa. Esta aparente disparidad de citas se encuentra a veces también en el Talmud y no es infrecuente tampoco en los escritos judíos kabalísticos.
(3) En Mateo 23:35 Dice: Para que venga sobre vosotros la sangra que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarias, hijo de Baraquias el cual matasteis entre el templo y el altar. ¿Donde esta este verso en el antiguo pacto?
** Ese pasaje está en 2 Crónicas 24:20-21. El Zacaríah de este pasaje era hijo de Yoyadá; el Zacaríah hijo de Berekiah era uno de los profetas menores (Zac. 1:1). Este error se debe muy probablemente a una confusión en la transmisión del texto mediante copias. Errores semejantes a éste se encuentran también en el Tanákh y en el Talmud, y eso no anula la validez de estas obras.
(4) En marcos 9:11-13 dice que es necesario que Elias venga antes, pero ¿donde dice que le seria cortada la cabeza, como dice el verso 13? Pero os digo que Elias vino y le hicieron todo lo que “QUISIERON” como esta “ESCRITO DE EL” ¿Donde esta esto escrito, que el tenia que morir de esta manera?
(5) Donde dice en la profecia del antiguo pacto que Elias vendria en espiritu?
** De nuevo vemos aquí, como en el caso de la objeción número 1, que se trata de una aplicación al estilo talmúdico, en el que los escritores aplican un pasaje aparentemente fuera de contexto pero que lo importante es la esencia de la interpretación y no la literalidad. Esto cualifica como una interpretación al estilo del Sod, el cuarto estilo interpretativo en el judaísmo. Si no conoces el Sod estudia el libro del Dr. Trimm, “Manifiesto del Judaísmo Nazareno.” Y si no conoces este estilo estudia el Talmud, vas a encontrar las mismas incongruencias en él, y peores.
(6) Galatas 3:19 y Hechos 7:53 Dice que la ley fue dada por medio de angeles.
¿Donde se encuentra esto en el antiguo pacto?
** Parece que estos escritores nazarenos antiguos estaban más familiarizados con las enseñanzas talmúdicas que tú, amigo objetor. En el Talmud se afirma enfáticamente que la Toráh no fue dada directamente por Yhwh en persona, él no fue quien bajó literalmente al Sinay, sino que todas sus manifestaciones “visibles” y “audibles” las realizó a través de sus ángeles. Esto es … “elemental, querido Watson.” Otra vez, necesitas estudiar más el Talmud.
(7) Juan 17:12 Habla del Hijo de perdicion para que se cumpla la escritura.
¿Donde esta esta profecia? ¿En que parte del antiguo pacto?
** Esta alusión profética se encuentra en Salmo 42:9 y Salmo 109.4, 5, 7, 8-10. Es un ejemplo de interpretación judía del tercer nivel, Derásh, y también del cuarto nivel, Sod. Nuevamente el Talmud abunda en interpretaciones como esta, de pasajes que aparentemente no tienen relación pero que el intérprete apela al recurso del Sod, o el Derásh para hacer una interpretación o aplicación profética. Las del Talmud son mucho más alejadas del Peshát (sentido literal) que esta. Si rechazas los escritos nazarenos por este detalle tienes que rechazar con mucha más razón el Talmud.
(8) ¿Porque se le dice a Jesus Hijo del hombre si el era hijo de D-s?
** La designación “Hijo del Hombre” con referencia al Mesías se hizo popular en tiempos intertestamentarios, basada en la visión de Daniel 7:9-14, y que obviamente se refiere al Mesías de Israel. Por lo tanto, cuando Yahshúa se aplicó ese título, sus oyentes podían relacionarlo con el título mesiánico; ya la vez era una manera de identificarse en forma ambigua, para no decirlo directamente, porque también la expresión hebrea-aramea puede significar simplemente “este hombre,” o sea, “yo.”
En cuanto a que el Mesías sea “hijo de Dios,” en el Salmo 2:12, se habla de “el hijo”, que se identifica con el “mashíaj”, o ungido del verso 2. Además en Proverbios 30, dirigido al incrédulo que dice “no hay Dios” (verso 1), dice en el verso 4: “¿Quién levantó todos los extremos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si lo sabes?” Ese hijo no puede ser Israel, como erróneamente aducen algunos, porque el nombre de Israel todo el mundo lo conoce. Pero el nombre del hijo de Yhwh en tiempos de los profetas nadie lo conocía. El Talmud abunda en especulaciones sobre el nombre del Mesías, llamándolo a veces Yanún, a veces “el leproso” (con referencia a la profecía mesiánica de Isaías 43), etc. El nombre del hijo de Yhwh, el Mesías, en tiempos de los profetas era un Sod, una información oculta para ellos.
(9) ¿Como pruebas que Jesus vino de la tribu de David?
** En tiempos de Yahshúa muchos lo llamaron “hijo de David” (que significa “descendiente de David) y ninguna de las autoridades antagónicas contradijo eso. En aquel tiempo existían en el Templo los registros genealógicos de los ciudadanos de Israel, y podía evidenciarse fácilmente el origen genealógico de Yahshúa, cosa que no pueden hacer ahora los judíos ortodoxos con su esperado mashíaj. Mateo tenía acceso a esos registros genealógicos y pudo transmitirnos esa información, pero dichos registros fueron destruidos en el año 70 por el general romano Tito. Esto es elemental.
(10) ¿Donde se encuentra en el antiguo pacto que el mismo D-s vendria como el Mesias?
** Esta pregunta tendrías que dirigirla a los cristianos trinitarios, pues los judíos nazarenos no enseñamos eso. Nosotros decimos lo que dice la Biblia, que el que vino como Mesías en la persona de Yahshúa es el HIJO (o Siervo) de Dios, no Dios mismo.
(11) Prueba que solo por medio de sacrificio de sangre es que se perdona pecados. Deuteronomio 22:1321, Numeros15:32 al 36, Leviticos 24:10 al 17 , prueba lo contrario.
** Los pasajes que citas no tienen que ver nada con la pregunta. Esos pasajes son ejemplos de ciertos pecados para los cuales no se hizo expiación sino que se aplicó la sentencia de muerte sobre el ofensor. Eso no tiene nada que ver con si la sangre expiaba pecados o no. Ciertamente en el Israel antiguo se hacía expiación con la sangre de animales inocentes, pero la provisión del perdón es para quienes el Eterno quiere aplicarla; hubo ciertos casos en los que el Eterno no aplicó la expiación sino que requirió la sangre del ofensor. Esa es la cuestión medular de la expiación. El pecado se paga con sangre, sea la del propio pecador o la de una víctima sustitutiva. El sistema de sacrificios en Israel tenía el objetivo de enseñar el principio de la víctima sustitutiva.
(12) ¿Donde dice en el antiguo pacto que un humano era el sacrificio perfecto para perdonar pecados?
** Si piensas que en el Tanákh no se menciona la muerte de humanos como expiación por las ofensas del pueblo, ¡prepárate para una sorpresa!! La explicación la damos, debido a su extensión, en otro artículo, aquí mismo en este Foro, bajo el título” Yahshúa y la Expiación.” Búscalo.
(13) Porque no se le dio el nombre de Emmanuel a Jesus?
** Immanuél es un título mesiánico simbólico, como otros en las Escrituras. En Isaiah 9:6-7 se habla del un rey mesiánico, (quienquiera que sea), que el Talmud aplica al Rey Mesías, y en ese pasaje se dice que se llamará su nombre “Admirable Consejero-Héroe Poderoso-Padre Eterno-Príncipe de Paz.” Los mismos Rabinos aplican este pasaje al Mashíaj (aunque no a Yahshúa, obviamente), y sin embargo eso no significa que el Mashíaj judío cuando venga llevará ese nombre literalmente, sino que ese es un título mesiánico simbólico de su misión. Lo mismo aplica al título Immanuél.
(14) Porque murio Jesus en una cruz? ¿Donde dice en el antiguo pacto que era esta la muerte que le esperaba al Mesias prometido?
** Esta es una pregunta innecesaria. Él murió en una cruz porque ese era el cadalso tradicional entre los romanos. Los profetas no dijeron que el Siervo sufriente de Yhwh iba a morir en una cruz, pero Isaiah dijo que habrían de “horadarle sus manos y sus pies,” y eso se cumplió en Yahshúa cuando lo crucificaron. Lee Isaiah 53 sin el prejuicio judío moderno, y verás que ese pasaje se refiere al Mashíaj, como lo entendieron los rabinos antiguos, y aún algunos modernos. Solicita el artículo que enviamos hace poco en el Boletín Hebraica sobre este tema, muy explícito y claro. (hebraica@tld.net)
(15) ¿Cuantos hijos primogenitos se supone que tenga D-s?
** También la pregunta es innecesaria, porque la misma palabra “primogénito” indica que se trata del primer hijo, y hay uno solo que es el hijo primero. Ahora bien, puede haber un primogénito del padre y un primogénito de la madre, en caso de que un hombre haya tenido dos esposas. También la palabra primogénito se emplea en el Tanákh, a veces, con un sentido figurado.
(16) ¿Donde se encuentra en el antiguo pacto que 75 almas fueron a Egipto con Jacob, segun dice Hechos 7:14?
** En Génesis 46:26 y 27, en la versión Septuaginta dice 75 en vez del 70 del Texto Masorético. Esto evidencia que los manuscritos hebreos de donde los traductores judíos tradujeron la Septuaginta decía 75, y obviamente, el escritor de Hechos tenía acceso a esos manuscritos hebreos antiguos, o al menos al dato de la Septuaginta. Es común incluso ver discrepancias como esta en el Tanákh hebreo.
(18) ¿Por que razon Jesus tuvo que pagar por el precio de otros, si Jeremias 31:29 y Ezequiel 18:2 al 4 que cada cual pagara por su propio pecado?
** El contexto de estos pasajes es diferente. Usted sabe que los israelitas que pecaban y ofrecían sacrificios de animales por sus pecados eran perdonados. Así que estos pasajes no se refieren a eso. El objetor parece desconocer las afirmaciones rabínicas en el Talmud en el sentido de que la muerte de un justo expía por los pecados de su pueblo. Incluso dice que si es “justo” simplemente, tienen que ser tres justos, pero que si es un justo impecable, una sola vida basta. Léase los comentarios del Rabino Elí Munk, en Kol Hatoráh, para que aprenda la verdad.
(19) En Juan 7:38 Dice; El que cree en mi como dice la escritura, de su interior correran rios de agua viva. ¿ Donde se encuentra este verso en el antiguo pacto?
** Isa. 28:16; Prov. 18:4; Isa. 12: 3 y 44:3, es la conjunción de pasajes que da pie a la expresión de Yahshúa. Especialmente la frase “arroyos que rebosan” (o brotan) es una expresión paralela, y se refiere a la sabiduría. Este recurso de extraer frases o palabras de varios pasajes para enseñar una verdad es un estilo rabínico empleado a menudo en el Talmud; lo que demuestra que Yahshúa era un Rabino muy conocedor de los estilos rabínicos. Sabiduría que les falta a muchos de sus opositores de hoy día.
(20) ¿Por que la genealogia de Jesus segun, no concuerda? Compara la mencionada de Mateo y la mencionada por Lucas y notaras que; (1) Una es mas larga que la otra. (2) Que por la mitad los nombres no concuerdan en ambos evangelios.
** Esto es un asunto ya decididamente resuelto entre los estudiosos de las Escrituras. La genealogía que presenta Mateo es la de José, padre adoptivo de Yahshúa, y la que presenta Lucas es la de María su Madre natural. El hecho de que Lucas diga que José era “hijo” de Elí demuestra claramente que esa es la genealogía de María. José era hijo de Jacob, y yerno de Elí, pero usted debería saber que en el pueblo hebreo se le llamaba “hijo” también al yerno de un hombre. La palabra hebrea “ben” (hijo) siempre tuvo un uso bastante amplio. Aplicándose no sólo a hijos naturales sino también a hijos adoptados, a yernos, e incluso a discípulos de un maestro. Como los “hijos de los profetas,” que eran en realidad discípulos de los profetas, no hijos naturales.
(21) Si Jesus le prometio al ladron en la cruz, “hoy” estaras conmigo en el paraíso (Lucas 23:43), ¿Como es que le dijo a Maria Magdalena, dos o tres dias despues; No me toques que aun no he subido al Padre?(Juan 20:17)
** Esto es muy fácil, porque la expresión del Maestro ha sido mal puntuada en las traducciones cristianas. Véase la traducción del arameo del Dr. Lamsa, donde él vierte el pasaje así: “…Verdaderamente te digo hoy: Tú estarás conmigo en el paraíso.” Y esa es la manera más natural de verter el texto griego, que dice: “amén lego soi sémeran metemú estai en to paradeiso.” (…verdaderamente te digo hoy conmigo estarás en el paraíso.) Lo más natural y lógico según la sintaxis griega es poner la coma después de “sémeran” (en español, después de hoy (…verdaderamente te digo hoy: conmigo estarás en el paraíso.” Es claro que él no subió al cielo ese mismo día, pues estuvo 3 días sepultado en la tierra antes de resucitar. Pero si el Paraíso fuera un lugar subterráneo donde van las almas de los muertos, como enseñan algunos Rabinos, entonces sí se podría entender que Yahshúa fue ese mismo día al paraíso. Esta es una manera de entenderlo, pero nosotros no lo entendemos así.
(22) En 1 de Corintios 15:15 Jesus se le aparecio a Pedro y despues a los doce.
Mi pregunta es; Si Judas ya habia muerto y su sucesor no habia sido nombrado hasta la reserrecion de Jesus; ¿Quien era el apostol numero doce?
** Muy buena pregunta. Lo que pasa es que el relato de Hechos donde se habla de la elección de Matías para el puesto de Judas Iscariote parece un poco anacrónico como se presenta en el libro. Pero es obvio que Matías fue electo durante los cuarenta días que estuvo el Maestro apareciéndoles a los discípulos y hablándoles del Reino (Hechos 1). Así que Matías ya estaba incluido entre los Doce que vieron al maestro resucitado.
