Esta é a vida eterna: que te conheçam, o único Elohim verdadeiro, e a Yeshua o Messias, a quem enviaste. JOÃO 17:3
EL ESPIRITU SANTO SE IDENTIFICA CON COSAS IMPERSONALES
EL ESPIRITU SANTO SE IDENTIFICA CON COSAS IMPERSONALES
En la Biblia se identifica al espíritu santo de manera impersonal, ya que se le compara con el agua y con el fuego (Mt,3:11, Mr.1:8). El agua y el fuego no son personas literales. Se le compara también con el vino, ya que Pablo dijo que los cristianos hemos de ser llenados del espíritu santo, y no de vino (Ef.5:18), ¡el vino no es una persona literal, y por tanto el espíritu de Dios tampoco lo es!.
El apóstol Pablo identificó también al espíritu santo como una cualidad que han de tener los verdaderos cristianos, ¡y no como una tercera persona divina!, leamos el pasaje:
“antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias; en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos; en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el espíritu santo, en amor sincero, en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra” (2Co.6:4-7).
La pureza, la ciencia, la bondad, el amor, etc. no son personas literales, por lo tanto, el espíritu santo que tenemos los cristianos tampoco es una persona literal.
El espíritu santo se puede dar por medida (Juan 3:34), llena a las personas y cosas (Hechos 2:4), puede ser derramado (Hechos 2:17, 18), está sobre los pueblos (Hechos 19:6), puede ser bebido (1 Cor. 12:13), es como un primer pago (2 Cor. 1:22), es un sello (Efe. 1:13), se le compara con la tinta con la cual se escriben cartas (2 Cor. 3:3), ¡nada de eso sería cierto si el espíritu santo fuera una tercera persona divina!, ya que ninguna de esas cosas son personas literales. Jamás en la Biblia se enseña que una persona se pueda derramar, pueda ser bebida, o que sea un sello, por consiguiente, es falso enseñar que el espíritu santo sea una tercera persona divina.
Observe que el apóstol Pablo, en la introducción y en el final de sus epístolas, sólo invocó al Padre y al Hijo, y nunca al espíritu santo (Ro.16:27, 1 Cor. 1:3; 2 Cor. 1:2; Gál 1:3; Efe. 1:2; Fil. 1:2; 2 Tes. 1:2; Tito 1:4; File 3; 1 Tim. 1:2; 2 Tim. 1:2)., ¿por qué?, porque sencillamente el espíritu santo no es una tercera persona divina, Pablo jamás creyó ni enseñó esa patraña iglesiera de que el espíritu santo es la tercera persona divina de una trinidad a la cual se tenga que adorar y glorificar.
El apóstol Pablo contrastó el espíritu santo con el espíritu del mundo:
Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido (1 Cor. 2:12).
Fíjese que el espíritu del mundo no es literalmente una persona; por lo tanto ¡¡el espíritu de Dios con el cual es contrastado tampoco es una persona literal!!.
NO HAS MENTIDO A LOS HOMBRES, SINO A DIOS
Los trinitarios siempre esgrimen el pasaje de Hechos 5:3-4 para hacernos creer que Dios es trino, o que el espíritu santo es Dios, sin embargo, como veremos seguidamente, ese pasaje no enseña esa mentira trinitaria por ninguna parte. El pasaje dice lo siguiente:
“Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.”
Observe bien, Pedro dijo a Ananías que había mentido AL ESPÍRITU SANTO, y seguidamente Pedro dijo que había mentido a DIOS (el Padre), ¿significa eso que el espíritu santo es el Dios Padre?, ¡de ninguna manera! El espíritu santo NO es el Dios Padre, sino el espíritu DEL DIOS PADRE, es decir, el poder que está dentro del Padre, y quien miente al espíritu santo, está mintiendo al propio Dios Padre, porque se trata del espíritu DE DIOS (Ro.8:9). Observe 61
que Pedro no dijo que Ananías había mentido a la “tercera persona de la santísima trinidad” sino que dijo que había mentido al propio DIOS PADRE, porque el espíritu santo es el propio espíritu del Dios Padre, mora dentro de él (Ro.8:9), ¡no se trata de una tercera persona divina!.