(23) Cuando las mujeres fueron informadas que Jesus habia resucitado; ¿Ocultaron la noticia porque tenian miedo ( Marcos 16:8) o corrieron a decirlos a los dicipulos? (Lucas 24:9 y mateo 28:8)
** Mira, en los diversos relatos del Evangelio ocurren las mismas aparentes discrepancias que ocurren en los libros de las Crónicas y de los Reyes. Es obvio que en ambos casos se ven discrepancias en los diversos libros porque cada autor escribe desde su propia perspectiva y omite detalles que otros incluyen; o interpreta de una manera detalles que otros interpretan de otra manera; o suministran un factor de tiempo que otros no suministran. Como cuando un autor dice que Yahwéh incitó a David a hacer un censo, mientras que el otro dice que fue Satán quien lo incitó. Estas no son verdaderas contradicciones sino discrepancias que tienen su sentido y su explicación. Si no, entonces ¿cómo explicas las discrepancias entre los libros de Crónicas y los de Reyes? Es el mismo problema. Así que los Escritos Apostólicos no son peores que el Tanákh en este respecto.
(24) Quien se llego primero a la tumba vacia? Solamante maria Magdalena (Juan 20:1) , Maria Magdalena y la otra maria (mateo 8:1) , las dos maria y salome ( Marcos 16:5)
** Es la misma explicación de la pregunta anterior.
(25) ¿Que hizo Judas con las treinta piezas de plata?¿ Compro un campo y se ahorco, (Hechos 1:18) o las regreso a los principales de los sacerdotes y fue y se ahorco? (Mateo 27: 3 al 7)
** Judas devolvió las monedas; los sacerdotes fueron quienes mandaron a comprar un campo con ese dinero. La mención de Hechos es una de esas discrepancias que se dilucidan cuando uno tiene en cuenta el lenguaje altamente figurado en las Escrituras. Si se dice que Judas compró un campo con ese dinero es obvio que se debe entender en sentido figurado indirecto, porque es claro en el relato evangélico que Judas devolvió el dinero a los sacerdotes, tirándolo al suelo. Aquí aplica lo de las discrepancias que mencionamos en la pregunta 23. Esto es bastante común en el Tanákh también, y en el Talmud.
(26) Cual era el estado emocional de maria magdalena cuando Jesus resucitado
se le aparece por vez primera? Estaba llena de gozo? (Mateo 28: 8 y 9) o estaba llorando? ( Juan 20:4)
** Otra vez aquí aplica la misma explicación de la pregunta 23.
(27) En Mateo 21: 19 al 21 Jesus maldice una higuera, hasta matarla.
¿Por queJjesus se va contra la ley que prohibe que se dañe arboles frutales?
( Deuteronomio 20: 19 y 20) ¿Por que la culpó de no tener fruto si estaba fuera de tiempo? No se supone que el cumplio toda la ley?
** ¿Conoces el concepto judío de “jukím”? Hay cosas que se dicen en el Tanákh que no parecen tener sentido, y hasta en algunos casos parecen totalmente contradictorias. Pero nuestros Rabinos llaman a eso un “jok”, algo que se manda o se dice pero que no se puede discernir el sentido, el motivo, o su razón de ser. Cuando llegues al Reino, pídele al Mesías Yahshúa que te explique qué significa eso. Nosotros no lo sabemos todo, como tampoco tú lo sabes todo, ni los grandes Rabinos lo saben todo.
(28) ¿A quien se le aparece Jesus por primera vez despues de resucitado?
A maria Magdalena y a las otras mujeres (Mateo 28:9)
A maria Magdalena (Marcos 16:9)
A Cleofas y a otro seguidor (Lucas 24:13)
** La misma explicación de la pregunta 23. Pero el caso de Cleofás es obviamente posterior a los otros.
(29) Si Jesus es el sacrificio perfecto; ¿Por que se va a construir un tercer templo?Ezequiel 37:26 al 28, Ezequiel 40 al 48, Isaias 33:20.
** Nosotros no sabemos si es el Mesías quien va a construir el Tercer Templo o si es el Estado de Israel, antes de que venga el Mesías. Pero en cualquier caso, tiene sentido. Porque tú sabes que en el judaísmo moderno se ha descartado el concepto de expiación por sangre y se ha sustituido por el concepto de expiación por los tres elementos. Teshuváh (arrepentimiento), Tefiláh (oración), y Guemilút jasidím (obras piadosas). Mediante la restauración del Templo el pueblo judío aprenderá de nuevo el concepto de expiación por sangre, y entonces podrá asimilar correctamente el concepto del sacrifico del Mesías por su pueblo.
(30) Prueba que el tercer Templo no será construido.
** No puedo probar que no será construido porque creo que será construido. Además, nadie puede “probar” algo que está en el futuro; se puede probar algo que está en el pasado, pero lo que está en en el futuro está sujeto a esperanza, o a interpretación o especulación, no a prueba.
–Yosef Aharoni
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Los Fundamentos de Nuestra Fe
Los Fundamentos de Nuestra Fe
Enseñanzas Básicas de las Escrituras
Sostenidas por las Asambleas de Yahweh
(Ultima revisión – Octubre 20 del 2012)
El siguiente documento es una guía general acerca de las enseñanzas de la Biblia según se entienden en la Asamblea de Yahweh Internacional, para información de los interesados en nuestras creencias. (Nota: Esto no es una declaración doctrinal dogmática).
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Las Escrituras Sagradas
Para interpretar correctamente las Escrituras Sagradas, debemos usar las Escrituras Hebreas (el Tanakh) como la base de nuestra enseñanza. Luego debemos interpretar los Escritos Apostólicos a través de las enseñanzas del Tanakh, reconociendo que hay una completa armonía en la Palabra, para así lograr una sana enseñanza, Juan 10:35. En los Escritos Apostólicos encontramos que se hace referencia repetidamente a la Ley (Torah), los Profetas (Neviím) y los Salmos (Ketuvim): en otras palabras, la Palabra del Todopoderoso (Yahweh, Mat. 4:4; Juan 5:39; Lucas 24:44-46; 2 Timoteo 3:14-17; Isaías 8:16, 20; Hechos 17:11). El Tanakh se cumplió parcialmente en los relatos que se registran en los Escritos Apostólicos, mientras que hallará su cumplimiento pleno en los años que seguirán a la segunda venida del Mesías nuestro Salvador.
La Biblia escomo La Escritura (Daniel 10:21), y se dirige hacia la salvación de la humanidad y la manifestación del poder de Elohim (Éxodo 9:16; Romanos 9:17). El medio de la salvación es Yahoshúa (Romanos 10:11) quien fue profetizado por La Escritura desde Moisés y los profetas (Lucas 24:27); la profecía es esa Escritura (Mateo 26:56; Rom. 1:2). Toda Escritura está inspirada por Elohim y es útil para enseñar, para reprobar, para corregir, y para adiestrar en rectitud, para que el hombre de Elohim sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra (2Timoteo 3:16).
Rechazamos el uso de libros apócrifos para sacar enseñanzas o doctrinas de dichos libros, como el supuesto libro de Enoc y otros, pues esos libros generalmente presentan enfoques esotéricos fundados en leyendas y mitos.
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El Todopoderoso
Hay un solo Poderoso (o Deidad) Supremo en el universo y es Yahweh Elohim, el Padre. Él es el Creador Omnipotente y el Sostenedor de los cielos, la tierra y todas las cosas (Gén. 1.1; Neh. 9:6; Salmo 124:8; Isaías 40:26,28; 44:24; Hechos 14:15; 17:24-25; Apo. 14:7). Él es el único ser que tiene inmortalidad inherente, no derivada (1Tim. 6:16). Yahweh es nuestro Elohim y Padre y el Elohim y Padre del Mesías Yahoshúa (Juan 20:17). Él es el Elohim Altísimo (Gén. 14:18; Núm. 24:16; Deut. 32:8; Marcos 5:7) y el Único Elohim Verdadero (Juan 17:3; 1Juan 5:20). Deut. 6:4, 13; Mat. 4:10; 1 Cor. 8:4-6.
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El Mesías
En su estado original, el Mesías pre-existió junto al Padre Yahweh (Juan 16:28-30; Salmo 2; Miqueas 5:2; Juan 17:5; Fil. 2:5-8); es el primer ser engendrado (protótokos) de la creación (Col. 1:15); es el principio (arjé) de la creación de Elohim (Apo. 3:14). Él es el único hijo nacido (monoguenés) de Elohim (Mateo 3:17; Juan 1:18; 1Juan 4:9), concebido por medio del espíritu de santidad y nacido de la virgen, Miriam (Lucas 1:26-35). Como el Mesías venido en forma humana, es el hombre reconocido como el Salvador en los Escritos Apostólicos. Él es el Ungido o Mesías (Mateo 16:16; Juan 1:41), enviado de Elohim para ser nuestro Salvador y Redentor (Mateo 14:33; Juan 8:42; Efesios 1:7; Tito 2:14). Él es llamado el Hijo del Elohim Altísimo (Marcos 5:7). Nació de una virgen, Mat. 1:18, 23; Luc. 1:26-38; y vivió una vida sin pecado, 1 Pedro 2:22. Mediante su muerte en el madero del Gólgota podemos tener expiación de nuestros pecados, Isaías 53; Hebreos 9; porque resucitó al tercer día, Mat. 12:40; 1 Cor. 15:1-8; para darnos la esperanza de la resurrección también, Romanos 5:6-12; 1 Juan 5:9-13. Fue designado Hijo de Elohim en poder según el espíritu de santidad por su resurrección de la muerte (Romanos 1:4). A Él se le ha dado el trono de David para gobernar para siempre sobre la Casa de Jacob y de su Reino no habrá fin (Lucas 1:32).
El Mesías fue el primer nacido o primogénito de la creación. Para él todas las cosas fueron creadas en el cielo y la tierra, visibles e invisibles, sean tronos o dominios o principados o autoridades, todas las cosas fueron creadas a través de él y para él. Él está antes de todas las cosas y todas las cosas se contienen juntas en él (Col. 1:16-17). Pero fue Elohim quien lo generó y quien quiso que la creación existiera y subsistiera en el Mesías. Por consiguiente, el Mesías no es Elohim en el mismo sentido en que Yahweh el Padre es Elohim y quien sólo es inmortal (1Tim. 6:16) existiendo en perpetuidad permanente.
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El Nombre Sagrado
Es necesario y muy importante para nuestra relación con el Todopoderoso que aceptemos el Nombre personal revelado de nuestro Padre Celestial YAHWEH y el nombre de Su Hijo, nuestro Salvador YAHOSHÚA el MESÍAS (abreviado a Yeshúa y a Yahshúa). Afirmamos también que la más exacta transliteración de estos nombres del hebreo al castellano es la presentada aquí, Éxodo 3:14-15; Salmo 68:4; Salmo 83:18; Isaías 42:8; Isaías 52:6; Hechos 4:12.
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El espíritu de santidad
El espíritu de santidad (o espíritu santo) es el potente poder que proviene del Padre Celestial y del Mesías, que mora en nosotros de modo que podamos tener la habilidad y la fortaleza para poner nuestras vidas en un estado de plenitud que agrade a nuestro Padre Celestial, (Juan 14:15-27). El espíritu de santidad (Hechos 2:4) es la esencia o poder de Elohim que el Mesías prometió enviar a los elegidos (Juan 16:7). No es una persona sino la extensión del poder viviente de Elohim. Es el medio por el cual nosotros nos volvemos participantes de la “naturaleza divina” (2Pedro 1:4), siendo llenos del espíritu de santidad (Hechos 9:17; Efesios 5:18) y por consiguiente todos los creyentes somos hijos de Elohim (Job 38:7; Romanos 8:14; 1Juan 3:1-2) y coherederos con el Mesías (Romanos 8:17; Gálatas 3:29; Tito 3:7; Hebreos 1:14, 6:17, 11:9; Santiago 2:5; 1Pedro 3:7). El espíritu de santidad es dado por Elohim a aquellos que lo piden (Lucas 11:9-13) y que lo obedecen a Él; mora en aquellos que guardan los mandamientos de Elohim (1Juan 3:24; Hechos 5:32). El espíritu de santidad es el consolador que conduce a los siervos de Elohim a toda la verdad (Juan 14:16-17,26). El espíritu de santidad confiere el poder para dar testimonio (Hechos 1:8). Administra dones, como se registra en 1Corintios 12:7-11 y tiene frutos, como se describe en Gálatas 5:22-23 y nos es dado por medida (Juan 3:34 RSV; Romanos 12:6). Es el medio por el cual Elohim puede volverse finalmente todo en todos (1Corintios 15:28; Efesios 4:6). El espíritu santo se le puede impartir a los creyentes obedientes por la imposición de manos de los Ancianos de la Asamblea después de la inmersión en el nombre de Yahoshúa el Mesías, (Hechos 19:1-6; Hechos 8:14-24; 1 Timoteo 4:14; Hechos 2:38; Hechos 5:32).
El espíritu de santidad opera desde antes de la inmersión del creyente. El espíritu atrae al individuo a Elohim a través del Mesías (Hebreos 7:25). Se dan las primicias del espíritu al individuo en la inmersión, de Romanos 8:23, que claramente nos dice que la adopción no ocurre sino hasta la redención del cuerpo. Así nosotros nacemos de nuevo pero continuamos creciendo diariamente mediante el espíritu en el Mesías Yahoshúa hasta que entremos en la gloria de Elohim. El espíritu de santidad es el espíritu de la Verdad (1Juan 4:6, 5:6) y hablando la Verdad en todas las cosas, nosotros crecemos en el Mesías nuestra cabeza en todo respecto (Efesios 4:15). El espíritu de santidad es el espíritu de Elohim (Romanos 8:14) y el espíritu de fe (2Corintios 4:13) que escudriña todas las cosas y sabe todas las cosas (1Corintios 2:10-11, 12:3 y sig.). Sus cualidades de persona son una figura de personificación. Así el espíritu de santidad no es un aspecto independiente de un supuesto Elohim trino sino que es el medio por el cual nosotros nos volvemos a Elohim (Zacarías 12:8). Mediante el espíritu de Elohim que mora en nosotros, Elohim percibe nuestros pensamientos. Es dado a través de Yahoshúa como nuestro mediador y eficaz intermediario (Salmo 45:6-7; Zacarías 12:8; Hebreos 1:8-9), permite que el Mesías nos ayude, enseñe y consuele y permite que ejercitemos el poder de Elohim. El espíritu da a cada persona los atributos que Elohim desea para beneficiar al Cuerpo, como está escrito en 1Corintios 12:7-11. El espíritu puede apagarse (1Tes. 5:19) al ser abandonado o contristado (Efesios 4:30) y da cuentas de ganancias y pérdidas en el individuo. El fruto del espíritu de santidad es amor, según Gálatas 5:22. Por consiguiente, si nosotros no amamos a nuestros semejantes, el espíritu de santidad no es evidente. El espíritu es el medio por el cual nosotros rendimos servicio a Elohim, como se declara en Fil. 3:3. Así, no puede ser un Elohim como objeto de culto y, por lo tanto, ser igual a Elohim el Padre. El Mesías también recibió el espíritu de Yahweh, lo cual lo capacitó para su obra. El Mesías es así un padre eterno (Isaías 9:6) para cuanto hayen el cielo y en la tierra (Efesios 3:15). El Mesías llega a ser padre eterno por delegación. Todas estas paternidades o familias son nombradas por Elohim el Padre; por eso nosotros nos inclinamos ante Elohim el Padre, rindiéndole adoración (Efesios 3:14-15).
Para ayudar a los elegidos, que son la Asamblea, o Qehiláh, se les da entendimiento de los misterios de Elohim. El espíritu de santidad es el mecanismo dado para entender los misterios de Elohim y del Reino de Elohim (Marcos 4:11). Porque la sabiduría de Elohim se menciona como un misterio (1Cor. 2:7) que es explicado por los siervos de Elohim (1Cor. 2:7, 15:51). Porque la voluntad de Elohim se explica como un misterio (Efesios 1:9) que Elohim dio a Sus siervos por revelación. Mas el misterio está en la mayordomía del Mesías a través de los elegidos. Pablo escribió:
Efesios 3:2-6 2 Seguramente han oído ustedes de la administración de la gracia de Elohim que me fue dada para con ustedes, 3 pues por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente. 4 Al leerlo ustedes pueden entender cuál sea mi conocimiento en el misterio del Mesías, 5 el cual en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el espíritu: 6 que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en el Mesías Yahoshúa por medio de la Buena Nueva.
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La obediencia
Como hijos obedientes es necesario obedecer todos los mandamientos, estatutos, y juicios (excepto las leyes relativas a sacrificios rituales de animales, y otras que sólo pueden cumplirse en la tierra de Israel y en el Templo), que el Padre Celestial le dio a Israel para constituirlos en un pueblo separado, (Lev. 20:7-8; Deut. 6:6-9, 25; Deut. 7:6-11; Mat. 5:17-20; Romanos 7:12). Ahora es posible mediante el espíritu de santidad obedecer esos mandamientos por fe para nuestra consagración, (Efe. 2:8-10; Jacobo 2:17-20). Ahora presentamos un sacrificio espiritual más bien que sacrificios de animales, comidas, y ofrendas de bebidas, Hebreos 13:15-16; 1 Pedro 2:5; Romanos 12:1; Fil. 4:18. No fomentamos la circuncisión para los varones gentiles que entran a Israel por medio del Mesías; Pablo enseñó que a los que se circuncidan el Mesías no les aprovechará, (Gál. 5:2)
Los Discípulos del Mesías son llamados a salir de este mundo a una vida de servicio y dedicación. Muchos son llamados pero pocos son escogidos (Mateo 20:16, 22:14). Los Discípulos del Mesías son elegidos, como el Mesías fue elegido por Elohim (Lucas 23:35). Los elegidos son escogidos por el Mesías (Juan 6:70, 15:16,19), bajo la dirección de Elohim (1Pedro 2:4).
El Mesías está construyendo el Templo para que Elohim pueda ser todo en todos (Efesios 4:6). Elohim ha dado al Mesías para que sea todo y en todos (panta kai en pasin Col. 3:11) poniendo todas las cosas bajo sus pies (1Cor. 15:27) dándolo para ser la Cabeza sobre todas las cosas a la Asamblea que es su Cuerpo, la plenitud de Aquel que llena todo en todos (Efesios 1:22-23). Cuando Elohim puso todas las cosas bajo el Mesías, es manifiesto que se exceptúa al mismo Elohim que puso todas las cosas bajo los pies del Mesías. (1Corintios 15:27).
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El pecado
El pecado es la transgresión de la Ley (la Torah) de Yahweh, (Lev. 4:2, 13, 27; 1 Juan 3:4). Lo que no está prohibido en la Torah no es pecado, aun cuando pudiera parecer inapropiado para algunos. Lo que no se ordena en la Torah no es obligatorio, aun cuando pudiera ser apropiado para algunos.
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La redención
A fin de librarse del pecado, una persona debe aceptar la sangre derramada de Yahoshúa el Mesías como expiación y vivir en sumisión a la voluntad del Padre Celestial por medio de obedecer Sus Leyes, (Miqueas 6:6-8; 1 Juan 1:7; 1 Juan 2:2; Hebreos 10:26-31; Efe. 1:6-7). Yahweh le ha concedido gracia (bondad inmerecida o misericordia) a todos los que están dispuestos a obedecer su Ley, Rom. 3:24. La gracia no es una licencia para vivir como a uno le plazca, Judas 4.
Para que la humanidad viva, o tenga vida eterna, Elohim requiere que se arrepienta. Si no se arrepiente, perecerá (Lucas 13:3,5). Mesías fue enviado a llamar a la humanidad al arrepentimiento (Lucas 11:32). El Mesías empezó su ministerio después del encarcelamiento de Juan el Inmersor (Mateo 4:12). El encarcelamiento de Juan tuvo lugar algún tiempo después del Pésaj del año 28 EC (Juan 3:22-24, 4:12) siendo el Pésaj después del comienzo del ministerio de Juan en el decimoquinto año de Tiberio (Lucas 3:1). A partir de ese tiempo, Yahoshúa empezó a predicar diciendo que Elohim no quiere que ninguno perezca (2Pedro 3:9). Para que la humanidad pueda escapar de la penalidad del pecado, que es la muerte, Elohim instituyó un plan de salvación que involucra un sacrificio a través de la muerte y resurrección de su Hijo Yahoshúa (Juan 3:16). El plan consiste en una cosecha secuencial de la cual el Mesías es el primogénito de los que han muerto (1Corintios 15:20). El plan de salvación se refleja en los Días Santos anuales.
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La inmersión
La inmersión en agua es un acto necesario después del arrepentimiento, Hechos 2:38; Mat. 3:13-17; esta inmersión se hace en el nombre de Yahoshúa el Mesías; Rom. 6:3-6; Juan 5:43; Juan 14:26; esta inmersión indica simbólicamente una limpieza interior, Romanos 6:7-23; 1 Cor. 10:1-10. la inmersión, excepto en raras instancias, es un paso necesario para recibir el espíritu santo, 1 Pedro. 3:21.
El arrepentimiento debe ser acompañado por un cambio de actitud y la inmersión en agua para que se confiera el don del espíritu de santidad (Hechos 2:38). Uno no puede recibir el espíritu de santidad a menos que se arrepienta y sea sumergido, naciendo así de nuevo. A menos que uno nazca de nuevo, no puede entrar en el Reino de Elohim (Juan 3:3,5). El arrepentimiento es una condición para la inmersión y el recibimiento del espíritu de santidad. Así que el bautismo infantil es lógicamente contrario a la Biblia. La condición previa del arrepentimiento fue enfatizada por la misión de Juan el Inmersor quien fue el precursor a la inmersión del espíritu de santidad en el Mesías (Marcos 1:4,8). Juan declaró que el Mesías sumergiría en espíritu de santidad a los suyos y en fuego a los no arrepentidos (descritos como paja) (Lucas 3:16-17). El espíritu de santidad es conferido por la dirección de Yahweh. A petición, simbolizado por la imposición de las manos, el espíritu de santidad entra en el individuo. El espíritu es así conferido para cada aspecto de la obra. El espíritu de santidad opera desde antes de la inmersión, trabajando con cada individuo. El espíritu atrae al elegido hacia Yahweh a través del Mesías (Hebreos 7:25). Se dan las primicias del espíritu al individuo en la inmersión, según Romanos 8:23, que claramente nos dice que la adopción no ocurre sino hasta la redención del cuerpo. Así nosotros somos nacidos de nuevo pero continuamos creciendo diariamente en el espíritu en el Mesías Yahoshúa hasta que entremos en la gloria de Yahweh.
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Las festividades sagradas
La obediencia a los mandamientos del Todopoderoso Yahweh incluye la observancia y la santificación de sus festividades ordenadas en Levítico 23 y Números 28-29.
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El Shabat (de Éxodo 20:8,10-11; Deut. 5:12). El Shabat es la señal entre nosotros y Elohim quien nos consagra (Éxodo 31:12-14);
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El Pésaj es una señal o sello. Según Éxodo 13:9,16, el Pésaj, incluso la Fiesta de los Panes sin Levadura, es la señal de la Ley de Yahweh (Deut. 6:8) y de Su redención de Israel (Deut. 6:10) que, por los Escritos Nazarenos se extiende a todos los que están en el Mesías (Romanos 9:6, 11:25-26).
Estas señales de la ley, el Shabat y el Pésaj, son específicamente esenciales para guardar a uno contra la idolatría (Deut. 11:16). Estas dos señales son el sello en la mano y la frente del elegido de Yahweh y, con el espíritu de santidad y el nombre del Padre y el Hijo, formarán la base del sello de los 144,000 de los últimos días en Apocalipsis 7:3. Estas señales nos guían al resto de los Días Santos.
El Mesías dijo: A Yahweh tu Elohim adorarás y solo a Él servirás (Mateo 4:10; Lucas 4:8). Así que el servicio es adoración en términos bíblicos. El servicio a Elohim en obediencia a los mandatos de hombres es adoración en vano (Mateo 15:8-9).
Porque el Padre desea que los hombres le rindan adoración en espíritu y en verdad (Juan 4:21-24). Porque nosotros somos la verdadera circuncisión, quien adora a Elohim en Espíritu y se gloría en el Mesías Yahoshúa (Filipenses 3:3). Todo el Concilio de los Ancianos, incluido el Mesías, le rinden servicio a Elohim quien creó todas las cosas y por su voluntad fueron creadas y existieron (Apo. 4:10). Por orden del Mesías, tanto en la Torah (Éxodo 20:3) como por revelación, nosotros adoramos al Elohim Yahweh (Apo. 22:9).
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El Shabat
El séptimo día de la semana, el Shabat, (llamado comúnmente sábado) se sostiene tanto en el Tanakh como en los Escritos Apostólicos, (Éxodo 20:8-11; Marcos 2:27- 28; Lucas 4:16; Hebreos 4:4, 9). El Shabat es una señal entre Yahweh y su pueblo, Exo. 31:12-17.
El Shabat debe guardarse en el séptimo día de la semana (de Éxodo 20:8-11; Deut. 5:12-15) como un mandamiento expreso de Yahweh y uno de los diez mandamientos. Estos son para siempre estatutos intactos para todas las personas. El Shabat es santo. Cualquier siervo de Yahweh que profane concienzudamente el Shabat recibe un decreto de muerte y es removido de su pueblo (Éxodo 31:14-15). Es una alianza perpetua entre las personas de Israel y es para siempre una señal entre ellas y Elohim, reconociéndolo como el creador (Éxodo 31:15-16). Todos los Discípulos del Mesías son Israelitas y todos los gentiles convertidos finalmente entraran a la nación de Israel. Por consiguiente, el Shabat es una señal entre Elohim y Su pueblo por todo el tiempo. El castigo de profanar el Shabat es un decreto de muerte que conlleva perder como consecuencia el espíritu de santidad y ser consignado a la segunda resurrección (vea Apo. 20:5). El Shabat es una delicia y debe ser honrado como el Día Santo de Yahweh. No es un día de placer ocioso sino de sagrada asamblea (Isaías 58:13-14). Ningún trabajo servil o cargas deben ser llevadas en él (Jeremías 17:21-22).
Nuestro Maestro guardó el Shabat durante su vida (Marcos 6:2). Los apóstoles guardaron el Shabat (y los Días Santos) y nosotros debemos guardar los Shabatot. Yahweh introducirá de nuevo el Shabat, las Lunas Nuevas y los Días Santos por fuerza de ley en la restauración milenaria de los últimos días bajo el gobierno del Mesías, castigando las naciones que no lo cumplan (Isaías 66:22-23; Zacarías 14:16-19).
Rechazamos la nueva teoría del shabat lunar. Según esa nueva teoría, cada séptimo día a partir del día uno de la luna nueva es un shabat. Mientras que la Torah nos enseña que el shabat se basa en el modelo de la creación original (Exodo 20:8-11), que no tiene nada que ver con la luna, pues la luna fue creada en el cuarto día de la creación.
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El mes y la luna nueva
Los meses bíblicos se determinan por los novilunios visibles en Jerusalem, (Deut. 16:1). El primer día de cada mes se identifica por la aparición del novilunio. Las Escrituras indican además que la Ley saldrá de Sión en el Milenio, Isaías 2:3; los días santos serán entonces establecidos desde Jerusalem, Isaías 66:23. El día escritural comienza y termina con la puesta del sol, (Lev. 23:32; Marcos 1:32).
En la tierra de Israel se requiere la observación de la luna nueva según la Torah (Números 10:10, 28:11-15; 1Crónicas 23:31; 2Crónicas 2:4, 8:13, 31:3). Parece que antiguamente el comercio se suspendía en este momento, como en el Shabat (Amós 8:5). Israel observaba la luna nueva (Isaías 1:13-14; Esdras 3:5; Nehemías 10:33; Salmo 81:3; Oseas 2:11). La Asamblea de Yahweh en el Mesías observaba la luna nueva con relación a la observancia de los Shabatot y Días Santos (Colosenses 2:16). Las Lunas Nuevas se observarán en la restauración bajo el Mesías como días de adoración (Isaías 66:23; Ezequiel 45:17, 46:1,3,6), porque esa será la manera estándar de contar y determinar los meses.