El apóstol Pedro estaba investido de ese poder y autoridad de Dios, el espíritu santo. Ananías había mentido al apóstol Pedro, el cual hablaba en el nombre de Dios, pues tenía su espíritu, por lo tanto, Ananías no solo estaba mintiendo a Pedro, sino también al espíritu santo y a Dios. Pablo dijo algo muy semejante en estas palabras:: “Así que, el que desecha esto, no desecha al hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo”. (1 Tes. 4:8).” Observe que quien desecha la doctrina de los apóstoles está rechazando la doctrina de Dios, ya que los apóstoles tenían el espíritu santo. Por consiguiente, mentir al espíritu santo es como mentir a Dios, no porque el espíritu santo sea Dios, sino porque es el espíritu ENVIADO DE DIOS. Jamás dijo el apóstol Pedro que Ananías había mentido a la tercera persona divina de una trinidad, esto es tremendamente significativo, pues demuestra que los apóstoles jamás fueron trinitarios ni enseñaron que Dios fuera trino, esa doctrina falsa y perversa del trinitarismo se introdujo en la cristiandad apóstata varios siglos después de la muerte de los apóstoles.
EL ESPIRITU SANTO ES PERSONIFICADO, PERO NO ES UNA PERSONA
La Biblia enseña que el espíritu santo posee cualidades de una persona, por ejemplo, se le puede entristecer, habla, clama, intercede, da testimonio, manda, dirige, etc (Apo. 2:7; Gál. 4:6; Rom. 8:26,27; Juan 15;26; Rom. 8:14; Hechos 16;6,7; Hechos 5:3, etc). ¿Significa eso que el espíritu santo sea literalmente una tercera persona divina?, ¡de ninguna manera!. En la Biblia se utiliza muchas veces la llamada “personificación”, es decir, aplicar atributos personales a cosas impersonales. Con el espíritu santo ocurre lo mismo, en la Biblia se personifica, por ejemplo, en la Biblia también se personifica “la sabiduría”. En Proverbios 1:20 leemos que “la sabiduría clama en las calles” y que “habita con la cordura” (8:12), sin embargo, la sabiduría y la cordura no son personas literales. El apóstol Pablo habló del pecado como de algo que “le engañó” y que “le mató”. (Romanos 7:11). Dice además: “la muerte reinó desde Adán a Moisés” (Romanos 5:14). Ni el pecado ni la muerte son personas literales, sencillamente son personificaciones. La Biblia también dice que “la luna se avergonzará y el sol se confundirá” (Isa. 24:23), sin embargo, la luna y el sol no son personas literales. La Biblia también dice que “la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá” (Hab. 2:11), pero las piedras y las tablas no son personas literales. Jesús también utilizó la personificación cuando dijo que “…las piedras gritarán” (Lucas 19:40). Lo mismo sucede con la energía de Dios, el espíritu santo, este es personificado en la Biblia, pero no es de ninguna manera una tercera persona divina, sino la energía o poder de Dios, como veremos seguidamente, ya que si el espíritu santo fuera una tercera persona divina entonces recibiría adoración y gloria, ¡¡y en la Biblia el espíritu santo jamás es adorado ni glorificado!!, lo cual demuestra de forma irrefutable que el espíritu santo no es Dios, ni tampoco una tercera persona divina.
NO HAS MENTIDO A LOS HOMBRES, SINO A DIOS
Los trinitarios siempre esgrimen el pasaje de Hechos 5:3-4 para hacernos creer que Dios es trino, o que el espíritu santo es Dios, sin embargo, como veremos seguidamente, ese pasaje no enseña esa mentira trinitaria por ninguna parte. El pasaje dice lo siguiente:
“Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.”