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La cena memorial de la Pascua
La Cena Memorial de la Pascua (Pésaj) en esta Era Mesiánica es también el Memorial anual de la muerte de nuestro Salvador. El Memorial de Pascua ha de observarse en la tarde del día 14 del mes bíblico de Aviv, tras la puesta del sol, al final del día 14, (Éxodo 12:3-14; Números 28:16; 1 Cor. 5:7-8; 1 Cor. 11:23).
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La Pascua y los emblemas
En la observancia de la Pascua se utilizan los mismos emblemas que se han utilizado siempre. El pan ácimo (matzah) es símbolo del cuerpo quebrantado de nuestro Salvador, (1 Cor. 10:16; Éxodos 23:18). El vino tinto es símbolo de la sangre derramada de nuestro Salvador (heb. yayin, ‘asis), (Mat. 26:27-29; Isaías 65:8-9; Deut. 32:14). El día 14 de Aviv no es un Shabat, (Deut. 16:3-4). Es el día de preparación para la fiesta de los Ácimos, el día anterior al Shabat anual, (Marcos 15:42; Lucas 23:54; Juan 19:31, 42; Éxodo 12:18; Éxodo 34:25).
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La Fiesta de los Ácimos (Matsot)
La Fiesta de los Ácimos se observa desde el día 15 hasta el día 21 (inclusive) del mes de Aviv; durante este periodo comemos pan sin levadura en nuestras comidas, (Lev. 23:6), mientras simbólicamente nos limpiamos de todo lo que corrompe, queriendo decir la falsa enseñanza que lleva al pecado, (1 Cor. 5:6-8; Mat. 16:12; Marcos 8:14-15; Lucas 12:1). El primero y el último días de esta observancia se observan como shabatot (días de reposo) y convocaciones para confraternización y alabanza de nuestro Padre Celestial, (Éxodo 12:15-20; Números 28:17-25; Hechos 20:6-7)
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La Fiesta de las Semanas (Shavuót)
La Fiesta de Shavuot (Pentecostés) ha de observarse siete semanas después de Pascua, comenzando nuestra cuenta con el día siguiente al sábado semanal que cae en Pascua o durante la semana de los Ácimos, (Josué 5:10-12, NEB). Shavuot (Fiesta de las Semanas) se observa siempre en el primer día de la semana, (Lev. 23:9-21; Hechos 2). Encontramos que ese fue el día del derramamiento del espíritu santo sobre la Asamblea apostólica original, y fue también el tiempo cuando Israel ratificó la alianza con Yahweh dada en el Monte Sinay.
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La Fiesta del Día de Aclamación (Yom Teruah)
Observamos la Fiesta de las Trompetas o de Aclamación en anticipación del regreso de nuestro Salvador que viene del cielo por su novia, la Asamblea, (Lev. 23:24-25; Números 10:1-10; Números 29:1; 1 Tes. 4:16). Es una festividad de alegría y de recogimiento a la vez.
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El Día de la Expiación (Yom Kipur)
El ayuno del Día de la Expiación (Yom Kipur) ha de observarse como un memorial de la expiación que realizó por nosotros nuestro Salvador en el madero del Gólgota. Este día ha de observarse como un estricto shabat y día de ayuno, (Lev. 23:27-32; Hechos 27:9). Se debe abstener de todo placer, incluido comer, beber, danzar, el sexo, etc). Los enfermos, las mujeres embarazadas y los niños están exentos de este ayuno por motivos de salud.
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La Fiesta de las Cabañas (Sukot)
La Fiesta de las Cabañas (Sukot) ha de observarse en esta Era Mesiánica como un preámbulo del reino milenario de Yahweh por el Mesías, (Lev. 23:34-39; Juan 7:1-39; Zac. 14:16-21). La Fiesta de las Cabañas es una fiesta de siete días, siendo el primer día una convocación sagrada, mientras el día octavo, llamado el Último Gran Día (y Sheminí Atséret), ha de observarse como una convocación sagrada también, (Juan 7:37).
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La Segunda Venida del Mesías
El Mesías vino primero como el sacrificio para la redención del pecado. No vino primero como Rey Mesías y esto fue entendido mal por los judíos de su tiempo. Ellos esperaban a un rey victorioso (Mateo 27:11,29,37; Lucas 23:2-3, 37-38; Juan 19:14-16). No obstante él fue reconocido por algunos a través del espíritu de santidad, como el Rey de Israel (Juan 1:49, 12:13-15) cumpliendo así la profecía (Zacarías 9:9).
Yahoshúa vendrá de nuevo en poder, acompañado por la Hueste del cielo (Mateo 25:31) como Rey Mesías (Apo. 17:14). Su venida será claramente visible como relámpago en los cielos (Mateo 24:27). Él reinará en poder con los santos resucitados (Apo. 20:4).
El Mesías destruirá al hombre de pecado en su venida (2Tesalonicenses 2:8) y, como consecuencia, los poderes mundiales. El hombre de pecado vendrá al poder a través de la actividad del Satán con poder y señales y prodigios (2Tes. 2:9). Esta apostasía se le envía al Templo de Elohim porque ellos no amaron la verdad que los salvaría. Por consiguiente, Elohim les envía un engaño poderoso para hacerles creer lo que es falso, porque ellos no se sostuvieron en la verdad en primer lugar (2Tes. 2:10-12). El Mesías destruirá este sistema apóstata con el aliento de su boca y el resplandor de su venida (2Tes. 2:8).
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El Reino mesiánico de mil años
Nuestro Salvador Yahoshúa el Mesías establecerá el Reino de Yahweh, el Reino de los Cielos, en esta tierra, Sal. 115:16; Prov. 11:31; Mat. 5:5; Rev. 5:10. Este Reino Milenario prevalecerá por 1,000 años y será establecido por el Mesías Yahoshúa en su segunda venida. En ese tiempo la justicia se establecerá como el orden del día, y esta tierra será convertida en un paraíso edénico que el hombre perdió originalmente por el pecado, Isaías (11:1-10; Mat. 6:10). Después del Milenio, se producirán un nuevo cielo y una nueva tierra, (o sea, un nuevo orden mundial), (Isaías 66:22; Rev. 21:1).
El Mesías establecerá un reino en este planeta durante mil años con los santos resucitados (Apo. 20:3-4). El Satán será atado durante mil años y puesto en el abismo; ahora está en el Tártaro, el lugar de los ángeles caídos (2Pedro 2:4). Los santos, aquellos inmolados por el testimonio de Yahoshúa y la palabra de Elohim y aquellos que no le rindieron culto a la bestia y su imagen ni recibieron su marca en sus frentes o manos, resucitarán y reinarán con el Mesías durante mil años (Apo. 20:4). Ésta es la primera resurrección (Apo. 20:5). El resto de los muertos no vendrán a la vida hasta que terminen los mil años (Apo. 20:5). Ésta es la segunda resurrección o la resurrección general.
Durante este período de mil años, El Mesías restablecerá el Reino según las leyes bíblicas que dio Yahweh en el Sinay. Esto ocurrirá del día cuando él esté de pie en el monte de los Olivos (Zac. 14:4,6 y sig.). Las naciones harán la guerra contra Jerusalem y serán destruidas (Zac. 14:12). Todos los sobrevivientes de las naciones subirán todos los años para rendir servicio a Yahweh de los Ejércitos y guardarán la Fiesta de las Cabañas (Zac. 14:16). El Shabat, las Lunas Nuevas y los Días Santos serán obligatorios y la Ley (la Torah) saldrá de Jerusalem. Aquellas naciones que no envíen sus emisarios a Jerusalem para la Fiesta de los Cabañas no recibirán lluvia en la estación debida (Zac. 14:16-19).
Al final del Milenio, el Satán será desatado para probar de nuevo a las naciones sobre toda la tierra (Apoc. 20:7-8). Ellos serán reunidos de nuevo para la batalla, pero serán destruidos por el fuego (Apo. 20:9), y luego el Satán será destruido. La resurrección general ocurrirá entonces, y el Juicio Final (Apo. 20:13-15).
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El castigo de los impíos
Las Escrituras enseñan un castigo eterno para los impíos pero ese castigo será la destrucción completa en el lago de fuego (Guehinóm), y rechazamos la idea de un tormento eterno en un infierno eternamente ardiente, (2 Tes. 1:7-10; Mal 4:1-3; Salmo 37:20-22; Isaías 33:12; Mat. 25:46; Judas 7). La Biblia enseña la existencia de un Diablo literal (Satán), (Génesis 3:1-15, Zac. 3:1-2, Mat. 4:1-11, 1 Pedro 5:8, Rev. 12:9). Satán será destruido al final del Milenio, (Eze. 28:18-19, Romanos 16:20, Rev. 20:7-10).
La humanidad está sujeta a un sistema de entrenamiento en la virtud. Es el deseo de Elohim que ninguno perezca pero que todos alcancen arrepentimiento (2Pedro 3:9). Si Elohim recogiera Su espíritu, toda carne perecería y el hombre se volvería polvo (Job 34:15), en tal caso el alma es inexistente. El castigo tiene este sentido de remoción de la estima como ciudadano.
Así que no hay ningún lugar de eterno tormento para los muertos. Los santos serán llamados a la primera resurrección para realizar una obra de enseñanza en el Milenio para que los demonios puedan ser juzgados por su obra y para que el mundo pueda tener una norma comparativa por la cual pueda medir los resultados. Una vez resucitados, los santos no morirán jamás.
El resto del mundo, no siendo parte de los elegidos, no está siendo juzgado ahora. El resto del mundo será resucitado y corregido bajo vigilancia en la segunda resurrección (Apo. 20:12-13). No hay ninguna otra resurrección o castigo aparte de la segunda o resurrección general. A los arrepentidos se le concederá la vida eterna con los santos de la primera resurrección y los rebeldes simplemente morirán y sus cuerpos serán quemados. Después de esto, el estado o condición de muerte y la tumba, o Sheol, se quitarán (Apo. 20:14). Los malvados que estén vivos en el regreso del Mesías serán destruidos (Mal. 4:3) y consignados a la segunda resurrección.
La segunda resurrección fue el castigo infligido a los de Judá que rechazaron al Mesías. Ellos eran los hijos del reino que fueron echados en oscuridad (Mateo 8:12). Ellos fueron consignados como una nación a la segunda resurrección en lugar de participar de la naturaleza divina (2Pedro 1:4) y la primera resurrección. Aparte de la asignación como tribu dentro de los elegidos (Apo. 7:5), Esos de Judá no fueron escogidos para participar en la primera resurrección. Muchos son llamados pero pocos son escogidos para emprender esta tarea (Mateo 22:13-14). Muchos que aman al Mesías, pero maltratan a sus elegidos, o quienes no son diligentes (Mateo 25:30) serán de hecho consignados a la segunda resurrección (Mateo 24:51, 25:30) porque hay muchos excluidos (Lucas 13:26-28) y aún aquellos en la primera resurrección son reubicados en orden de precedencia según sus obras (Lucas 13:30).
El resto de la humanidad que no es resucitada en la primera resurrección, la cual es la mejor resurrección (Hebreos 11:35), será resucitada en la segunda resurrección después del reino milenario del Mesías. Este proceso es un período de juicio que parece extenderse sobre de cien años (Isaías 65:20). La resurrección en ese periodo de juicio (Juan 5:29) es para corrección y enseñanza, para que toda la humanidad de mansos pueda prepararse para recibir la vida eterna. La palabra para juicio (kriseos) (traducida perdición en las versiones tradicionales) tiene el significado de decisión.
El sentido es el de corrección que proviene de opiniones o decisiones dadas acerca de las acciones. Puede llevar el concepto de castigo o de retribución. Sin embargo, el populacho general que no ha tenido la oportunidad de conocer a Elohim no puede ser castigado por ese hecho. Los mansos muertos y resucitados de las naciones serán sujetados a un entrenamiento intenso. Si ellos no se arrepienten después del período de cien años de la segunda resurrección, se les permitirá morir y sus cuerpos serán destruidos por el fuego de la Gehena (Mateo 5:22,29,30, 10:28, 18:9, 23:15,33; Marcos 9:43,45,47; Lucas 12:5; Jacobo 3:6).
Hay tres palabras en el “Pacto Renovado” que se han traducido como infierno en versiones tradicionales. Éstas son hades que es la traducción griega del hebreo sheol, o sea la Fosa o la tumba, el lugar donde se ponen los cuerpos muertos. Los dos otros textos son Guehena que es de origen hebreo, se le llamaba así al Valle de Hinnom. Éste era un hoyo de basura donde eran quemados la basura y los animales muertos de Jerusalem. Así el Mesías la usó figuradamente refiriéndose a la disposición de los muertos, ambos cuerpo y alma (Mateo 10:28), después del juicio. La tercera es Tártaro, es la condición de oscuridad en estatierra en la que los ángeles fueron confinados después de su rebelión.
El castigo eterno (kolasin, una imposición penal) referido en Mateo 25:46 es lo opuesto a la vida eterna. Es simplemente la muerte. El sentido de castigo como timoria en Hebreos 10:29 viene del sentido de vindicación. 2Corintios 2:6 usa la palabra epitimia, de estima, como ciudadanía.
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La ley de lo puro y lo impuro
La adherencia a la ley de carnes puras e impuras en Lev. 11 y Deut. 14 permanece en efecto y vigente en nuestra era, y es importante para nuestra salud física, (2 Cor. 6:16-18).
Los santos son el Templo de Elohim y el espíritu de Elohim mora en ellos. Si alguien destruye el Templo de Elohim, Elohim lo destruirá. Porque el Templo de Elohim es santo y ese Templo somos nosotros (1Corintios 3:16-17). Por esta razón, los discípulos del Mesías tienen el deber de mantener sus propios cuerpos en un estado saludable como receptáculos del espíritu de Elohim. Porque Elohim ha dicho que Él vivirá en nosotros, y se moverá entre nosotros, y Él será nuestro Elohim. Debemos mantenernos consagrados y separados. Elohim será nuestro Padre y nosotros seremos Sus hijos (2Corintios 6:16-18 cita varios textos de las escrituras Hebreas: Lev. 26:12; Ezequiel 37:27; Isaías 52:11; 2Samuel 7:14).
Por esta razón, el creyente no debe casarse con incrédulos (2Corintios 6:14). Deben limpiarse de toda deshonra del cuerpo y del espíritu, haciendo consagración completa en el temor de Elohim (2Cor. 7:1). Ellos son así escogidos desde el principio y salvados a través de la santificación por el espíritu y por creer en la verdad (2Tes. 2:14). La verdad es así obligatoria a la salud mental y una marca del elegido. Puede verse de este desarrollo que las leyes generales de la Escritura tienen un significado y propósito específico. La medida del Templo de Elohim se toma de acuerdo con estas leyes (Apo. 11:1).
Las leyes de la alimentación se encuentran en Levítico 11:1-47 y Deuteronomio 14:4-21. Están basadas en la regulación del cuerpo humano en un estado apropiado de salud y sobre principios físicos sólidos. El mandamiento es ser santo y mantener el cuerpo como un receptáculo adecuado para el espíritu de santidad. Hay una base científica legítima para las leyes de la alimentación. El consumo de sangre es prohibido en Deuteronomio 12:16 y junto con la grasa es prohibido por Levítico 3:17. Nada que muere por sí mismo o esté despedazado debe ser ingerido (Ezequiel 44:31). Las prohibiciones en cuanto a comer de los primeros frutos en las leyes relativas a los frutos se encuentran en (Levítico 19:23-26). Estas leyes tienen implicaciones espirituales. Estos mandamientos agrícolas sobre cosechas tienen vigencia en la tierra de Israel.
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La unción con aceite
Las Escrituras enseñan la unción con aceite en el nombre de Yahweh y en el nombre de Yahoshúa el Mesías para sanación de enfermedades. El servicio de unción debe hacerse con al menos dos ancianos si es posible, (Jacobo 5:13-20; Exo. 15:26).
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Diezmos y ofrendas
Con el fin de sostener la obra de enseñanza y educación, todo miembro del Cuerpo del Mesías está llamado por la ley de las Escrituras a dar ofrendas y diezmos (el 10 por ciento de sus ingresos o ganancias) a la asamblea local, (Prov. 3:9). No para lucro de una persona sino para el funcionamiento de toda la Asamblea de Yahweh. Estos diezmos pueden entregarse en cualquier momento del mes o del año para edificación de la obra educativa y de restauración hebrea, (Mal 3:8-12; Lev. 27:30-33; Mat. 23:23). Los oferentes pueden comer de su diezmo durante las Fiestas sagradas, y también compartirlo con los pobres, (Deut. 14:22-26, Deut. 14:27-29, Deut. 26:12-17.)
Se encuentran las responsabilidades financieras hacia Elohim en Deuteronomio 12:5-19. Es la responsabilidad de cada discípulo apoyar las actividades de la Asamblea. El principio se deriva del diezmo como fue ofrecido a Elohim a través del sacerdocio y los Levitas desde la ocupación de Israel (Deut. 12:9-14) y precede al Templo. El impuesto del templo se tomaba en el día de la Expiación. Una contribución fue impuesta como está escrito en Nehemías 10:32. La obra sigue en curso hasta el final del establecimiento del reinado milenario del Mesías (Malaquías 3:1-6). En Malaquías 3:7 Elohim ordena el retorno de la nación hacia Él y Él se volverá a ellos. El regreso es efectuado con la obra de Elohim y el financiamiento de esa obra por los diezmos y ofrendas (Mal. 3:7-10).
Cumplir con el deber de los diezmos, donde es colectivamente obedecido, asegura que la obra de Elohim pueda seguir, y a cambio los frutos de la tierra son asegurados por Elohim (Mal. 3:10-12).
La responsabilidad de la Asamblea para con Elohim existe desde los apóstoles aún cuando no siempre se ejerció, o es renunciada por el ministerio (2Corintios 12:13-18). Porque el Mesías despachó a los discípulos, de dos en dos, y ellos serían sustentados en la obra por la Asamblea con la cual trabajan (Lucas 10:1-12). Aquellos que son empleados en los servicios del templo y proclaman la Buena Nueva deben ser apoyados por la Buena Nueva (1Cor. 9:13-14). Es la responsabilidad de la Asamblea sostener, cuando es posible, a aquellos que laboran y enseñan la Buena Nueva en una base de tiempo completo. (1Timoteo 5:17-18; Deut 24:14-15).
Los diezmos son aceptables a Elohim excepto donde expresamente se declara que son ganancia impropia o donde se sacrificó a los ídolos (1Cor. 10:27). Se pagan los diezmos a la Asamblea a fin de que pueda ayudar a sus miembros que están en necesidad (1Tim. 5:9-10,16). Los diezmos deben ser colectados en una base de conferencia local y el diezmo del diezmo debe ser pagado a la conferencia de la oficina principal, si existe una, como se llevó a cabo en Números 18:26 y Nehemías 10:37-39. La ley sobre los primeros frutos requiere un pago rápido (Éxodo 22:29). Las primicias de las cosechas deben ser traídas inmediatamente ante Elohim al principio de las fiestas, y particularmente en la primera tarde de la Recolección o Cabañas (Éxodo 23:19). El primogénito también es sagrado para Yahweh (Núm. 18:15-18). Estas leyes sobre cosechas aplican sólo al que tiene granja o finca cultivada. Algunos entienden que aplican sólo en la tierra de Israel.
El que no mantiene a sus padres necesitados y sobre todo a su propia familia niega la fe y es peor que un infiel (1Tim. 5:8).
Ningún discípulo debe oprimir o detener los sueldos de ninguna persona (Deut. 24:15). El diezmar para las fiestas es regulado por varios textos. El diezmo para las fiestas no debe ser consumido dentro del domicilio sino en el lugar que Yahweh escoja (Deut. 12:17-19).
26 La Asamblea
Qué es la Asamblea.
El Mesías dijo que él edificaría su Asamblea sobre la Roca y el poder de la muerte no prevalecería contra ella (Mateo 16:18). Elohim es la Roca sobre la que la Asamblea está edificada. La Asamblea es una agrupación de individuos. No es un edificio o estructura de sociedad. La Asamblea de Yahweh es el nombre por el cual se identifican Asambleas individuales (1Corintios 1:2; 2Cor. 1:1 y también 1Cor. 11:22 en referencia a la Asamblea en Corintio). Colectivamente ellas son genéricamente conocidas como la Asamblea de Yahweh (Hechos 20:28; Gálatas 1:13; 1Timoteo 3:5) y las Asambleas de Yahweh (1Cor. 11:16; 1Tes. 2:14; 2Tes. 1:4). 1Corintios 14:33 se refiere a las Asambleas de los santos, refiriéndose a los individuos de los que ellas están compuestas. Las Asambleas estaban en muchas áreas y cada una era responsable de sus propios asuntos.
Los individuos son llamados por Elohim y dados al Mesías (Juan 17:11-12; Hebreos 2:13, 9:15). Yahweh agrega al número de la Asamblea día por día según van siendo salvados (Hechos 2:47). Las Asambleas eran identificadas por su localización (Romanos 16:1; 1Cor. 1:2; 1Tes. 1:1; 2Tes. 1:1; 1Pedro 5:13) y eran a menudo pequeñas asambleas de una familia (Rom. 16:5,23; 1Cor. 16:19; Col. 4:15; Filemón 1:2). El Mesías fue hecho la cabeza de todas las cosas para la Asamblea (Efesios 1:22). Elohim revela Su sabiduría a los poderes celestiales a través de la Asamblea (Efesios 3:10). El Mesías es la cabeza de la Asamblea, la cual es su cuerpo, y está sujeta al Mesías. El Mesías se dio a la Asamblea, como la cabeza de cada casa (Efesios 5:23-26). La Asamblea deberá ser presentada al Mesías sin mancha o arruga siendo santa y sin mancha (Efesios 5:27). La Asamblea es nutrida por el Mesías (Efesios 5:29). El Mesías, como cabeza de la Asamblea, fue el primogénito de los muertos para que él pudiera tener la preeminencia en la familia humana de Yahweh. Así la Asamblea, siendo el cuerpo del Mesías, se casará con el Mesías como grupo en la primera resurrección cuando venga el Novio (Mateo 25:1-10; Col. 1:18,24). La Asamblea incluye a los primogénitos y sus nombres están escritos en el cielo (Hebreos 12:23). La Casa de Elohim es la Asamblea del Elohim Viviente, el pilar y fundamento deverdad. Así, la Asamblea de Yahweh se funda en la verdad (1Timoteo 3:15).
La Asamblea como entidad es responsable por el bienestar de su gente (1Timoteo 5:16). Esto es en una base local.
La Asamblea es pastoreada por ancianos (zeqenim) y asistentes (shamashim), escogidos por los hermanos (Hechos 1:22,26, 6:3,5-6, 15:22; 1Corintios 16:3; 2Cor. 8:19,23), quienes oran y ungen a los hermanos enfermos en el nombre del Maestro (Jacobo 5:14). El espíritu de santidad los hace intendentes de la comunidad que es la Asamblea de Elohim (Hechos 20:28). Las Asambleas tienen gran autonomía (3Juan 1:9-10). El trabajo administrativo de las Asambleas debe ser emprendido por los asistentes (Rom. 16:1), quienes puedan ser evaluados para este oficio (Fil. 1:1; 1Tim. 3:8-13). Hay en la Asamblea varias funciones incluyendo las de portavoces (neviim) y maestros (morim) (Hechos 13:1), luego milagros, curaciones, auxilios, gobiernos y diversidades de lenguas (1Cor. 12:28). La enseñanza de la Asamblea es mediante idiomas conocidos, o lenguas que son ordenadas y se entienden, siendo interpretadas por los presentes (1Cor. 14:4-5).
Las Asambleas son responsables de ayudar en la obra de los discípulos o proclamadores (mevaserim, evangelistas) que son asignados para trabajar en áreas más grandes que la de las Asambleas individuales (Hechos 14:23,27, 15:3-4,22, 18:22, 20:17; 1Cor. 4:17).
El Mesías dio mensajes específicos de servir como ejemplo a los elegidos, a las Asambleas individuales y a los mensajeros (malakhim) a cargo de cada una de ellas, (Apo. 2:1,8,12,18, 3:1,7,14).
Las funciones del juicio y la determinación de los asuntos diarios deben ser realizadas por los miembros ordinarios de la Asamblea, para que ellos puedan desarrollarse para sus roles en el juicio de los ángeles (1Cor. 6:4).
Las Metas y Objetivos de la Asamblea
El primer objetivo de la Asamblea es continuar la proclamación de la Buena Nueva del Reino de Yahweh como comisionó Yahoshúa (Mateo 4:17, 10:7, 11:1; Marcos 1:38-39; Marcos 3:14, 16:15; Lucas 4:43, 9:60).
La Asamblea debe predicar la Buena Nueva a los mansos, curar a los quebrantados de corazón, proclamar libertad a los cautivos, abrir la prisión a los que están encarcelados (Isaías 61:1), y dar vista a los ciegos (Lucas 4:18). Debe sanar al enfermo (Lucas 9:2). Debe predicar el Año Aceptable de Yahweh (Lucas 4:19) y testificar que el Mesías fue nombrado por Yahweh para ser juez de vivos y muertos (Hechos 10:42).
El alimentar a las Asambleas es el segundo objetivo de los Ancianos (Hechos 20:28) que se empeñan en enseñar por todas partes en cada Asamblea (1Cor. 4:17). Se utilizan los dones de 1Corintios 12:28 para ayudar al desarrollo de la Asamblea. Estos dones espirituales deben ser desarrollados con celo para el desarrollo de la comunidad de creyentes (1Cor. 14:12). La autoridad que ejerce en su propia casa una persona es un indicio de la autoridad efectiva de la Asamblea de Yahweh (1Tim. 3:5).
El orden en la Asamblea
La enseñanza de las Escrituras relativa a la comunidad de fieles es una enseñanza de ley y orden, de arriba hacia abajo. Yahweh es la Cabeza del Mesías, y el Mesías es la Cabeza de la Comunidad. El Todopoderoso Yahweh no es autor de confusión; por consiguiente, todo debe hacerse decentemente y en orden, 1 Corintios 14:33, 40.
El orden de la Asamblea de Yahweh debe construirse tan cercanamente como sea posible al que fue designado por el Todopoderoso Yahweh para el Israel de la antigüedad y continuado por los Apóstoles. Encontramos referencia a este orden en Éxodo 18, Números 11, y Efesios 4:11. La Escritura Sagrada revela que los oficios proféticos y apostólicos específicos han sido llenados, aunque esas funciones permanecen en los oficios de evangelista, pastor, y maestro, junto con el de supervisor y asistente, (1 Timoteo 3; Tito 1:5-9; Números 11:25). Además, la Escritura reconoce el título de ministro (servidor) relativo al oficio de los ancianos elegidos de Yahweh, (Rom. 15:16; Hebreos 10:11; Rom. 12:7).
Siendo que el Todopoderoso Yahweh y Yahoshúa el Mesías mediante su espíritu santo son quienes dan posiciones de liderato en la Comunidad Yahwista (para evitar la política interna), el término de esos oficios es permanente, (1 Corintios 12:11, 18, 28). Si algún anciano no permanece fiel, o deja de cualificar según los requerimientos bíblicos y las normas establecidas, puede ser removido de su cargo por el Cuerpo de Ancianos.
Los líderes en la Asamblea deben cumplir con los requisitos bíblicos, 1 Timoteo 3:1-7; Tito 1:5-9. Debe ser la póliza de la Asamblea elegir hombres capacitados que sean ciertamente ancianos en el Cuerpo del Mesías, llenos de espíritu santo de Yahweh, para servir en cualquier capacidad oficial. La Escritura excluye a las mujeres de ejercer autoridad sobre la Asamblea, pero pueden ser asistentes y así participar en la edificación de la Comunidad, (1 Timoteo 2:11-14; 1 Corintios 14:34).