Observe bien, Pedro dijo a Ananías que había mentido AL ESPÍRITU SANTO, y seguidamente Pedro dijo que había mentido a DIOS (el Padre), ¿significa eso que el espíritu santo es el Dios Padre?, ¡de ninguna manera! El espíritu santo NO es el Dios Padre, sino el espíritu DEL DIOS PADRE, es decir, el poder que está dentro del Padre, y quien miente al espíritu santo, está mintiendo al propio Dios Padre, porque se trata del espíritu DE DIOS (Ro.8:9). Observe 61
que Pedro no dijo que Ananías había mentido a la “tercera persona de la santísima trinidad” sino que dijo que había mentido al propio DIOS PADRE, porque el espíritu santo es el propio espíritu del Dios Padre, mora dentro de él (Ro.8:9), ¡no se trata de una tercera persona divina!.
El apóstol Pedro estaba investido de ese poder y autoridad de Dios, el espíritu santo. Ananías había mentido al apóstol Pedro, el cual hablaba en el nombre de Dios, pues tenía su espíritu, por lo tanto, Ananías no solo estaba mintiendo a Pedro, sino también al espíritu santo y a Dios. Pablo dijo algo muy semejante en estas palabras:: “Así que, el que desecha esto, no desecha al hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo”. (1 Tes. 4:8).” Observe que quien desecha la doctrina de los apóstoles está rechazando la doctrina de Dios, ya que los apóstoles tenían el espíritu santo. Por consiguiente, mentir al espíritu santo es como mentir a Dios, no porque el espíritu santo sea Dios, sino porque es el espíritu ENVIADO DE DIOS. Jamás dijo el apóstol Pedro que Ananías había mentido a la tercera persona divina de una trinidad, esto es tremendamente significativo, pues demuestra que los apóstoles jamás fueron trinitarios ni enseñaron que Dios fuera trino, esa doctrina falsa y perversa del trinitarismo se introdujo en la cristiandad apóstata varios siglos después de la muerte de los apóstoles.
EL ESPIRITU SANTO ES PERSONIFICADO, PERO NO ES UNA PERSONA
La Biblia enseña que el espíritu santo posee cualidades de una persona, por ejemplo, se le puede entristecer, habla, clama, intercede, da testimonio, manda, dirige, etc (Apo. 2:7; Gál. 4:6; Rom. 8:26,27; Juan 15;26; Rom. 8:14; Hechos 16;6,7; Hechos 5:3, etc). ¿Significa eso que el espíritu santo sea literalmente una tercera persona divina?, ¡de ninguna manera!. En la Biblia se utiliza muchas veces la llamada “personificación”, es decir, aplicar atributos personales a cosas impersonales. Con el espíritu santo ocurre lo mismo, en la Biblia se personifica, por ejemplo, en la Biblia también se personifica “la sabiduría”. En Proverbios 1:20 leemos que “la sabiduría clama en las calles” y que “habita con la cordura” (8:12), sin embargo, la sabiduría y la cordura no son personas literales. El apóstol Pablo habló del pecado como de algo que “le engañó” y que “le mató”. (Romanos 7:11). Dice además: “la muerte reinó desde Adán a Moisés” (Romanos 5:14). Ni el pecado ni la muerte son personas literales, sencillamente son personificaciones. La Biblia también dice que “la luna se avergonzará y el sol se confundirá” (Isa. 24:23), sin embargo, la luna y el sol no son personas literales. La Biblia también dice que “la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá” (Hab. 2:11), pero las piedras y las tablas no son personas literales. Jesús también utilizó la personificación cuando dijo que “…las piedras gritarán” (Lucas 19:40). Lo mismo sucede con la energía de Dios, el espíritu santo, este es personificado en la Biblia, pero no es de ninguna manera una tercera persona divina, sino la energía o poder de Dios, como veremos seguidamente, ya que si el espíritu santo fuera una tercera persona divina entonces recibiría adoración y gloria, ¡¡y en la Biblia el espíritu santo jamás es adorado ni glorificado!!, lo cual demuestra de forma irrefutable que el espíritu santo no es Dios, ni tampoco una tercera persona divina.