Los asuntos de enseñanza de la comunidad deben quedar en los confines del líder o maestro principal y los ancianos. Las decisiones en cuanto a la enseñanza deben ser tomadas por el Cuerpo de Ancianos según Hechos 15, y no en la congregación general. Todos los miembros de la Comunidad deben tratar de conformarse a 1 Corintios 1:10 y Efesios 4:1-7, para estar en unidad de enseñanza. La Asamblea de Yahweh debe mantenerse como un Cuerpo unido, siguiendo el ejemplo de 2 Tesalonicenses 3:6-16.
Debe mantenerse la exposición de la sana enseñanza; por lo tanto, solamente a personas conocidas por la comunidad local se les debe permitir enseñar en la Asamblea.
El gobierno de las asambleas locales debe conformarse al modelo de las Escrituras. Los asistentes de la comunidad estarán a cargo de aliviar las necesidades temporales de los pobres de la comunidad.
La vida espiritual en la Asamblea
En las Escrituras Sagradas encontramos un cuadro definido de la vida espiritual que ha de vivir cada miembro de la Asamblea. Las Escrituras nos enseñan una vida de total obediencia al Todopoderoso Yahweh y a sus leyes perfectas. Los miembros de la Comunidad deben ser ejemplos notables para el mundo exterior de la adoración verdadera que se encuentra en las Escrituras. Debe ser nuestro objetivo vivir tan cerca como sea posible de nuestro Padre Celestial Yahweh cada día. Debe ser nuestra meta vivir una vida sencilla, absteniéndonos de actividades negativas en las que se entretiene la sociedad que nos rodea. Como embajadores del Reino celestial venidero, debe ser nuestro deseo excluirnos del envolvimiento activo en las luchas políticas de las naciones gentiles, (Deut. 17: 14-15; 1 Juan 2:15; 2 Cor. 5:20; Mat. 5:14-16; 2 Tim. 2:4; Lev. 26; Deut. 28).
Las Escrituras ordenan modestia en la vestimenta tanto para hombres como para mujeres, (1 Tim. 2:8-10). Esto incluye cubrir apropiadamente el cuerpo y evitar exhibirlo. Las Escrituras enseñan un patrón de liderazgo en cuanto a nuestras posiciones de autoridad en la Comunidad y en el hogar, (1 Cor. 11:1-16; 1 Tim. 2:2-15; 1 Ped 3:1-7). Con relación a este orden, la mujer está llamada a cubrir su cabeza con un velo durante la oración y cuando exhorta a otros si hay un hermano varón presente. El espíritu de santidad nos instruye mediante Pablo que el hombre no debe cubrirse con un velo. Por lo tanto rechazamos la costmbre rabínica de cubrirse los varones la cabeza con un talit o una kipá para la oración.
Las Escrituras enseñan la pureza del cuerpo, lo que incluye que no debemos ingerir ninguna droga adictiva, perjudicial, o ilegal las cuales pueden causar que el cuerpo pierda su naturaleza santificada, posiblemente causando que el espíritu de santidad se aparte de nosotros, (2 Cor. 6:14-18). Debe ser nuestro objetivo vivir tan saludablemente como sea posible, con el fin de que presentemos al mundo un testimonio de fortaleza y por consiguiente seamos más efectivos en testificar por Yahweh.
Las Escrituras enseñan la no-violencia hacia nuestro prójimo. Se nos manda vivir en paz con todos los seres humanos y a seguir la “regla de oro” establecida en Mateo 7:12; Lev. 19:17-18; Mateo 22:39. El ejemplo que nuestro Salvador Yahoshúa el Mesías nos dejó, en el cual él dejó la venganza en las manos del Todopoderoso Yahweh, debe ser seguido por todos los hermanos de la Comunidad. Nuestra actitud hacia todos los seres humanos debe ser tal que nuestro amor gane a nuestros enemigos, (1 Pedro 2:21-23; 1 Cor. 6:1-11; Mat. 5:33-48).
En armonía con esta actitud que muestra paz con todos los seres humanos, es recomendable que los miembros de nuestra comunidad se abstengan del servicio militar como combatientes. En respuesta al llamado militar de naciones gentiles se recomienda que los jóvenes acepten una posición de no-combatientes o un trabajo en alguna institución humanitaria, de acuerdo con las leyes del gobierno local que regulan los servicios alternos. Los líderes de la Comunidad tienen la responsabilidad de enseñar y adiestrar a la hermandad en cumplir con estos principios bíblicos, (Éxodo 20:13; Deut. 5:17; Mat. 5:38-48; Luc. 6:27-35; Mat. 26:52; Juan 18:36; Romanos 12:9-21).
Debería ser la meta de cada miembro de la comunidad establecer un hogar en el que prevalezca un espíritu de amor. Cada esposo y esposa en el Mesías debe esforzarse por edificar una vida que se proyecte hacia la eternidad. Los miembros iluminados de la Comunidad no deberían hallar soluciones para sus problemas matrimoniales en las cortes de divorcio. Pero por otra parte, nadie debe estar obligado a seguir sujeto a un cónyuge abusivo y maltratante. Los padres tienen el deber de enseñar a sus hijos en el camino correcto que lleva a la vida eterna, (Efe. 5:20-33; Efe. 6:1-9; 1 Cor. 7:1-17). Nuestras vidas diarias son el mejor testimonio que podemos presentar, tanto a los de la comunidad como a los de afuera, para que no se traiga reproche al nombre del Mesías.
El espíritu de amor debe ser evidente entre los hermanos de la Comunidad. Toda diferencia entre los hermanos debe manejarse según Mateo 18. El acusado tiene el derecho de enfrentarse a su acusador. Ningún hermano debería tomar el recurso en los tribunales mundanos en caso de un desacuerdo contra su hermano en el Mesías, (1 Cor. 6).
La salvación se extiende gratuitamente a todo miembro de la raza humana. Las Escrituras enseñan que toda persona es bienvenida en la familia de Yahweh independientemente de raza. La Casa de Asamblea ha de ser la casa de oración y estudio para todos los pueblos, Isaías 56:7. En la comunidad apostólica, se aceptaba a los gentiles (pueblos étnicos), (Hechos 8:27-39; Hechos 10-11; Gal. 3:28; Col. 3:11). El amor de Yahweh a través del sacrificio de Yahoshúa el Mesías se le concede a todo el que venga, Rev. 3:20. Él ha hecho de uno solo (Adam) a toda nación de humanos que moran sobre la tierra, (Hechos 17:26). Todos los miembros de la Asamblea de Yahweh deberían producir los frutos que den evidencia de esta convicción.
Todo miembro de la Asamblea de Yahweh debería buscar oportunidades de testificar de la verdad de las Escrituras Sagradas. Todos deben contribuir a la edificación del Cuerpo del Mesías que saldrá al encuentro del Salvador en el aire cuando Él regrese. Todo miembro de la Comunidad debería esforzarse por cumplir las Escrituras en todo lo posible de modo que sea un buen ejemplo al mundo exterior de la adoración verdadera, de modo que otros deseen unirse al Cuerpo del Mesías, 1 Pedro 3:15.
ASAMBLEIA DE YAHWEH INTERNACIONAL
Los Fundamentos de Nuestra Fe
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¿ANULA ROMANOS 14 EL SÁBADO Y LAS CARNES INMUNDAS?
¿ANULA ROMANOS 14 EL SÁBADO Y LAS CARNES INMUNDAS?
Uno de los pasajes que se cita para eliminar la distinción entre carnes puras e impuras es Romanos 14. Además, se ha valido de este capitulo para afirmar que la observancia del Sábado ya no es obligatoria para los creyentes. ¿Será pues cierto que Romanos 14 “nos dice que todos los alimentos son limpios?, Examinemos lo que el apóstol Pablo escribió, para ver si tales conclusiones son válidas.
¿Cuál es el contexto?
Para entender lo que Pablo estaba escribiendo a un grupo mixto de creyentes judíos y gentiles en Roma, es necesario que analicemos estos versículos tanto en su contexto temático como en el histórico. Así, pronto podemos darnos cuenta de que el apóstol no se está refiriendo en absoluto a carnes limpias o inmundas; más bien, está tratando un tema completamente diferente, a saber, el vegetarianismo.
Esto resulta claro al leer el versículo 2: “Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come [sólo, en algunas traducciones] legumbres”. En este contexto no se menciona nada acerca de carnes “limpias” o “inmundas”. El asunto al que Pablo se refiere está relacionado con la actitud de algunos de los nuevos miembros de la Congregación (“al débil en la fe”, versículo 1) quienes estaban temerosos de comer carne en general y, consecuentemente, comían solamente vegetales, como se menciona en el versículo 2. El tema del vegetarianismo continúa en el versículo 6: “El que come, para YHWH come, porque da gracias a El Creador; y el que no come, para YHWH no come, y da gracias a El Creador”. Resulta claro, pues, que había miembros de la Congregación que comían carne, y otros que sencillamente no la comían.
Ahora, ¿por que algunos habían decidido hacerse vegetarianos? Pablo no lo aclara. No obstante, las instrucciones que él da a la congregación de Corinto (1 Corintios 8) muestran mucha similitud con las contenidas en Romanos 14. El asunto con los corintios era de si se permitía comer carne que había sido ofrecida a ídolos, y el consejo que Pablo dio a los corintios es el mismo que dio a los romanos: No hacer nada que pudiera causar ofensa a un hermano en la fe.
Acerca de este versículo en Romanos 14, W. J. Conybeare (en su libro The Life and Epistles of St. Paul [La vida y las epístolas de San Pablo], página 530) hace notar que estos vegetarianos de seguro eran miembros que “se abstenían de comer carne en general, porque temían la posibilidad de comer (sin darse cuenta) carne que hubiera sido ofrecida a ídolos, o que de alguna otra manera fuera ceremonialmente impura (lo cual fácilmente podía suceder en un lugar como Roma)”.
En virtud de que el vegetarianismo no es algo que está incluido en la ley de Moisés, parece que Pablo se refiere al mismo asunto en Romanos 14 y en 1 Corintios 8: ¿Es permisible que un creyente coma carne ofrecida a ídolos, aun en el caso de que esto cause ofensa a creyentes que son débiles en la fe? La respuesta del apóstol es la misma: No hay nada de malo con la carne misma, pero no es correcto comerla si eso es motivo de ofensa para otros (Romanos 14:13; 1 Corintios 8:9).
¿Qué diremos de Romanos 14:14, donde Pablo hace esta afirmación: “Yo sé, y confío en el Maestro Yeshúa, que nada es inmundo en sí mismo”? ¿Quiere esto decir que ya no hay distinción entre carnes limpias y carnes inmundas?
Palabras diferentes para ‘inmundo’
La palabra griega traducida aquí como “inmundo” es koinos, que significa “común” (Vine’s Expository Dictionary of New Testament Words [Diccionario explicativo de las palabras del Nuevo Testamento, de Vine], artículo “inmundo”), o ceremonialmente impuro. Esta misma palabra (y también en su forma de verbo koinoo que significa “ensuciar” o “profanar”) se usa en Marcos 7:2-23, donde el tema claramente es la “impureza” ceremonial, pues los discípulos comieron sin antes haberse lavado las manos. (Algunos se valen también de este pasaje en Marcos para decir que Yeshúa abolió toda distinción entre alimentos puros e impuros; sin embargo, el contexto deja claro que el tema es la impureza ceremonial debido a que los discípulos no se habían lavado las manos.) Es fácil verificar que koinos y su forma de verbo koinoo se usan a lo largo del Nuevo Testamento con relación a la impureza ceremonial, no a los tipos de carne inmunda mencionados en el Antiguo Testamento.
En el Nuevo Testamento, para referirse a las carnes inmundas se usa un vocablo griego diferente: akathartos. En la versión de los Setenta (la versión griega del Antiguo Testamento que estaba en uso en tiempos de Pablo), se usa la palabra akathartos para designar las carnes impuras que se anotan en Levítico 11.
Ambos vocablos, koinos y akathartos, se usan en la descripción que se hace de la visión que tuvo Pedro del lienzo en el cual había muchas clases de animales (Hechos 10). El mismo Pedro hizo distinción entre los dos tipos de “inmundicia” al usar los dos vocablos en Hechos 10:14. Después de que se le dijo: “Mata y come”, Pedro respondió: “Ninguna cosa común [koinos] o inmunda [akathartos] he comido jamás”. Casi todas las traducciones hacen distinción entre los significados de estas dos palabras que se usan aquí.
Cuando Pablo, en Romanos 14:14, dijo: “Yo sé . . . que nada es inmundo [koinos, que significa ‘común’ o ‘ceremonialmente impuro’]”, estaba diciendo lo mismo que dijo en 1 Corintios 8: Que el hecho de que animales limpios fueran sacrificados a los ídolos no hacía su carne inapropiada para el consumo del hombre. Como se puede ver en el contexto, Pablo no se estaba refiriendo en ninguna forma a las restricciones dietéticas que se encuentran en el Antiguo Testamento.
En el versículo 20, el apóstol declara que “todas las cosas a la verdad son limpias”. La palabra traducida como “limpias” es katharos, que significa “libre de ingredientes o mezclas impuros, sin defecto o mancha” (Vine’s Expository Dictionary of New Testament Words [Diccionario explicativo de las palabras del Nuevo Testamento, de Vine], artículo “limpio”). El tema de las carnes “limpias” no se trata en el Nuevo Testamento, de modo que no hay una palabra que se aplique específicamente a ellas. La palabra katharos se usa para describir toda clase de limpieza y pureza, incluso platos “limpios” (Mateo 23:26), cuerpos “limpios” (Juan 13:10), ropa “limpia” (Apocalipsis 15:6; 19:8, 14), religión “pura” (Santiago 1:27), y oro “puro” y vidrio “limpio” (Apocalipsis 21:18), además de otras cosas.
Es necesario notar que en ambos versículos, Romanos 14:14 y 14:20, la palabra comida o carne no se encuentra en el texto griego; es decir, no se menciona ningún objeto específico. El sentido de estos versículos es simplemente que “nada es inmundo [koinos: común, ceremonialmente impuro] en sí mismo” y que “todas las cosas a la verdad son limpias [katharos: libre de impurezas, sin mancha o falla]”.
No hay nada inmundo en sí mismo
Una vez más podemos ver que Pablo no está refiriéndose aquí a carnes limpias o inmundas, sino a comida que podía haber sido ofrecida a ídolos y que, por consiguiente, sería considerada inapropiada como alimento por algunos miembros de la Congregación. Lo que Pablo quiere dejar claro aquí es que cualquier asociación de comida con ceremonias idolátricas no altera en nada, por ese hecho, sus propiedades como alimento.
¿Qué diremos del sábado? Cuando Pablo dice: “Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días” (vers. 5) y “el que hace caso del día, lo hace para YHWH” (vers. 6), ¿quiere decir que no hay diferencia entre el sábado y los otros días, o que estamos en libertad de escoger cualquier día que nosotros queramos observar, como algunos lo afirman?
Para llegar a una conclusión así, uno tendría que inventarla, ya que el sábado no se menciona en ninguna forma en estos versículos. De hecho, las palabras sábado, día santo o fiesta no figuran en toda la epístola. Aquí se hace referencia simplemente a “días”, no al sábado ni a las fiestas.
¿Qué “días”, pues, son estos que Pablo menciona? Una vez más debemos buscar en el contexto. En los versículos 2 y 3 el apóstol habla claramente acerca del vegetarianismo, y continúa con el tema en el versículo 6 (“El que come . . . y el que no come”) y luego en el versículo 21 (“Bueno es no comer carne . . . ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda”). ¿Por qué escribe acerca de “días” en los versículos 5 y 6, inmediatamente después de que en los versículos 2 y 3 habla sobre diferencias entre vegetarianos y quienes comen carne? No existe ninguna conexión bíblica entre el sábado y el vegetarianismo. Estos versículos tienen que sacarse de su contexto para poder afirmar que Pablo está hablando acerca del sábado y las fiestas de El Creador.
Con respecto a este pasaje, el Expositor’s Bible Commentary (Comentario bíblico para expositores) dice: “La estrecha asociación del contexto con el comer, sugiere que Pablo tiene en mente la observancia de un día especial, un tiempo señalado específicamente para festejar o para ayunar”. Al parecer, Pablo está hablando de uno o más días festivos romanos, durante los cuales se hacían banquetes, o se ayunaba, o se abstenía de ciertos alimentos.
En relación con el argumento de que este pasaje muestra que el sábado no es diferente de los demás días, el Dr. Samuele Bacchiocchi hace la siguiente declaración: “Pablo aplica el principio básico ‘lo hace para YHWH’ (14:6) solamente en el caso de ‘el que hace caso del día’. Nunca dice lo opuesto; es decir, ‘el que juzga iguales todos los días, lo hace para YHWH’.
“En otras palabras, con relación a la dieta, Pablo enseña que uno puede honrar al Creador ya sea comiendo
o absteniéndose (14:6), pero con relación a los días, ni siquiera acepta que la persona que considera todos los días iguales lo hace para YHWH. Así, Pablo difícilmente da su apoyo a quienes estiman todos los días iguales”.
El Dr. Bacchiocchi continúa: “Si, como generalmente se ha supuesto, el creyente ‘débil’ era el que observaba el sábado, Pablo se habría considerado a sí mismo ‘débil’, ya que observaba el sábado y las otras fiestas judías (Hechos 18:4, 19; 17:1, 10, 17; 20:16).
“Sin embargo, Pablo se considera a sí mismo ‘fuerte’ (‘los que somos fuertes’, Romanos 15:1). Así, al hablar de la preferencia entre días, difícilmente podría haber estado pensando en la observancia del sábado.
“Otra prueba de esta conclusión la proporciona el consejo de Pablo: ‘Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente’ (14:5). Resulta difícil pensar que Pablo pudiera reducir la observancia de días santos, como el sábado, la Pascua y Pentecostés, a un asunto de convicción personal, sin siquiera explicar las razones para ello. Y resulta más sorprendente aún debido a que se esfuerza en gran manera en explicar por qué la circuncisión no es obligatoria para los gentiles” (Samuele Bacchiocchi, The Sabbath in the New Testament [El sábado en el Nuevo Testamento], página 119).
En resumen
Para resumir, el contexto deja bien claro que, en Romanos 14, Pablo habla acerca del vegetarianismo, no de las carnes limpias o inmundas. Su consejo a la congregación de Roma es el mismo que dio a los corintios en 1 Corintios 8, lo que indica que muy probablemente estaba tratando el mismo tema: Si los miembros de la Congregación debían o no evitar las carnes que hubieran sido usadas en ceremonias idolátricas.
El sábado y las fiestas no se mencionan en ninguna parte de la carta de Pablo a los romanos. Los días que se mencionan aquí están claramente relacionados con la abstinencia de carne, lo cual indica que eran observancias romanas y nada tenían que ver con los días de adoración que el Creador manda observar.
Autor: Scott Ashley
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¿EL SABADO ES DE LA GRACIA?
¿EL SABADO ES DE LA GRACIA?
La iglesia de Dios practica y enseña la observancia del sábado, séptimo día de la semana. EL sábado, séptimo día de la semana es un legado bendito de Dios desde el principio de la creación, comienzo de los tiempos. Una rica herencia para todas las generaciones de toda la humanidad. Estableció el sábado como el día de descanso físico, de adoración y renovación espiritual.
Ningún otro día ha sido dado por mandamiento Divino para que sirva para este propósito. Dios, ni ha designado otro día de la semana para que ocupe el lugar del sábado ni tampoco ha anulado la obediencia a su observancia. Por estas razones. Creemos que la evidencia Bíblica apoya la observancia del sábado.
Nuestro objetivo es compartir con usted lo que las Sagradas Escrituras dicen acerca del origen del sábado, lo que el sábado significa, y como se nos enseña a guardarlo. Aquí también está el resultado de un cuidadoso estudio de la presentación que hace el nuevo testamento respecto a la observancia del sábado, y como la primera iglesia de Dios se relacionó con el
EL ORIGEN DEL SABADO.
El sábado, séptimo día de la semana, es parte del genio creativo de Dios. Sus actos creativos están descritos en Génesis 1, desde la creación de la luz en el día primero, hasta el último día que fue cuando creó a nuestros padres Adán y Eva, en el sexto día. Génesis 2: 1,3 describe el origen de nuestra semana de siete días, y cómo Dios estableció el sábado, séptimo día: “fueron, pues, acabados los cielos y la tierra y todo el ejercito de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo y lo santificó, porque en el reposó de toda la obra que había hecho en la creación.
Este texto nos habla de dos hechos importantes: primero, la semana de siete días que todavía observamos, y rige a toda la humanidad desde el principio de la creación hasta el presente tiempo. La semana de siete días no ha sido cambiada a través de los siglos. Está es una medida de tiempo de mucha importancia para el mundo entero, independientemente de la religión que profese.
Segundo: Dios dio un trato preferencial al séptimo día de la semana diferente a los seis días anteriores. En los días del primero al sexto, Dios se empeñó en su obra creativa del vasto orden (Gen 2: 1) de todas las cosas. En contraste con esto, acabó Dios en el séptimo día la obra que hizo; y reposó en el séptimo día de toda la obra que hizo. (Gen.2: 2).
Este es el origen del día sábado. Dios instituyó por medio de su propio ejemplo de haberlo reposado después de una semana de trabajo de la creación. El sábado no fue creado para la humanidad sólo como remedio contra el agotamiento. El primer día completo de la vida de Adán y Eva fue el primer sábado. Ellos tuvieron la oportunidad de unirse a su Dios creador antes que iniciaran su trabajo como pareja.
Esto concuerda con el concepto expresado en Levítico 23: 3, que el sábado no fue sólo para el descanso sino para una santa convocación. El sábado es también conocido en Isaías 58: 13, como tiempo de delicias y para pensar en cosas espirituales.
Las palabras de Jesús verifican esta enseñanza. El sábado por causa del hombre es hecho; no el hombre por causa del sábado. (Marcos 2: 27).
En otras palabras, el sábado fue un regalo bendito de Dios para la humanidad, no sólo para llenar la necesidad de descanso sino que proviene del amor y bondad de Dios para proporcionar una oportunidad de compañerismo entre EL y los hombres.
EL SEPTIMO DÍA ES DIFERENTE….
El séptimo día de la semana difiere significativamente de los otros seis días. Primero, el sábado en el registro de la creación está específicamente identificado como el séptimo día de la semana.
Sin tener una señal bíblica, uno puede escoger cualquier otro día de la semana como reposo, pero el único día de reposo instituido por Dios es el sábado, séptimo día de la semana. La Sagrada Escritura nunca se refiere a otro día de la semana como el sábado semanal. Este punto es repetido en el cuarto mandamiento, el séptimo día es REPOSO PARA JEHOVÀ TU DIOS.
Segundo. El mandamiento no dice que un día entre los siete debe ser sábado para Dios. El séptimo día es el único día de la semana que posee esa designación. Esta identificación específica no da lugar al argumento familiar de “un da entre los siete” el cual nos permite escoger el día de reposo que a nosotros nos convenga o nos parezca
Dios hizo con el séptimo día de la semana tres cosas muy importantes:
1.- Dios reposó de su obra creadora (Génesis 2: 2) la palabra sábado (Sabbat en Hebreo) significa cesar o desistir, indicando originalmente que es un tiempo de cesación de trabajo. Dios no hizo del sábado un día de diversión, día de campo, deportes etc. Dios reposó con el propósito para que todo hombre lo hiciera al igual que su creador (Hebreos 4: 10.)
Este significado está claramente ejemplificado en el origen y continuación del sábado semanal: Y Acabó Dios en el séptimo día la obra que hizo; y reposo en el día séptimo (v 2) Éxodo 20: 10 agrega: más el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en el obra alguna. Seis días trabajarás, y el séptimo día reposaras (Éxodo 23: 12).
Al haber hecho bendito al sábado, Dios lo hizo objeto de su especial favor. Por lo que dice el registro de la creación, en Génesis 1. Dios vio que todo lo que había creado “era bueno” pero ninguna bendición, fue pronunciada al final de cada uno de los seis días de la semana.
En el versículo 22 Dios bendijo a las creaturas vivientes y en el 28 bendijo a la humanidad que había creado a su propia imagen. Cada bendición denota cómo es que fueron benditos:” fructificad y multiplicaos en numero”. De ese modo, la bendición de Dios sobre toda las creaturas vivientes fue para su reproducción futura, para su prosperidad y para que les fuera bien. Estas bendiciones fueron esenciales para su perpetuidad. Asimismo, las bendiciones de Dios para el séptimo día fueron para perpetuarlo.
3. Dios santificó el séptimo día. El lo santificó, o lo apartó de los demás días. Este acto debe ser visto como teniendo dos resultados importantes. Primero hace al séptimo día de la semana distinto a cualquier otro día. ¡Solo el séptimo día de la semana es Santo! Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó (Ex 20: 11). Algunos reclaman que todos los días son santos para el Señor, pero ese concepto es contradictorio. La idea básica de algo que es Santo o Santificado es que está “colocado aparte” de otros de su misma clase. Si todos los días de la semana fueran santificados, entonces habría que preguntarnos ¿apartados de que? El resultado es que ningún día es especial, porque ningún otro día a sido apartado.
Nosotros podemos pensar en que todos los días son iguales, pero Dios no piensa así, EL dice:
Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día Santo y lo llamares delicia, Santo, glorioso de Jehová; y lo venerareis, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová tu Dios. (Isaías 58: 13, 14).
Dios no llamó mi día santo a ningún otro día de la semana. Sólo el séptimo día de la semana ocupa un lugar Santo en la mente de Dios que ningún otro día puede reclamar, debido a que El lo santificó o sea, lo apartó de los otros días. Nosotros no podemos anular el que Dios haya Santificado el séptimo día de la semana, argumentando que todos los día son iguales como se supone que Pablo escribiera a los Romanos 14: 5, unos hacen diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. ¿Convencidos en su propia mente de que? ¿Significa esto que cada persona puede hacer cualquier cosa porque la considera correcta a su propia opinión? ¡Desde luego que no!
Segundo, siendo santificado, o puesto aparte, describe la naturaleza del sábado más allá del simple hecho de cesar las labores para descansar. El sábado también tiene un propósito religioso, ¡Es un día Santo! Los diez mandamientos exige la observancia del sábado declarando que es para el Señor Dios:
Seis días trabajarás y harás toda tu obra, más el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios…por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó (Ex 20: 9, 10, 11). El séptimo día de la semana es el día de Dios. El nos dio seis días para nuestro propio trabajo y quehaceres, pero consagró el séptimo día para El; el sábado le pertenece a Dios. El concepto de que el sábado fue dado al hombre como día de descanso y de consagración a Dios se encuentra en el mandamiento en sí: Acuérdate del día de reposo para santificarlo (Ex 20: 8). Seis días trabajarás; más el séptimo día será de reposo, santa convocación, ningún trabajo haréis, día de reposo es de Jehová (Lev. 23: 3).
La instrucción es que el sábado debe ser día dedicado a la adoración corporal a Dios. Dios no solo lo santificó, sino que nos manda que lo santifiquemos. El cuarto mandamiento apoya que se haga eso en sábado porque nos recuerda que la santificación de nosotros para el día de descanso y adoración, honra al Dios de la creación. “acuérdate del día de reposo para santificarlo… porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día. Por lo tanto, el Señor, como creador y dador de la vida, es honrado por nuestro descanso y adoración en sábado.
El sábado solamente puede ser guardado propiamente cuando viene a ser un día de delicia, Santo, de descanso físico, y de adoración a Dios. (Isaías 58: 13, 14).
El sábado, séptimo día de la semana claramente tiene su inicio en la creación del universo. Su origen y santificion se encuentra en el acto mismo de Dios al reposarlo después de haber hecho toda la obra, cuando lo bendijo y lo declaró Santo.
LA NATURALEZA UNIVERSAL DEL SABADO.
Dentro de las Escrituras se encuentra todo un cuerpo de evidencias que declaran la naturaleza universal del sábado y su observancia. El propósito de algunos al referirse al sábado como el “sábado de los judíos.” Es solo para cubrir su universalidad, limitando su aplicación únicamente a pocas personas, y para desacreditarlo, declarando que el sábado no es para que hoy sea observado por los cristianos. Las escrituras presenta la observancia del sábado en su contexto original tanto en el antiguo testamento como en el nuevo. El sábado nunca es presentado en las Escrituras como institución judía. Ambos testamentos lo presentan como día de reposo universal.
Muchos cristianos abogan por la observancia de los diez mandamientos, pero son amigos de nueve de ellos pero enemigos del cuarto que es la observancia del sábado como día de reposo, ya hemos leído que el mandamiento dice, que son para el hombre seis días de trabajo más el séptimo es para Jehová Dios. Y transfieren los principios de la observancia del sábado al primer día de la semana “domingo”
Los diez mandamientos que son leyes morales fueron conocidos y guardados por la gente de los pueblos de Israel antes de darse el decálogo en el monte del Sinaí.
Los diez mandamientos, seis fueron ligados a la conciencia del hombre: el asesinato, el adulterio, el robo, el falso testimonio, honrar a los padres, la codicia, y cuatro son para honrar a Dios: no tener dioses, no postrarse ante ellos, no tomar el nombre de Dios en vano, y santificar el sábado para el Señor. (EX. 20: 1- 17). Esto testifica del hecho que, mientras el mundo en los días de Israel, había caído en idolatría, había conocimiento de la justicia de Dios. Esto testifica de la naturaleza universal y eterna de los diez mandamientos, incluyendo el sábado.
El propósito en sí, citado en el cuarto mandamiento habla de la naturaleza universal de la observancia del sábado, como memorial de la creación del universo es una verdad universal, no simplemente una verdad judía.
Este mandamiento estableció un tiempo específico para que la humanidad siguiera el ejemplo de Dios en el séptimo día de la semana, el sábado entonces es para que hagamos pausa a nuestras labores, y honremos a nuestro Dios. En la observancia del sábado reconocemos a nuestro Creador. Esta preciosa verdad se ha perdido en el mundo cristiano y en los no lectoras de las Escrituras.
Así el sábado ha sido observado fielmente en el tiempo de los patriarcas, de los profetas, y en la Gracia por la iglesia de Dios, por lo que no hay excusa para el mundo y para el cristianismo y que puedan decir que no conocieron la voluntad del creador respecto a su día Santo. Por otra parte, a través de todo el cristianismo, Dios nunca es tenido como Creador, particularmente porque el cristianismo ha apartado de la creación el memorial, el Santo Sábado de Dios.
El sábado el cual tiene su origen en la creación, y que fue incluido en el decálogo fue conocido y observado por hombres y mujeres piadosos antes que Dios diera los diez Mandamientos en el Sinaí. Puesto que otros preceptos fueron conocidos y observados más allá de las fronteras. El sábado también fue observado por gentes de otras nociones antiguas.
GUARDADORES DEL SABADO EN EL NUEVO TESTAMENTO.
Jesús fue un ejemplo, jamás El pensó en cancelar el sábado. Lucas escribe que en los sábados entraba en la sinagoga, conforme a su costumbre, y que se levantó a leer (Lucas 4: 16.) y en el capitulo 13: 10. Dice que Jesús enseñaba en la sinagoga en el día del sábado. Es importante señalar que Jesús guardaba el sábado antes y después de ser bautizado, porque como él mismo dijo: no penséis que viene para abrogar la ley o los profetas: no he venido para abrogar, sino para cumplir (Mat. 5: 17).
El versículo 16 que anteriormente citamos dice: vino a Nazaret, donde se había creado, y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año a agradable del Señor. Hoy se ha cumplido esta palabra delante de vosotros.
¡Que declaración! La vida y ministerio de Jesucristo, encuentran su cumplimiento en la libertad y en desatarnos de nuestra experiencia de culpabilidad, del pecado sus consecuencias sólo por tener fe en El. Desde entonces, la invitación de Jesús es “venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar”( Mat: 11: 28.)
La observancia del sábado de parte de Jesús reforza la practica de esa observancia de parte de la iglesia de Dios del nuevo testamento. La iglesia de Dios pone gran importancia al ejemplo e instrucción de Jesús establecida en el nuevo testamento. Por ejemplo, cuando Jesús fue al rio Jordán para ser bautizado, fue para cumplir toda justicia (Mat. 3: 15).
La mayoría de cristianos concuerdan que el ejemplo del bautismo de Jesús y sus instrucciones de ir por el mundo para hacer discípulos, bautizándolos en su nombre para perdón de pecados, claramente instituye la doctrina y practica del bautismo en agua dentro de la iglesia Cristiana.
De la misma manera, la iglesia Cristiana considera, acepta y practica la cena del Señor como una de las ordenanzas más sagradas. Jesús introdujo su bendito memorial antes de ser crucificado. La Cena del Señor ha sido perpetuada por la iglesia a través de las edades como un memorial de su muerte. Sus instrucciones antes de ser crucificado, relacionadas con el divorcio, a amar al enemigo y a devolver bien por mal, son consideradas válidas para nuestros tiempos.
Asimismo, la iglesia necesita considerar seriamente que Jesús, por medio de sus propias prácticas e instrucciones previas a su muerte, dio el ejemplo que debe ser continuado por sus seguidores. El ejemplo de Jesús y sus enseñanzas relacionadas a la observancia del sábado deben tener el mismo peso que tienen el bautismo, la cena del Señor, la oración, la adoración, y la obediencia de la palabra de Dios. Jesús nos dio un ejemplo claro de la adoración al haber reposado en sábado ¡ esa era su costumbre! .
Adicionalmente, Jesús nos dio algunas instrucciones claras de cómo los cristianos están relacionados con el sábado. Estas instrucciones habrían sido de poco valor o consecuencias si Él hubiera descontinuado el sábado después de su muerte y resurrección.
El sábado es el regalo de Dios al hombre: El sábado fuè hecho por causa del hombre, no el hombre a causa del sábado (Mar.2: 27). Esto simplemente significa que Dios a otorgado su bendición al hombre al haberle proporcionado un tiempo de descanso para experimentar renovación espiritual a través de la adoración.
Jesús afirmó que: es lícito hacer bien en el día de reposo (Mat. 12: 12). Él enseñó este principio de observancia del sábado como respuesta a aquellos que le acusaban de actividades ilícitas debido a que sanaba en sábado. Ellos frecuentemente le acusaban de no mostrar respeto al sábado y quebrantarlo con frecuencia (Juan 5: 18).
¿Pecó alguna vez Jesús violando el espíritu y mérito del sábado? ¡Claro que no! Si Jesús hubiera violado el mandamiento del sábado, habría venido a ser un pecador. Todo aquel que comete pecado, infringe la ley; pues el pecado es infracción de la ley (1 de Juan 3: 4). Las Escrituras testifican que Jesús fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado (He 4: 15).
Jesús fue acusado por los fariseos de transgredir el sábado por sanar enfermos. ¿Que parte de la ley se viola por hacer misericordia en sábado? La tradición de los rabinos prohibía hacer misericordia en sábado, pero la Santa ley de Dios no.
La actitud de estos fariseos se puede ver en Lucas 13: 14. Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: seis días hay en que se debe trabajar; en estos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.
Jesús no quebrantó el sábado, por su ejemplo de hacer bien, El manifestaba estar libre de los abusos restrictivos de la tradición judía, más bien, lo restituyó a su intención original y a su propósito justo. (Isaías 58: 13).
Finalmente, Jesús declaró derecho de propiedad sobre el sábado “por tanto, el Hijo del Hombre es señor aun del sábado” (Marcos 2: 28).
Esta es una declaración importante, por dos razones: Jesús conocía desde la creación cómo se estableció la observancia del sábado. Él lo hizo, porque por El fueron creadas todas las cosas (Colosenses 1: 16). Cuando Jesús sanó, cuando El asistió a la sinagoga, cuando predicó y enseñó en sábado, sus acciones reflejaban el modo cómo el sábado debe ser observado por los cristianos. Él dijo: ejemplo os he dado (Juan 13: 15.).
El señorío de Jesús sobre el sábado, el ejemplo de su observancia, y su pronunciamiento se relacionaron al propósito de apoyar la santificación del sábado en la era Cristiana. Al poner en practica su señorío sobre el sábado, Jesús denunció la hipocresía con la cual los judíos de su tiempo lo guardaban (Lucas 13: 14-16). Él nunca devaluó el sábado pues es bendición para el hombre. Con su señorío ensalzó el Santo sábado.
“EL SABADO Y LA IGLESIA APOSTOLICA”.
Siguiendo las instrucciones bíblicas respecto a la observancia del sábado, la iglesia del nuevo testamento nos dejó un poderoso precedente. El libro de los hechos de los apóstoles nos reporta que los hermanos creyente en Cristo Jesús, continuaron reuniéndose en sábado para la adoración y enseñanza y lectura de la palabra de Dios (Hechos 13: 14).
Aquí se cumplió lo dicho por el profeta Isaías que los gentiles que guardaren el sábado serian bienaventurados Isaías 56: 7-8, y a los extranjeros que se unan al Señor para servirlo, para amar su nombre, ser sus siervos, a todos los que guardan el sábado sin profanarlo y se mantengan firme en mi pacto.
Yo los llevaré a mi Santo monte, y los recrearé en mi casa de oración, porque mi casa, casa de oración será llamada de todos los pueblos.
La adoración en sábado en la sinagoga se menciona cuatro veces Hechos 13. Tres de esas referencias declaran que tanto judíos como gentiles estaban presentes. En el versículo 14, Pablo y sus compañeros fueron a la sinagoga en Antioquía de pisidia, y él predicó de Cristo a los “varones judíos y a los que temían a Dios, es decir gentiles.
Estos oyentes de la palabra de Dios al igual que Jesucristo tenían por costumbre reunirse en sábado para la adoración, durante la cual la palabra de los profetas y la Ley era leído (v. 27) aquellos que se hicieron cristianos continuaron unidos en las actividades de la sinagoga hasta que fueron rechazados por las autoridades de la sinagoga.
Los versículos 42 al 44 nos informan que el apóstol Pablo y Bernabé, al salir de la sinagoga, fueron invitados por la gente a que el sábado siguiente les hablasen de esas mismas cosas…” al siguiente sábado se reunió casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios”.
En Hechos 16: 13- 15. Registra una reunión en sábado, cuando Lidia una mujer gentil se convirtió.
La costumbre de Pablo el apóstol era ir a la sinagoga en día sábado sin importar a donde viajara. Hechos 17: 1-4. Relata que él asistió a los servicios en una sinagoga en Tesalónica por tres sábados, y que su predicación dio como resultado que algunos judíos “creyeron y se juntaron con Pablo y con Silas; y los Griegos piadosos gran numero, mujeres nobles no pocas.”
La iglesia de Dios que estaba en Corinto era eminentemente gentil. Y cuando Pablo asistió a esta iglesia trató de persuadir a judíos y a gentiles de que Jesús es el Cristo. Y que estuvo con ellos por el tiempo de año y medio predicándoles la Palabra de Dios (Hechos 18: 4-8).
Estos registros declaran que Pablo, hizo del sábado su principal día de reunión, de adoración y de predicación. Y no cabe duda que el evangelismo lo hiciera en los días restantes de la semana.
No hay registro que la primitiva iglesia de Dios, haya honrado otro día haciendo reuniones de adoración como lo hizo en los sábados. Tampoco existen instrucciones bíblicas para honrar cualquier otro día como el sábado en el nuevo Testamento. El registro bíblico muestra continuidad en la observancia del sábado y reuniones regulares de la iglesia después de la resurrecion de Jesucristo.
Pocas son las doctrinas y practicas tan bien documentadas como lo es la del sábado. Su modo de ser observado, y su propósito. Contrario a la mayoría de cristianos modernos. El mismo ejemplo de Jesús de la observancia del sábado y de enseñanza relacionadas a él, tuvieron el propósito de fortalecerle y preservarle para la era Cristiana.
Si el sábado no hubiera sido de importancia para Jesús, El no hubiera levantado tanta enemistad en contra suyo al corregir la costumbre común, y de practicas erróneas en su observancia por parte de los fariseos. Sus acciones nunca tuvieron el propósito de revocar el sábado, sino de darle la propia perspectiva para su observancia.
Cuando la iglesia de Dios de estos tiempos se reúne para adorar al Dios de Israel, para cantarle himnos de alabanza, a orarle y estudiar su palabra, estamos recordando que el es nuestro Dios, y nosotros su pueblo (Ezequiel 20: 20.) es una señal entre Dios y nosotros.
Por lo tanto cada sábado que nos reunimos, nos proporciona una oportunidad de reflexionar sobre la obra redentora de Dios en nuestras vidas y de mantener la comunión con nuestro Dios y salvador Jesucristo.
CONCLUSIÓN.
¿Deben los cristianos guardar el sábado, séptimo día de la semana en esta época de la Gracia? Ya hemos visto que hay elementos consistentes y evidencia suficientes en las Sagradas Escrituras que apoya la observancia del sábado como día de reposo tanto en el antiguo testamento como en el nuevo.
Hemos señalado el significado de su observancia. Y que en ninguna parte de las Escrituras hay evidencia de que Dios en algún tiempo cambió el Santo Sábado por otro día de la semana.
Las Sagradas escrituras no tiene instrucciones o ejemplos para la adoración a Dios que no sea en sábado, el sábado es santo para el Señor (Isaías 58: 13).
Nuestro deseo es que Ud. Como persona deseosa de conocer la verdad de las cosas Santas, analice este estudio cuidadosamente, y no dude en Dios ni en Jesucristo, ni en las Santas Escrituras respecto al día Santo de Jehová.
Que la gracia de Dios Padre, y del Señor Jesucristo sea con todos. Amen.
IGLESIA DE DIOS.
Gamaliel Estrada
Predicando y Evangelizando desde Guatelinda
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